Mayo 1986 | Edición N°: 908
Por: Alberto Múnera, S. J. y Alberto Bejarano, S. J. | Decano Académico, Facultad de Educación y Decano del Medio Universitario, Facultad de Educación respectivamente



Alberto Múnera, S. J. Decano Académico, Facultad de Educación

Colombia es un país privilegiado en recursos y posibilidades. Y al mismo tiempo agobiado por los ingentes problemas de quien busca aceleradamente importantes metas de progreso y desarrollo.

El futuro del país depende indudablemente del manejo de estos dos factores: la resolución de sus problemas y la implicación de sus recursos en la obtención de sus pretensiones.

Pero con absoluta certeza este manejo está en manos de las personas que conforman nuestra sociedad: de los actores del futuro depende la orientación de los procesos que llevarán al país a un mejoramiento cualitativo de su existencia o a un deterioro cada vez más acentuado de su sistema de vida.

Estos actores del futuro son las actuales generaciones de niños, adolescentes y jóvenes que dedican la mayor parte de sus energías al desarrollo de su proceso educativo.

Y este proceso educativo es el factor decisivo en la orientación del futuro del país: los criterios, los valores, los conocimientos, las actitudes que se consoliden durante el proceso educativo de las generaciones en formación, serán los determinantes del cambio futuro hacia una realidad nacional diferente a la actual.

Alberto Bejarano, S. J.
Decano del Medio Universitario, Facultad de Educación

Nadie desconoce que los educadores de las actuales generaciones están modelando las estructuras vitales de quienes mañana realizarán las complejas actividades que permitan el funcionamiento del país.

Quien esté descontento e insatisfecho con el estado actual de nuestra primera situación, quien anhele para nuestro país un cambio decisivo que permita la superación de los problemas actuales tiene dos alternativas: la primera dedicar sus esfuerzos a formar las actuales generaciones, constituirse en educador para el cambio, aspiración de los Profesionales de la Educación.

La otra alternativa es la violencia que poco a poco se irá posesionando del país hasta explotar con todas sus consecuencias cuando los mecanismos de funcionamiento de la sociedad resulten insuficientes para contener las dimensiones de los problemas sociales. La Universidad Javeriana sabe que invirtiendo ingentes esfuerzos humanos, sociales y económicos en la formación de Profesionales de la Educación que permanentemente orienten a las nuevas generaciones hacia el cambio que el país necesita, está contribuyendo eficazmente al diseño y realización del futuro de Colombia. A ésto la impulsa el cristianismo que le da su razón específica de ser.