mayo 2017 | Edición N°: año 56, nro. 1327
Por: Silvia Paola Chaparro Africano | Profesional de Pastoral. Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario. Centro Pastoral San Francisco Javier.



Un barrio que alberga a cerca de 40.000 habitantes de todo el país, atraviesa un proceso de reconstrucción social del  que los javerianos también han hecho parte.

En la cima de una de las montañas de Soacha (Cundinamarca) se encuentra Altos de la Florida, un barrio en el que durante las últimas décadas han confluido, según Naciones Unidas, cerca de 40.000 migrantes provenientes de diferentes lugares de Colombia. En “Altos”, como comúnmente le llaman, estas personas han podido recobrar su tranquilidad a través de relaciones que tejen vida, rememoran historias y, sobre todo, que proyectan unión, fe y esperanza. Para quienes lo conocen, éste un lugar para la vida. Impulsados por el proceso de regionalización de la Compañía de Jesús en Colombia, desde hace algunos años, la Casa Pastoral Nuestra Señora del Camino –obra de los jesuitas en Soacha– se convirtió en una plataforma que ha fomentado el desarrollo espiritual, cultural y social del barrio. El Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL), de la Pontificia Universidad Javeriana, hace parte de este trabajo colaborativo desde 2014. En la primera experiencia, se hizo un proceso de inserción con 20 estudiantes de distintas facultades. Dado el interés de muchos participantes, en el año 2015, se propusieron nuevos espacios de interacción, como lo son la ludoteca y el proyecto de memoria histórica. Éstos, hasta la fecha, siguen vigentes, al igual que las experiencias de inserción que se realizan cada año en junio. Gracias a esto, los estudiantes han fortalecido el compromiso y la sensibilidad que tiene cada uno en la transformación del país. La unión ha sido la base del trabajo en la Casa Pastoral. Pues los habitantes han encontrado que no están solos y que la unidad puede transformar su territorio. Es por eso que, en el marco del I Festival del Voluntariado Francés e Internacional en Colombia, los días 21 y 22 de abril, el Voluntariado Javeriano, el colectivo Outsiders Crew y los habitantes de Altos de la Florida, decidieron plasmar esta palabra en la fachada de la Casa. Los habitantes de Altos de la Florida han podido reconstruir sus vidas desde su territorio, sus fortalezas, su pasado -sin tener que volver a él-, pero también desde los nuevos desafíos que enfrentan a diario. Y han podido hacer de esa “Colombia pequeña”, como lo llaman ellos, una Colombia con esperanza, sueños y paz.