La pregunta por la espiritualidad
En cualquier momento de la vida y del día, los javerianos tienen la oportunidad de conectarse con su ser interior y, a través del arte y la creatividad, reflexionar sobre lo que necesitan encontrar respuesta.
La pregunta por la espiritualidad es amplia y compleja de abordar, pues implica la confrontación con preguntas sobre el sentido de la vida, el anhelo de armonía, la realización personal, la búsqueda y alcance de la felicidad, las creencias, la religión, los valores, etc…; preguntas ante las cuales no existe una única o respuesta correcta. Por ello, el Centro Pastoral San Francisco Javier considera que la pregunta por la espiritualidad es importante para el ser humano, y programas como ‘Vida Interior en Contextos’ invita a los estudiantes, con respeto hacia sus creencias y particularidades, a permitirse un momento para despertar y conectarse con su vida interior en la cotidianidad. Dos de las experiencias que buscan articular la espiritualidad con la cotidianidad son: Laboratorios AEDEA- ArtEspiritualidad y ‘Ponle color a tu vida’. El primero busca, a través del arte, que los participantes experimenten la capacidad de sentir y gustar las cosas internamente, así como reconocer el discernimiento como elemento fundamental para vivir la espiritualidad en la cotidianidad. Por su parte, ‘Ponle color a tu vida’ es un corto espacio de interacción abierto a cualquier persona que transite por el campus para hacer un alto en la rutina, tomar aire y mirar la propia vida de manera creativa. Estas experiencias buscan crear espacios que, a través de preguntas, generen inquietudes o reflexiones.
Compartir preguntas Laboratorios AEDEA-ArtEspiritualidad y ‘Ponle color a tu vida’ tienen dos elementos fundamentales: primero, la espiritualidad ignaciana en diálogo con la diversidad de credos y formas de ver la vida de los javerianos. Segundo, un slogan del Centro Pastoral hace unos años: “No conocemos las respuestas, pero compartimos tus preguntas”. Estos no son espacios para dar respuestas, pero sí para abrir oportunidades de encuentro con personas de diferentes orígenes y creencias, donde se comparten inquietudes, búsquedas y se favorece un enriquecimiento personal y comunitario. María Camila Ferrucho, estudiante de Microbiología Industrial y gestora de ‘Ponle color a tu vida’, afirma: “me sirvió para aprender que a veces no sólo vivimos en la rutina, sino que debemos parar, tomar aire y despejar nuestras mentes para lograr lo que más queremos”. O como una estudiante que participó de los Laboratorios AEDEA: “Sobre todo me llevo la experiencia de encontrarme a mí misma en relación con los demás”.
Yo y los demás La diversidad es algo que se vive a diario en el campus y representa una valiosa oportunidad para promover, no sólo el respeto y la tolerancia, sino el espíritu de acogida y hospitalidad dentro de la comunidad educativa. Esto implica una visión de servicio donde se invita a dar y recibir gratuitamente lo más auténtico de cada uno. Así lo afirma Laura Camila Torres, estudiante de Diseño Industrial y gestora de ‘Ponle color a tu vida’: “He aprendido a retarme y a siempre tratar de dar un poco más de mí para los otros. Cada interacción me ha permitido darme a conocer y conocer los colores que tienen la vida de los demás”. Lo más gratificante es generar un momento diferente dentro del día y la rutina, conocer nuevas personas y hacer la invitación a tener una pausa y generar la inquietud por la espiritualidad, despertar esa conexión con su vida interior.