Enero - Febrero del 2015 | Edición N°: Año 54 N° 1304
Por: Redacción Hoy en la Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



El pasado 26 de diciembre regresaron los 200 misioneros del programa de Misión País Colombia del Centro Pastoral San Francisco Javier que desarrollaron proyectos sociales en 19 lugares de la geografía nacional.

Del 15 al 25 de diciembre 200 javerianos se repartieron por 19 zonas de Colombia  convencidos  de  sus  deseos  de servir  y  de  transformar  la  realidad  del país, de transformar la vida de las comunidades abandonadas por el Estado y de transformarse a sí mismos.

Entre 10 y 12 misioneros conformaron cada grupo que llegó hasta diferentes  poblaciones  de  Bolívar,  Santander, Norte   de   Santander,   Chocó,   Bogotá, Valle del Cauca, Cauca, Meta, Nariño y Amazonas.

“El   programa   tiene   dos   grandes apuestas, por un lado la transformación de los miembros de la comunidad Javeriana que se consolida a partir de la formación que reciben, del encuentro con las realidades concretas de su país y del trabajo en conjunto con las comunidades  que  visitan,  con  ello  garantizamos que en un futuro, el país va a tener profesionales formados integralmente, con un claro énfasis social y comprometidos con el cambio de las problemáticas que aquejan al país. La segunda gran apuesta  es  por  la  transformación  de  las  comunidades con las que trabajamos, este elemento se consolida a partir del trabajo mano a mano, generando proyectos sociales autogestionados a partir de las potencialidades de la zona”, explicó el coordinador de Misión País Colombia, Carlos Felipe Prieto Bolaños.

Agregó Prieto Bolaños que desde Misión País se cree que “cada uno de los ciudadanos  tiene  una  responsabilidad frente a su país y los universitarios no son  la  excepción,  ellos  son  los  llamados  a  poner  en  práctica  todos  los  conocimientos  que  reciben  soñando  con una  transformación,  por  eso  el  anhelo del programa de llevar a la Universidad Javeriana, y con esto me refiero   a los estudiantes,  Facultades,  grupos  de  investigación, Centros, a los rincones del país que más lo necesitan”.

Misión País Colombia lo promueve el Centro Pastoral San Francisco Javier de la  Vicerrectoría  del  Medio  Universitario desde el año 2007, luego de tomar como  base  la  experiencia  de  Misión País Chile, con la característica especial de estar fundamentado en la Misión y Proyecto Educativo de la Javeriana, que busca articular bajo un solo propósito la iniciativa social de los jóvenes universitarios del país.

El programa ha crecido año tras año y  hoy  participan  en  él  estudiantes  de todos  los  semestres  y  todas  las  carreras  de  la  Universidad.  El  promedio  era de 90 a 100 estudiantes por semestre y actualmente se ha duplicado esa cifra, ha aumentado el número de zonas visitadas y la demanda de voluntarios que se inscriben con el deseo de pertenecer al programa ya supera los 400.

 

La voz de los misioneros

Alfredo  Acevedo,  estudiante  jesuita  de tercer semestre de Teología, proveniente de Argentina, cumplió este diciembre su  segunda  misión  como  acompañante espiritual. Primero estuvo en Puerto Wilches  (Santander)  y  después  en  Canaletal (Bolívar).

“Mi  experiencia  en  Puerto  Wilches fue  conocer  otra  Colombia,  la  posibilidad  de  encontrar  gente  con  mucha capacidad y con el desafío de potenciar lo que ya está. Si no fuera por este tipo de  programas  muchos  chicos  nunca tendrían la experiencia de trabajar con gente de otros contextos, de otras realidades.  Eso  es  muy  formativo,  porque son  cosas  que  no  te  dan  los  libros.  Es algo propio de la Compañía de Jesús, la formación integral”.

Agrega  el  estudiante  jesuita  que  la perspectiva  del  programa  no  es  solamente hacer cosas sino que supone una transformación que se va generando en cada  persona.  “El  joven  universitario tiene  sueños,  deseos y se juega por eso y el que está en Misión País  es  alguien  así. En  mi  país  los  universitarios  no «pierden  tiempo”  viniendo  a  algo  así,  sólo quieren estudiar, graduarse y empezar a trabajar.  Acá  el  javeriano  estudia  pero además quiere transformar el país y Misión País es una plataforma para trabajar por un mejor país”.

Ángela  María  Alba  Garzón  es  estudiante  de  noveno  semestre  de  Ingeniería Industrial y ha asistido a Misión desde que ingresó a la Universidad en 2011. Ha estado  en  Condoto  (Chocó), Barrancabermeja   (Santander)   y   San Pablo  (Bolívar),  donde  lo  que  más  la impactó fue la capacidad de resiliencia de  una  comunidad  muy  afectada  por la violencia. “Trabajamos con casi 200 niños y entre 15 y 20 jóvenes que estamos formando como líderes que nos demostraron que a pesar de haber sido tan golpeados por el conflicto quieren seguir luchando por su país y que tienen muchas ganas de aprender”.

