Agosto 2021 | Edición N°: 1370
Por: Karem Priscila Díaz Díaz | Periodista de la Dirección de Comunicaciones

Analizar la crisis por la que están pasando los medios de comunicación tradicionales, el papel de redes sociales y los nuevos medios a la hora de informar fue el tema del séptimo foro Javeriano sobre la coyuntura y el futuro de Colombia.


Los medios de comunicación están en crisis. En crisis financiera, de reputación, de credibilidad y pérdida de audiencias. La imagen de la prensa ha caído y la gente prefiere informarse por internet y no a través de medios tradicionales. Es una realidad que cada vez coge más fuerza.

A lo anterior, se suma que los nuevos medios, el contexto en el que ahora los ciudadanos son los reporteros de lo que sucede en las calles y el auge de la desinformación como estrategia política y comercial profundizan más la crisis de los medios de comunicación, no solo tradicionales, sino también de los nuevos medios, dando paso a las noticias falsas y la polarización.

Este fue el tema de análisis del séptimo Foro Javeriano sobre la coyuntura y el futuro de Colombia: Medios y comunicación, que se realizó en dos sesiones transmitidas por el canal de YouTube y Facebook de la Javeriana el 29 de julio y 5 de agosto pasados.

Los invitados de la primera sesión: Germán Rey, profesor de la Maestría en Comunicación, Tecnología y Sociedad; Ginna Morelo, directora de la Maestría en Periodismo Científico; Estefanía Colmenares, directora del diario La Opinión; y María del Mar Quintana, editora digital de El Heraldo, coincidieron en que la financiación de los medios de comunicación tradicionales es un aspecto importante de la actual crisis que viven.

“En el afán de conquistar lo nuevo se nos está olvidando el origen de este ejercicio y la enorme responsabilidad que tenemos con las audiencias”, Gina Morelo.

“La crisis de sustentabilidad y sostenibilidad de los medios es algo poderoso que afecta muchos de los procesos que se desarrollan en los medios de comunicación. Es necesario buscar salidas para ello”, comento Gina Morelo. A lo que Estefanía Colmenares agregó: “el modelo tradicional de sustentabilidad de los medios, con el cual funcionaron muchos años, ya no funciona, porque ha tenido una disrupción grande con la llegada de internet y las redes sociales, donde cada ciudadano puede hacer la labor de comunicar cosas”. Con ella también coincidió Ernesto Cortés, editor general de El Tiempo y profesor de la carrera de Comunicación Social de la Javeriana, al afirmar que la crisis que están viviendo los medios “viene desde hace 15 años de la mano de toda la revolución tecnológica y la dinámica de las redes sociales, que empoderaron a las audiencias y los ciudadanos supieron sacarle provecho”.

Sin embargo, Germán Rey comentó que “estos cambios no vienen de ahora o porque se inventó internet. Sino desde hace muchos años y aspectos, donde la gente ya no se siente representada y tiene otras necesidades”, y, citando a Alessandro Baricco en uno de sus últimos libros, explicó que “la revolución tecnológica no es una revolución de las plataformas, de los dispositivos y modos de relación digital, sino fundamentalmente una revolución mental, cultural y social”.

De acuerdo con esta última frase citada por el profesor Rey, ahí se encuentra la falencia de los medios de comunicación tradicionales que les ha costado trabajo adaptarse a los nuevos formatos y maneras de consumo de la información de las audiencias. “Creo que los medios y los periodistas hemos tenido ciertas dificultades o miedos, que considero normales, a proponer, a transformarnos a los nuevos formatos, en unos afanes que nos deja poco tiempo de reflexionar”, expresó María del Mar Quintana. “Todos los días tratamos de conquistar a las audiencias con formatos novedosos que las descresten, pero no logramos que ellas se queden con nosotros (…) y en el afán de conquistar lo nuevo se nos está olvidando el origen de este ejercicio y del oficio, y la enorme responsabilidad que tenemos con unas audiencias que hoy día son actores, participan, nos cuestionan y nos auditan”, explicó Gina Morelo.

Desinformación y polarización

El hecho de que hoy en día sean los ciudadanos de a pie quienes registran de forma inmediata lo que sucede en las calles, grabando con sus teléfonos celulares audios, videos y tomando fotos para luego publicarlas en sus redes sociales sin mayor filtro o reflexión que la emoción del momento o su opinión, ha causado también una multiplicación de la información donde circulan muchas versiones de la historia y ya no hay una sola verdad, dando paso a la desinformación y, quienes se unen con comentarios y opiniones distintas, a la polarización.

“La desinformación no es un fenómeno nuevo, pero sí está adquiriendo condiciones y una significación muy importante nunca vista (…) Esto se ata a que los medios de comunicación en internet están produciendo volúmenes de información que, si las empresas privadas y los estados quisieran, es muy difícil controlar y esos relatos de desinformación se producen cada vez más frecuentes y con más velocidad en unos medios que premian la rapidez más que la reflexibilidad y la reflexión (…) además, porque según estudios, las noticias de desinformación fluctúan mucho más rápido cuando sus contenidos son más exagerados”, explicó Juan Federico Pino, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Javeriana, en la segunda sesión del Foro.

De acuerdo con Andrés Lombana, profesor de la Facultad de Comunicación y Lenguaje, en este punto es necesario considerar que “los ciudadanos [en las redes sociales] están escuchando solo un tipo de información que está muy relacionada con sus sesgos [y las plataformas de estas redes] son espacios corporativos que han creado unas reglas de interacción, unos algoritmos que le dan a la gente lo que les gusta, porque son empresas que tienen intereses económicos, la publicidad es el negocio, no la democracia”.

Los invitados de esta segunda sesión, en la que también participó Patricia Muñoz Yi, directora de la Maestría en Estudios Políticos, estuvieron de acuerdo en que es necesario formar y educar a los ciudadanos a comprender lo que significa vivir en ecosistemas de medios donde la forma como funcionan es ganando clics y la consecuencia de hacer un retuit o dar un favorito, de tal forma que la desinformación genera mayor flujo, lo que la sigue haciendo más rentable y difícil acabar. Sobre todo, en momentos donde las instituciones y los medios tradicionales de comunicación, que serían los llamados a hacer una veeduría de la información que circula en redes, han perdido la confianza, “lo que es muy grave, porque antes, ahora y en el futuro los medios de comunicación viven de la confianza y la credibilidad que tienen de sus audiencias”, concluyó German Rey.

Aquí puede escuchar las dos sesiones del Foro:

Primera sesión: Crisis de los medios tradicionales, medios comunitarios y nuevos medios.

Segunda sesión: Plataformas de comunicación digital, desinformación y polarización.