agosto 2010 | Edición N°: año 49 No. 1260
Por: Padre Carlos Novoa, S.J. | Profesor Titular, Doctor en Ética Teológica, Departamento de Teología.



La ética es una experiencia de sentido desde la cual las personas y comunidades optan por realizar comportamientos y actitudes humanas y rechazar las inhumanas. Lo auténticamente humano es el bien que estamos llamados a practicar, y lo inhumano es el mal que debemos evitar. dada la trascendencia de esta experiencia desde hace miles de años la humanidad la sistematiza y cultiva mediante la formulación de la ciencia ética. En este texto se utiliza indistintamente las palabras ética y moral, las cuales en su etimología son sinónimas. Por ende es pertinente y urgente abocar el desafío de la relación entre la moral y la economía. La ciencia económica nace como parte de la ciencia ética en la Universidad de Oxford, donde hasta hoy el diploma es en ciencia ética con especialidad en asuntos económicos. La economía como la moral es un devenir Práxico, el cual consiste en el circuito de la producción de bienes y servicios, desde la inversión, para su distribución, consumo y generación de ganancias. Este circuito económico que lo conforma la convergencia de muchas conductas personales y sociales, debe preguntarse por su talante humano o inhumano. Será humano si tal circuito garantiza bienes y servicios para todas las personas sin ningún tipo de exclusión, una distribución y posesión de la riqueza equitativa, una práctica laboral y vital que no idolatra el consumo sino que cultiva el trabajo como placer y creación colectiva de los diversos estratos que en él convergen, y un crecimiento humano integral que no se puede reducir a la absolutización de los mercados.

Con excepciones, la economía hoy se distingue por su talante excluyente, generador de altas tasas de pobreza, donde los mercados, el consumo, las ganancias egoístas se idealizan y absolutizan, y el trabajo humano no se cultiva como un placer participativo, sino como un insumo más de toda la cadena, el cual mientras más barato y más se pueda excluir de los procesos productivos tanto mejor. El eje del circuito económico no es el crecimiento integral de la persona y la comunidad, sino la ganancia individualista, elitista y excluyente, al servicio de la cual se pone la producción, y ésta termina priorizando la generación a gran escala de ítems irrelevantes y nocivos para tal crecimiento integral, como los ingentes presupuestos militares, inhumanos, que generan las más lucrativas utilidades. innumerables indicativos estadísticos pueden fundamentar el análisis propuesto: En el mundo el 20% de la población posee el 80% de la riqueza. El 20% de los humanos vive con menos de 1 dólar diario y el 40% con menos de 2 dólares diarios para un total de 4 mil millones de seres humanos pobres. En la tierra 24.000 personas mueren diariamente por carencia de alimentos (de éstas 18.000 niños). 400 millones de seres humanos han muerto por falta de alimentación en los últimos 50 años.

En Colombia la tasa de desempleo es del 14%; el 60%, o sea 28 millones de colombianos, viven en estado de pobreza, el 70% vive con un salario mínimo y menos. nuestro país tiene la sexta peor distribución del ingreso en el mundo, segunda en américa Latina después de Haití. Uno de cada ocho niños padece desnutrición y a causa de ésta cada día mueren 14 infantes. El 50% de nuestros compatriotas recibe el 16% del ingreso económico nacional, y el 20% de ellos (los más ricos), detentan el 50%. El 48.3% de la población no tiene seguridad social. Sólo el 15,2% de los jóvenes colombianos puede ingresar a la universidad. Los gastos militares alcanzaron un récord mundial en el año 2009, tuvo un incremento de un 5.9% con respecto a 2008 y de un 49% desde el 2000. La crisis financiera mundial parece tener escaso impacto en los presupuestos de compra de armas. El mundo gastó en ese concepto la cifra récord de 1,5 billones de dólares en 2009. El 65% de los países estudiados gastaron más en 2009 que en 2008. La región que registró el mayor incremento en un año fue Asia-Pacífico, que gastó un 8.9% más que el año anterior. con menos del 30% de la inversión castrense global de 2009, se daría alimentación, agua potable, educación primaria y salud pública a todos los pueblos pobres de la tierra. En este sentido los absurdos costos bélicos son cómplices de la ingente tragedia del hambre en el mundo. Queda la pregunta: ¿cómo construir una economía humana de verdad?

Cifras: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, DANE, ONU, Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo, SIPRI.