Luis  Miguel  Montes  Vásquez,  estudiante de octavo de Literatura y quinto de Historia, tomó la decisión  de  ingresar a  Misión  País  hace dos años y medio, porque sintió que tenía  una  responsabilidad muy grande con el país. Estuvo en Puerto Wilches (Norte de Santander) donde se está desarrollando un proyecto con 40 jóvenes artistas, bailarines y músicos que están creando grandes escuelas artísticas para atraer a los niños y alejarlos del conflicto armado.

“Misión País Colombia es un espacio de  transformación,  donde  se  transforman  los  misioneros,  las  familias,  esta Universidad y el país porque los grandes profesionales  del  futuro  están  viviendo  estas  experiencias,  y  sobre  todo  se transforman las comunidades en que se trabaja. Misión es poder conocer el país desde los lugares, una cosa es leer sobre la realidad y otra vivirla, escuchar la gente, eso es lo que me ha transformado,  descubrir  que  Colombia  es  un  país complejo y hay que ir a los lugares para conocer esas realidad que no muestran los medios y transformarlas”.

 

Comunidad agradecida

María   José   Santodomingo   Granados, estudiante  de  quinto  semestre  de  Sociología y de Ciencia Política, dice que en Misión País encontró que su vida es el servicio. Lleva tres misiones en Condoto (Chocó) y lo describe como el lugar más  increíble  del  mundo.  “Es  llegar  a un lugar totalmente diferente a lo que uno  está  acostumbrado,  pero  además es  recibir  mucho  amor  de  parte  de  la comunidad y tratar de trabajar junto a ellos para mejorar. En Condoto adoran Misión,  todos  los  días  hay  una  invitación a almorzar, a darnos algo de tomar, nos  quieren  y  tratan  de  consentirnos mucho,  no  quieren  que  nos  vayamos. Ellos notan que ha habido cambios, que los niños han cambiado, que la violencia ha disminuido. Hacen que la estadía sea muy cómoda y placentera”.

Paola  Catherín  Hernández  Hernández, estudiante de séptimo semestre de Comunicación Social, vivió este pasado diciembre  una  experiencia  totalmente nueva para ella. Sus primeras misiones fueron en San Salvador (Valle del Cauca) donde afirma que dejó su corazón. Ahora  viajó  a  Obonuco  (Nariño),  para realizar un documental con los indígenas del cabildo indígena. “Fue maravlloso, es totalmente diferente, ellos van a otro ritmo, hablan más despacio, son tranquilos,   escuchamos   sus   historias, sus  tradiciones  y  conocimos  su  lucha por el territorio. Fue algo muy fuerte. Yo entré siendo una Catherín Hernández y ahora soy una versión mejorada”.

Silvia Alvarado Benítez, estudiante de quinto semestre de Microbiología Industrial, ha tenido siempre sus misiones en Huisitó, corregimiento del Tambo (Cauca),  donde  están  trabajando  con  niños y  jóvenes  en  la  construcción  y  empoderamiento  de  un  Centro  Cultural,  que en palabras de ella “es una luz que hace realidad los sueños de niños y jóvenes a través de la cultura y el deporte”.

Agrega que Misión le ha dado fe en el país y en su gente pues ha notado que allá  (una  zona  cocalera)  la  comunidad quiere apostarle a otras formas de vida diferentes al dinero fácil y están cambiando los cultivos ilícitos por el cacao. “Además  creo  que  los  jóvenes  son  el motor, son todo, porque están dispuestos a darse a la comunidad por amor, sin otras pretensiones”.

 

Proyección social

Tatiana Reinoso, Agente de Pastoral encargada  del  área  de  proyección  de  social  del  Programa,  es  quien  diseña  los proyectos para cada zona, con base en un diagnóstico que se hace en las misiones  previas.  “Misión  País  antes  funcionaba basado en las necesidades que manifestaban  el  párroco,  el  profesor  o el contacto en cada población, ahora se realizan  encuentros  participativos  con la comunidad, en la que ellos dicen en qué proyecto quieren recibir el apoyo de Misión País. Trabajamos con un enfoque participativo y apreciativo, nos cogemos de los potenciales de las comunidades y no desde lo problemático”.

Las  líneas  principales  de  proyectos son las escuelas de liderazgo, enfocadas a potenciar lo cultural y lo artístico o a formar formadores; los centros culturales, de los cuales se han realizado tres; proyectos de círculos de lectura, especialmente  en  poblaciones  donde  hay muchos niños y pocos jóvenes o adultos, a los cuales se les enseña lectoescritura,  habilidades  sociales,  comunicación y  expresión  corporal;  proyectos  ecológicos; y un programa de reconstrucción de memorias y prácticas ancestrales con los indígenas Quillacinga en Pasto.

