Julio 1986 | Edición N°: 915
Por: Fernando Leal Garzón | Vice-Rector Administrativo



Fernando Leal Garzón – Vice-Rector Administrativo

La Universidad Javeriana es una entidad sin ánimo de lucro y de carácter privado. Estas dos notas significan, por una parte, que la Universidad está exenta de ser gravada con el impuesto de renta y complementarios, y por otra parte que debe proveerse sus propios recursos. Estos recursos provienen de las matrículas pagadas por los estudiantes en un 74%, y el saldo del 25.4% es obtenido mediante la realización de otras actividades como la Educación Continuada, la prestación de servicios, asesorías e investigaciones que la Universidad realiza, y que en buena parte son financiadas por entidades oficiales y privadas, nacionales o extranjeras. Vale la pena mencionar igualmente, el aporte con carácter de donación que hace la Compañía de Jesús anualmente a la Universidad.

Frecuentemente los aspirantes a las Universidades Privadas y sus familias, se preguntan cual es la razón para que los valores de la Matrícula sean tan elevados, comparados con los de las Universidades Públicas.

La afirmación anterior no es absolutamente cierta. En muchos casos si dividimos el valor de la matrícula por el número de meses que tiene el período académico, nos encontramos con que el Estudiante pagaba más en el colegio que en la Universidad. Por otra parte, los estudios comparativos de costos de nuestras facultades, con los costos de las similares en Universidades Públicas, han resultado menores. La diferencia radica en que el costo de la Universidad Pública es asumido por los contribuyentes, vía Presupuesto Nacional, mientras que en la Universidad Privada es el estudiante; cuya familia hace un doble aporte educativo: de una parte ayuda al sostenimiento de la Universidad Pública mediante el pago de sus impuestos, y de otra asume el costo de la educación de los hijos en la Universidad Privada.

Hay que destacar que la Universidad no recibe suma alguna como aporte del Gobierno Colombiano a nivel Central, Departamental o Municipal, ni para sus gastos de funcionamiento, ni para los de inversión.

De la anterior situación se desprende necesariamente, que los estudiantes o sus familias, a través de las Matrículas, deben aportar y contribuir para que la Universidad no sólo funcione adecuadamente, sino para que mantenga, renueve y mejore sus instalaciones físicas, sus equipos, y sus laboratorios que han de servir no sólo a ellos, sino a las generaciones venideras, de la misma manera que los estudiantes que pasaron por estos claustros, aportaron a todas las instalaciones y servicios con que cuenta la Universidad actualmente.

Nuestro campus de 16 Hectáreas de extensión, y 59.000 metros cuadrados de construcción, demanda de cuantiosos gastos originados en la necesidad de atender una población de aproximadamente 11.0000 estudiantes, 2.048 profesores, 756 empleados administrativos, más la población flotante compuesta por estudiantes de educación continuada, visitantes del Hospital y la Universidad, pacientes, proveedores, y contratistas que pueden ser unas 1.000 personas más.

Con todo, siempre han sido más elocuentes las cifras que cualquier otro argumento; en nuestro caso es necesario que miremos algunos datos que por sí solos reflejan la magnitud, y el volumen de las operaciones que debemos realizar en un año:

Cifras en millones de $

Servicios públicos (agua, luz, teléfono) 106.9

Vigilancia y aseo 105.5

Contratos de mantenimiento 63.5

Elementos de oficina y suministros 207.8

Valorización e impuesto predial 20.0

Reactivos y elementos de laboratorio 127.4

Compra de equipos de laboratorio y especiales 104.1

Remodelación y construcción de edificios 82.4

Sin embargo, ninguno de los anteriores gastos alcanza la magnitud de los servicios personales. Las actividades de Docencia, e Investigación, por naturaleza requieren de mucho personal: profesores, investigadores, monitores, auxiliares de laboratorio, etc. La remuneración de las personas del Área Académica, más las que pertenecen al Área del Medio Universitario, y al Área Administrativa, demandan anualmente una suma de $1.416 millones.

En resumen, los gastos en que incurre la Universidad, son en buena parte la expresión de ese deseo de mantener no sólo la excelencia académica, sino el liderazgo como una de las mejores entidades de Educación Superior en Colombia.

Mientras subsista el esquema de que son los estudiantes y sus familias, los llamados a financiar el 100% de los Costos de la Educación Superior, y mientras el Estado Colombiano se mantenga al margen de ese proceso de financiación, será muy difícil que los Valores de la Matrícula se puedan congelar, y menos disminuir.

La Universidad está inmersa dentro de la sociedad Colombiana, cuya economía se caracteriza por un continuo proceso inflacionario, lo cual supone el constante incremento en los precios de la papelería, los reactivos, los salarios, los impuestos, los servicios, y en general en todos los costos.

La Universidad no puede sustraerse a ese proceso; mientras esperamos que el Estado asuma el papel que le corresponde, nosotros seguiremos los esfuerzos por fortalecer nuestro fondo de Crédito Educativo, y facilitaremos al mayor número de estudiantes posible la forma de pago. Sin embargo, todos sabemos que tales esfuerzos no son suficientes.

Entre tanto, debemos continuar nuestra labor, enfrentando el reto de como utilizar de manera más eficiente el dinero recibido, y así contribuir a aliviar el esfuerzo económico que cada semestre de-ben hacer nuestros estudiantes y sus familias.