La FIUC promueve investigaciones multinacionales
Microbiología participa en un estudio sobre fertilidad de los suelos
Dos universidades colombianas, entre ellas la Javeriana, y dos brasileñas, trabajan en un estudio conjunto, que se coordina desde España y que apoya y financia la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC).
Que cuatro universidades de Brasil y Colombia puedan trabajar en un mismo proyecto de investigación, con coordinación española y apoyo administrativo y financiero recibido desde Francia es posible gracias al interés de la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) en promover estudios entre los centros de investigación de las 200 universidades que la conforman. En la actualidad el Centro de investigación de la FIUC apoya desde su sede en París 20 investigaciones en temas estratégicos, como grandes pobrezas, migraciones, desplazados, problemas de toxicomanía, diálogo intercultural interreligioso, medio ambiente, etc. Uno de esos proyectos consiste en buscar alternativas para mejorar la fertilidad de los suelos, con la participación de la Pontificia universidad Javeriana, a través de sus laboratorio de Microbiología ambiental y Biotecnología aplicada; la universidad Católica de oriente, con sede en Rionegro (Antioquia); la universidad Católica de Pernambuco, en Brasil, y la universidad Católica de Pelotas, en río Grande del Sur, del mismo país. El trabajo comenzó hace tres años, bajo la coordinación y dirección científica del instituto Químico de Sarria, de la universidad ramón llUll, en la persona del profesor Miquel Gassiot, ex rector de este centro educativo de Barcelona (España).
La investigación ya se terminó, aunque está pendiente que cada universidad elabore un artículo y se publique una cartilla con los resultados de la fase experimental. Este proceso lo conoció y evaluó positivamente el coordinador científico del Centro de investigaciones de la FIUC, el sociólogo colombiano Pedro Nel Medina Varón, quien recientemente visitó la universidad Javeriana, con motivo de la reunión del Consejo de administración de esta Federación. “El objetivo de este proyecto es a través de biólogos, microbiólogos, ingenieros agrónomos, economistas, trabajar los problemas de la fertilidad de los suelos y ayudar al desarrollo de la investigación agrícola y agraria”, comentó Medina Varón. Agregó que una de las riquezas del proyecto es la posibilidad que ha tenido cada universidad de fortalecerse en otros campos. “Por ejemplo, ahora los microbiólogos de la Javeriana han entrado a interactuar con la agronomía, que es el fuerte de la universidad Católica de oriente”. Por su parte las universidades brasileras aportaron en química y en tratamiento de lodos y su utilización en cultivos.
En la Facultad de Ciencias de la Javeriana se trabajó directamente con una empresa de Villavicencio que se llama Bioagrícola del llano. Adriana Matiz, la investigadora principal, explicó que la idea fue mejorar el tratamiento que ellos hacen de residuos sólidos orgánicos, aplicando inoculantes biológicos producidos en el laboratorio de Biotecnología aplicada, para convertirlos en abono orgánico que mejoran los cultivos de la región, tales como palma, stevia y caña de azúcar, además de zanahoria y brócoli en Rionegro (Antioquia).
La planta de tratamiento de Bioagrícola, aunque es un relleno sanitario, es al mismo tiempo un parque, con zoológico incluido. “Un relleno sanitario no es un botadero de basura, sino un lugar en donde se pueden transformar los residuos para convertirse en abono con suficientes componentes nutricionales para un mejor desarrollo de las plantas”, contó la investigadora. Los beneficios de esta investigación son múltiples porque primero se ataca la contaminación ambiental, y segundo, se propone una alternativa de abonos biológicos que disminuiría el uso de fertilizantes químicos en los procesos de producción agrícola. En el trabajo empezó como investigadora principal del proyecto la docente María Mercedes Martínez, quien hace un año se fue de licencia para Alemania, además de varios estudiantes, pues el proyecto generó muchas tesis de grado, una tesis de maestría, cursos, seminarios, talleres y manuales. una segunda fase o ampliación del proyecto es incierta mientras se entregan todos los compromisos adquiridos con la FIUC. la producción del inoculante se hizo a escala de laboratorio. La aspiración de la investigadora Adriana Matiz es generar una empresa (Spin off) con un posible financiador o socio para producir inoculantes a escala piloto y generar una mayor posibilidad de aplicación, de desarrollo e incluso de venta.
Al respecto el Coordinador Científico del Centro de investigaciones de la FIUC adelantó durante su visita a la universidad Javeriana que las actividades continúan. “Nosotros esperamos poder avanzar en este proyecto con las mismas universidades”. Por ahora, el Consejo de administración de la FIUC se llevó un concepto positivo de ésta y de otras investigaciones en el mundo, lo cual seguramente garantizará continuar con el apoyo a trabajos como el que ya internacionalizó la Facultad de Ciencias.