junio 2010 | Edición N°: año 49 No. 1258
Por: Redacción Hoy en la Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



De todos es conocida la expresión «identifíquese», usada por las autoridades para solicitar a un individuo su cédula de ciudadanía o pasaporte, es decir el documento que certifica su identidad. Junto a la fotografía del rostro, la impresión de la huella dactilar y la firma, aparecen unos cuantos datos, lugar y fecha de nacimiento, estatura, grupo sanguíneo y sexo, que permiten reconocer a una persona en particular. en el caso de las instituciones sucede algo similar, y podría decirse que los estatutos son su documento de identidad. En ellos se consignan la naturaleza y características de la entidad, sus objetivos y también las líneas generales de su organización y gobierno, aparte, por supuesto, de su nombre, domicilio y personería jurídica. Con esta información se definen los rasgos que permiten a una institución diferenciarse de otras de su misma especie. Obviamente, la identidad visual aporta un contenido de primera importancia en el reconocimiento inicial de una entidad. se trata de la «marca», como se conoce en el mundo de la publicidad y el mercadeo, que se asocia generalmente a determinada calidad y que ha cobrado especial relevancia en una época en la cual la imagen constituye un factor esencial.

En el caso de las universidades, son comunes las tres funciones de todo centro de educación superior, -la docencia, la investigación y el servicio-, y sus tres notas características, -corporatividad, universalidad, autonomía y cientificidad-, según se puede constatar no sólo en la literatura correspondiente, sino también en todas las experiencias institucionales desarrolladas a lo largo de centurias. en este contexto, cabe decir que todas hacen lo mismo, así tengan finalidades y situaciones distintas, y una historia específica. Las diferencias empiezan a perfilarse en los énfasis, modos y procedimientos que surgen como opciones propias de una institución en particular. En el caso de la Universidad Javeriana, una universidad colombiana con domicilio en Bogotá, ¿qué podríamos establecer como distintivos? Los estatutos señalan en primer lugar que se trata de una Universidad Católica y Pontificia, condiciones que compartimos con otros centros de educación superior en nuestro país. A renglón seguido establecen que es una Universidad de la Compañía de Jesús, característica que en nuestro país solamente ostenta la Javeriana. Finalmente, determinan también los estatutos que es una Universidad privada y autónoma. Al respecto de esta última consideración, se precisa que el ejercicio de su autonomía se hace “dentro del orden jurídico y teniendo en cuenta su relación con la santa sede, con la Iglesia Católica en Colombia y con la Compañía de Jesús como entidad fundadora y regente”.

Dicho lo anterior, queda claro que la Javeriana es la universidad, -aquí el artículo definido cobra todo su sentido-, de los jesuitas en Colombia, lo cual, no sólo la diferencia sustancialmente de todas las demás universidades en el país, sino también le impone una exigencia particular, enunciada con precisión en el Decreto 17 de la Congregación General 34 de la Compañía de Jesús que tuvo lugar en 1995: “Para que pueda llamarse institución de la Compañía, una universidad habrá de evaluar y responder periódicamente ante ésta a fin de comprobar si su dinámica se desarrolla o no en línea con la misión de la Compañía”. esta característica exclusiva de la Javeriana en Colombia, que comparte con alrededor de 200 instituciones de educación superior que prestan su servicio en los cinco continentes, explica la presencia de las autoridades de regencia que contemplan los estatutos.

Ahora bien, junto a los estatutos, la Javeriana ha expedido un conjunto de Reglamentos, así como la Misión y el Proyecto educativo Javeriano que desarrollan y especifican su identidad institucional. se debe destacar cómo en estos documentos corporativos se presentan el deber ser de los Profesores y empleados Administrativos que ejercen sus labores en la Universidad, así como también el de los estudiantes, todos ellos miembros de la Comunidad educativa que se enriquece con la presencia y participación de los egresados. Por otra parte, se explicita la forma cómo las funciones universitarias deben desarrollarse en la Javeriana, en el marco de la Formación Integral y la perspectiva de la Interdisciplinariedad, tal como quedó consignado en el Proyecto educativo. No hay que olvidar, sin embargo, que esta identidad de tipo discursivo y la identidad visual que se concreta especialmente en el escudo y la bandera, se someten constantemente a prueba con los hechos institucionales, con las decisiones y el comportamiento de las personas responsables del quehacer de la Universidad. De esta forma, se impone una mediación de lo que la Javeriana es, de acuerdo con los momentos particulares de su desarrollo histórico.

Nuestro mayor desafío, en lo que a Identidad institucional se refiere, consiste entonces en que todos conozcamos debidamente esas opciones e ideales recogidos en palabras e imágenes del hoy y del ayer de la Javeriana, y sobre todo, en que los hagamos vida en la cotidianidad del quehacer universitario.