Se planearon actividades a un año o máximo a año y medio, pero con la idea de permanecer más tiempo en las zonas fortaleciendo  lo  que  están  haciendo  o iniciando nuevos proyectos.

Para  Tatiana  Reinoso,  Misión  País  le ha permitido cambiar la concepción de pobreza y bienestar. “Para mí es descubrir que en realidad no son poblaciones vulnerables, tal vez abandonados por el Estado, pero pobres no son, necesitadas no son, inclusive son más felices que la vida que uno tiene en la ciudad. En realidad no es que necesiten de nosotros, más  bien  sería  al  contrario.  Me  gusta que el programa llega a lugares donde nadie llega”.

“El javeriano estudia pero además quiere transformar el país y Misión País es una  plataforma  para  trabajar por un mejor país”.

ZONAS ACTIVAS MPC 2014 – II

  1. La Perimetral – Cartagena
  2. Flor del Campo – Cartagena
  3. Pachelli – (Tibú, Nte. Santander)
  4. Canaletal – Sur de Bolívar
  5. San Pablo – Sur de Bolívar
  6. Puerto Wilches – Santander
  7. Barrancabermeja – Santander
  8. Condoto – Chocó
  9. Fontibón – Bogotá
  10. Tabor y Sonora (Trujillo, Valle del Cauca)
  11. Cocuyos – (Ginebra, Valle del Cauca)
  12. San Salvador – (Restrepo, Valle del Cauca)
  13. El Silencio – (Restrepo – Valle del Cauca)
  14. Huisitó – Cauca
  15. La Macarena – Meta
  16. San Gerardo – (San Lorenzo, Nariño)
  17. Obonuco – Pasto
  18. Chapacual (Yacuanquer, Nariño)
  19. San Francisco – (Pto. Nariño, Leticia)

ZONAS ANTIGUAS MPC

– Buenaventura – Valle del Cauca

– Tame – Arauca

  • – Santa Helena del Opón – Santander

– Líbano – Tolima Hispania

– Antioquia Jericó – Antioquia Amagá

– Antioquia Camilo Ce – Antioquia

– Tierra Alta – Córdoba

– Florián – Santander

-San Vicente del Caguán – Caquetá

– Acacías – Meta

– Santa Rita – Cartagena Barranquilla

– Atlántico Arroyo de Piedra – Cartagena

– Aguachica- Cesar

– Buena Esperanza – Nte. Santander

– San Ignacio del Opón – Santander

– Arauquita – Arauca

– El Dorado – Bogotá

– Cachipay – C/marca

  • – San Cayetano – C/marca

– Ciudad Bolívar – Bogotá

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

con el cambio de las problemáticas que aquejan al país. La segunda gran apues- ta  es  por  la  transformación  de  las  co- munidades con las que trabajamos, este elemento se consolida a partir del tra- bajo mano a mano, generando proyec- tos sociales autogestionados a partir de las potencialidades de la zona”, explicó el coordinador de Misión País Colombia, Carlos Felipe Prieto Bolaños.

Agregó Prieto Bolaños que desde Mi- sión País se cree que “cada uno de los ciudadanos  tiene  una  responsabilidad frente a su país y los universitarios no son  la  excepción,  ellos  son  los  llama- dos  a  poner  en  práctica  todos  los  co- nocimientos  que  reciben  soñando  con una  transformación,  por  eso  el  anhelo del programa de llevar a la Universidad Javeriana, y con esto me refiero   a los estudiantes,  Facultades,  grupos  de  in- vestigación, Centros, a los rincones del país que más lo necesitan”.

Misión País Colombia lo promueve el Centro Pastoral San Francisco Javier de la  Vicerrectoría  del  Medio  Universita- rio desde el año 2007, luego de tomar como  base  la  experiencia  de  Misión País Chile, con la característica especial de estar fundamentado en la Misión y Proyecto Educativo de la Javeriana, que busca articular bajo un solo propósito la iniciativa social de los jóvenes universi- tarios del país.

El programa ha crecido año tras año y  hoy  participan  en  él  estudiantes  de todos  los  semestres  y  todas  las  carre- ras  de  la  Universidad.  El  promedio  era de 90 a 100 estudiantes por semestre y actualmente se ha duplicado esa cifra, ha aumentado el número de zonas visi- tadas y la demanda de voluntarios que se inscriben con el deseo de pertenecer al programa ya supera los 400.

 

La voz de los misioneros Alfredo  Acevedo,  estudiante  jesuita  de tercer semestre de Teología, provenien- te de Argentina, cumplió este diciembre su  segunda  misión  como  acompañan- te espiritual. Primero estuvo en Puerto Wilches  (Santander)  y  después  en  Ca- naletal (Bolívar).

“Mi  experiencia  en  Puerto  Wilches fue  conocer  otra  Colombia,  la  posibi- lidad  de  encontrar  gente  con  mucha capacidad y con el desafío de potenciar lo que ya está. Si no fuera por este tipo