Abril 2018 | Edición N°: Año 57 No.1336
Por: Karem P. Díaz Díaz | Periodista de la Oficina de Información y Prensa



Daniel Coronell, presidente de noticias de Univisión en Estados Unidos y columnista de la revista Semana, fue invitado por la carrera de Comunicación Social para su Lección Inaugural: Comunicación de verdad, que realizó el 16 de abril en el auditorio Alfonso Quintana, S.J. de la Universidad Javeriana.

Con un público de más de 300 personas, entre estudiantes y profesores de la Javeriana y de otras universidades interesadas en escuchar a uno de los periodistas más importantes de Colombia por la rigurosidad de sus investigaciones, Daniel Coronell comentó cómo ha sido su búsqueda y aproximación a la verdad, desde su punto de vista como reportero. Hoy en la Javeriana conversó con él sobre su trabajo y el periodismo en Colombia. ¿Cuál es hoy el papel del periodista cuando cualquier persona con un celular y conectado a una red social, publica noticias y acontecimientos de última hora, antes que los medios de comunicación? El periodismo no es solo el registro de los hechos. Eso es solo una parte elemental. El periodista tiene que hacer un trabajo mucho mayor para cruzar acontecimientos, explicarlos y darle contexto a la gente.

Si un avión se cae, va a ser registrado por muchos teléfonos antes de que llegue un periodista, por lo que su deber es decir por qué se cayó el avión, cómo se cayó y qué puede haber detrás de eso. Cruzar esas informaciones a partir de lo que le entregue la realidad, construir una información completa, es el esfuerzo periodístico. Nos acercamos a una época en donde el periodismo va a tener mayores exigencias, pero va a alcanzar un nivel de excelencia mayor que el que ha tenido en toda su historia. ¿Cómo pueden los medios combatir las noticias falsas? Lo primero es no correr la misma carrera de los fabricantes de noticias falsas. Estamos en una etapa muy crítica donde los medios están en una guerra por el clic y piensan que el logro del tráfico equivale al éxito periodístico y son cosas distintas. Ya no se trata de decirlo primero, sino de decirlo mejor y de hacer que el hecho de que el medio lo diga, lo haga más creíble a que lo diga una persona X. El trabajo riguroso del periodista es buscar las verdaderas causas de los hechos, los verdaderos hechos y separarlos de los intereses de quien los emite, o hacer evidentes esos intereses. El trabajo del periodista es buscar la verdad, no la aprobación mayoritaria. Si las mayorías tuvieran razón, la tierra seguiría siendo plana. ¿Se puede considerar como tendencia o como un nuevo género periodístico las publicaciones satíricas? Estos medios se pueden considerar como el desarrollo de un género que ha existido. Son una forma de reinterpretar humorísticamente la realidad. El periodismo en esencia es un contra poder. Para hacer periodismo, hay que hacer el esfuerzo de mostrar lo que el poder quiere ocultar y a partir de eso hay múltiples abordajes. Uno la sátira, otro la mirada crítica. Los periodistas no somos correo de transmisión de los hechos tal cual, tenemos que darles un valor agregado, algo que sea totalmente evolucionado con relación a lo que recibimos y para eso que se requiere inteligencia, dedicación y rigor; no conformarnos con lo que nos entrega una fuente, ni dos fuentes, sino lograr una mezcla de esos elementos para conformar algo nuevo que le sirva a la gente para tomar mejores decisiones.

¿Cuál es el proceso que sigue para escribir una columna de opinión? Es una evolución de lo que fue la columna, porque encontré que los lectores on line son diferentes y tienen necesidades diferentes. Muchas de mis columnas son de investigación, entonces empecé a ensayar a poner documentos que resumen el hecho y elementos que complementan lo que dice el texto. Pero también pongo pistas para una carrera de observación y hay quien las entiende y quien sabe encontrar más cosas. La relación de comunicación no es pasiva.

Ese esquema de emisor – mensaje – receptor, está absolutamente revaluado por el tiempo. La gente necesita interactuar con el mensaje, recrearlo y enriquecerlo o despreciarlo y acabarlo.

¿Cuál es su recomendación para hacer un periodismo investigativo serio? Soy estricto y cuidadoso en lo periodístico, trato de ser un reportero juicioso en la verificación, no me salto etapas. El periodismo de investigación es una actividad de equipo, nunca puede ser solitaria. Uno necesita tener un abogado del diablo al frente, alguien que ponga en duda la prueba y trate de tumbarla, y solo cuando se supera ese examen está lista para la publicación. Es un proceso muy lento y que favorece el fracaso; de cada diez investigaciones que emprendo, en el mejor de los casos, dos se concretan. De las ocho que se desechan, muchas veces es porque cabe la duda razonable a favor del tema o de la persona que uno está investigando y siempre prefiero conceder esa duda. Si uno no tiene plena certeza de que eso no apunta para algo, mejor no lo publica. ¿Cómo ve desde Estados Unidos el periodismo que se está haciendo en Colombia? El periodismo colombiano siempre ha tenido una calidad sobresaliente. Ahora que estoy en un medio que me permite ver con una perspectiva más amplia e internacional, me doy cuenta de la buena calidad que hay en el periodismo colombiano. Creo que aquí hay periodistas ejemplares que serían 1A en cualquier parte del mundo. Pero Colombia está viviendo un momento muy difícil, tanto para las finanzas de los medios, como por la coyuntura política que tiende a confundir mucho. Es muy malo que los medios sean pobres, porque los medios en cuanto son más solventes financieramente, pueden ser más independientes. ¿Cómo pueden los periodistas llegar a un medio sin perder la ética y su independencia y contar la verdad? Siempre debe tener en cuenta que el periodista no trabaja para el que firma el cheque de su salario, que no trabaja para el director o jefe de redacción de su medio; trabaja para la gente, y el día en que lo obliguen a hacer algo que no sea trabajar para el que lo ve, para el que lo lee o escucha, tiene la libertad de renunciar e irse a morir de hambre. Pero nunca hacer nada con lo que no esté de acuerdo en conciencia. El secreto es saber siempre quién es el jefe, y el jefe es la gente. Muchos dicen que se está radicalizando contra Álvaro Uribe, ¿es verdad? No en gerundio. Siempre lo he sido. Vengo advirtiendo sobre quién es Álvaro Uribe desde que tenía el 2% de popularidad antes de que fuera presidente. Yo sé lo malo que representa y la mala entraña que viene de ahí y lo he ido demostrando sistemáticamente. Lo pruebo con documentos. Que la gente lo quiera ver o no es problema de ellos, pero no voy a dejar de cumplir con mi trabajo para ser popular o ser aplaudido