Enero - Febrero del 2015 | Edición N°: Año 54 N° 1304
Por: Redacción Hoy en la Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



Juan Carlos Guáqueta Hernández, fundador y gerente de AcuaCare, se graduó de Ingeniero Industrial en la Pontificia Universidad Javeriana en 2010 y luego realizó en Chile una Maestría en Gerencia de Empresas Constructoras.

En dos años la empresa AcuaCare, fundada y gerenciada por el ingeniero industrial javeriano Juan Carlos Guáqueta Hernández, ya ha obtenido el reconocimiento y el aval de importantes instituciones en el mundo.

Primero sus fundadores fueron becados por la Fundación Ardila Lulle para ir  a  Georgetown  a  recibir  formación en liderazgo y desarrollo para Latinoamérica. Luego, el World  Environment Center  seleccionó  a  AcuaCare  como una  de  las  dos  empresas  más  sustentables  de  la  región.  Posteriormente,  el Departamento  de  Estado  de  Estados Unidos la seleccionó como la única empresa  colombiana  representante  para ir  al  Global  Entrepreneurship  Summit (GES2014)  en  Marrakech,  un  evento global de emprendimiento que se hizo en Marruecos, donde fueron ganadores de la Mención de Honor en Agricultura. Y  el  Banco  Interamericano  de  Desarrollo junto con Pepsico les otorgó el premio como una de las empresas que puede  mejorar  la  vida  de  las  personas en la base de la pirámide.

¿En qué consiste la empresa?

Lo que nosotros hacemos es descontaminar  agua  utilizando  lombrices,  que se  comen  la  contaminación  que  viene en  el  agua  de  origen  orgánico  de  una comunidad o de una industria. Y trans- formamos  toda  esa  contaminación  en abonos de jardín. El agua después sale por gravedad de un filtro y se puede reutilizar para riego. Permite tener sistemas cerrados de producción totalmente   sostenibles,  sin  ningún  tipo  de  residuo después del proceso.

¿Cómo nació la idea?

Desde que estaba en el colegio yo producía  abonos  con  lombrices.  Ese  era mi negocio de los 15 años. Cuando ya estaba  haciendo  la  Maestría  en  Chile me gané una beca para irme a Silicon Valley a capacitarme en innovación tecnológica. Allá conocí a otras personas y un día en un desayuno me enteré que las  mismas  lombrices  que  yo  utilizaba para  producir  abonos  servían  también para descontaminar agua. Volví a Chile y comencé a aprender de la tecnología.

Regresé a Colombia y  empecé  a  investigar   sobre   climas   y alturas  para  ajustar la   tecnología   a las condiciones  del  país y finalmente generar una   solución   tanto para    las    viviendas rurales    como para grandes comunidades. Ahora estamos con productos para el  sector  lácteo,  para  el  sector  de  alimentos, para constructoras…

¿Cuánto lleva la empresa?

La  empresa  en  funcionamiento  lleva dos  años.  Nosotros  comenzamos  con las uñas. No buscamos inversión desde el momento cero. La hemos guerreado. Los proyectos que hemos realizado han sido  con  casas  rurales,  proyectos  de sostenibilidad,  jardines  de  producción orgánica,  reutilización  de  aguas  lluvia, reutilización  de aguas  negras  con  los sistemas  de  tratamiento…  La  empresa ha ido creciendo bastante bien y ahora estamos  con  el  reto  de  darle  un  nuevo  paso  a  construcciones  muchos  más grandes.

¿Quiénes conforman la empresa?

Cuando  llegué  de  Chile  me  asocié  con un  ingeniero  civil  javeriano,  Juan  Manuel   Gutiérrez,   experto en tratamiento de  aguas,  y  creamos un grupo con Alberto Pardo, otro ingeniero industrial      javeriano. Ahora también contamos con otro ingeniero civil y una ingeniera  ambiental. Tenemos alianza con una  constructora  para  el  desarrollo  de proyectos  rurales  y  con  otra  empresa para dar soluciones al manejo de lixiviados y gases. Nuestro plan es crear otro tipo de alianzas por sectores.

¿Cómo se proyectan a futuro?

Estamos proyectando a ser un proveedor de servicio, más que a vender plantas de tratamiento. Queremos volvernos una solución que preste servicio de tratamiento de agua para empresas o que pueda ayudar a financiar compañías que actualmente no tiene capacidad de comprar  plantas  de  tratamiento y que por ley lo deben hacer. Queremos darles facilidades de pago o modelos de arrendamiento.

¿Qué dice la Ley al respecto?

En Colombia el 90 por ciento del agua contaminada  termina  en  los  ríos  sin hacérsele  nada.  Eso  además  de  ser  un crimen  ambiental  es  castigado  en  Colombia, porque hay una ley que es el decreto 3930 donde dice que todo emisor de aguas contaminantes debe retirar un porcentaje de la contaminación. El tema porcentual es muy ambiguo, porque al- guien que contamine mucho y retire el 80%, ese 20% que queda sigue siendo muy grave. Esta ley está en la sexta revisión y lo que se plantea es que no va a ser un porcentaje sino un número al que  hay  que  llegar  por  industria. Todo condominio y toda empresa tendrán por ley  que  tratar  sus  aguas.  Es  una  revolución muy importante en el país sobre el manejo ambiental, especialmente en aguas.

¿Qué le aportó su paso por la Universidad para ser ahora el gerente de AcuaCare?

En  la  Universidad  mi  énfasis  fue  en creación de empresas, siempre tuve esa vena de ser independiente. Lo que hice en la Universidad fue que cada proyecto que yo hacía lo aplicaba en mi pro- pio negocio, eso me permitió tener una educación  paralela  entre  la  teoría  y  la vida práctica empresarial. Al salir de la Universidad ya tenía un trayecto importante recorrido.

“Lo que nosotros hacemos es descontaminar agua utilizando lombrices, que se  comen  la  contaminación que viene en el agua de origen orgánico de una comunidad  o  de  una  idustria. Y transformamos toda  esa  contaminación en abonos de jardín”.