abril 2012 | Edición N°: año 51, No. 1276
Por: Isa Brahim* | Estudiante de Comunicación Social, Pasantía de Medios Javerianos



El sueño es un aspecto importante del ser humano, pues permite al cuerpo y la mente descansar de las actividades realizadas durante el día. Según como se aprovechen las horas de descanso el cuerpo puede reunir las energías necesarias para comenzar una nueva jornada. Sin embargo, y sin saberlo, muchas personas tienen mala higiene del sueño, es decir, así estén durmiendo sus cuerpos no se reparan del todo, no recuperan energías, produciendo somnolencia, perdida de la concentración, del tono muscular e incluso del apetito sexual.
Según los médicos, un ser humano con edad entre 13 y 50 años debe dormir entre ocho y diez horas, este es el tiempo prudencial para que el cuerpo repare su gasto de energía. Pero muy pocas personas ponen atención a este tipo de detalles.
Roncar, por ejemplo, se vuelve una rutina y no es tratado como el problema que realmente es, un problema respiratorio conocido como Abnea del Sueño, que consiste en el cierre de la vía aérea por cambios de presión, generalmente causado por la obesidad. Este trauma deviene de la morfología del cuello y del espacio del paladar; al ser este más estrecho, el aire entra en menor cantidad, produciendo una pequeña asfixia, de ahí los ruidos conocidos como ronquidos. Esta deficiencia implica más trabajo para los pulmones y por ende impiden el normal descanso de la persona.
De igual manera, un sueño no reparador produce un descenso en la hipocretina y esto produce Narcolepsia, que consiste en la pérdida del tono muscular a tal punto que las personas se quedan dormidas realizando cualquier actividad. Hoy en día es considerada un trastorno del sueño y viene siendo tratada desde hace relativamente poco. De este trauma, dicen los expertos, el perfecto ejemplo es Homero Simpson, debido a que este personaje consume bebidas gaseosas, comidas altamente calóricas y duerme boca arriba, consideraciones que según los expertos no permiten el total descanso.

La Universidad Javeriana, sin embargo, desarrolló la Clínica del Sueño, un espacio en el Hospital San Ignacio, dedicado a darle al descanso la importancia que merece. Patricia Hidalgo, su directora, neumóloga y especializada en sueño en Estados Unidos, afirma que un buen descanso altera el ritmo de vida de una persona, desde su tránsito digestivo hasta su estado anímico. “Los pacientes roncadores no lo saben pero están en riesgo de sufrir ahogos, hipertensión arterial y pulmonar, parazonios y alteraciones en los ritmos cardiacos”.
En el Laboratorio del Sueño, el paciente es destinado a pasar la noche en uno de los seis cómodos cuartos dispuestos para el estudio del mismo. Es conectado a una serie de electrodos que reflejan en un polisomniograma sus ciclos respiratorios, alterados por los ronquidos, los cambios de presión y temperatura y vigilados y estudiados para emitir un diagnostico exacto del trauma.
Al igual que los expertos en salud física, los de la salud del sueño recomiendan una dieta sana y balanceada, un constante ritmo de ejercicio y una adecuación y aislamiento de los espacios de sueño a lo más silencioso y natural posible.
La salud del sueño es entonces tan importante como la cardiaca, pulmonar o neurológica, esta actividad cobija a las demás, reparando y ayudando a mantener el cuerpo en constante y normal funcionamiento. La Universidad cuenta con un espacio especializado para todos aquellos que necesiten ayuda, tratamiento y mejoría para su ritmo de sueño y de vida
*Estudiante de Comunicación Social, Pasantía de Medios Javerianos