Nohora Parra, periodista, diplomática y cupido
Ingresó a estudiar periodismo y radiodifusión en la Javeriana en 1959,luego trabajó en el periódico El Tiempo donde conoció a Gloria Pachóny a Luis Carlos Galán y posteriormente inició una carrera diplomática que la llevó a radicarse en París, donde hoy vive
Después de escucharla hablar durante hora y media no queda duda de que una de sus grandes cualidades es narrar historias, no en vano es reconocida como una gran cronista. Sus primeras líneas las escribió como estudiante para Hoy en la Javeriana, y luego su firma apareció en medios como El Tiempo, El Espectador, Cromos y la revista Diners. Su memoria, pero sobre todo su gracia para repetir diálogos que ocurrieron hace muchos años, hicieron que la risa de sus interlocutores fuera protagonista de la entrevista que le concedió Nohra Parra Martínez a la revista Hoy en la Javeriana, medio del cual fue una de las fundadoras en 1961. “Venía yo en el carro de ella, un Chevrolet grande azul con gris y le pregunté: -¿Tú por qué no tienes novio?, ¿de quién estás enamorada? -Tratando de que callera-. Era un viernes, 6:00 de la tarde, por la carrera séptima, y no pude guardar más el secreto: -Hay una persona que está muy enamorada de ti. Se ofuscó mucho y me dijo: -Dime, dime quién es, y le conté: -Es Luis Carlos Galán. Veníamos por acá por la Javeriana, por la esquina de la 39, y apenas escuchó ese nombre se le encunetó el carro, casi nos matamos”. Esta historia, narrada así por Nohra Parra, ocurrió en 1968, año en el cual, gracias a ella, empezó el noviazgo entre sus grandes amigos Luis Carlos Galán Sarmiento y Gloria Pachón Castro, a quienes ella conoció en el periódico El Tiempo, medio para el cual trabajó durante 11 años. Por esos días ella y su novio, el arquitecto Carlos Nieto Simanca, planearon todo para que los dos enamorados superaran la etapa de las miradas tímidas. “Los invitamos a almorzar a un piqueteadero en Cajicá e hicimos la trampa de decirle a Luis Carlos que llevara su carro, porque nosotros seguíamos luego para Tunja, y mentira. Hicimos el show –uy se nos hizo tarde, acaben ustedes el café, tenemos que salir corriendo. Los dejamos, y de ahí para allá el noviazgo, la imaginación y todo lo que ustedes quieran”. Luis Carlos y Gloria fueron a su matrimonio y Nohra y Carlos fueron al de ellos con algunos meses de diferencia. “Gloria se vistió en mi casa y salió de allí para la iglesia”. Tuvieron los hijos casi al tiempo y los educaron en el mismo colegio en Bogotá e incluso en París, donde trabajaron juntas en puestos diplomáticos, después del asesinato de Galán.
Periodista javeriana
Nació en Jesús María (Santander), de familia liberal, llegó a Bogotá muy niña, exiliada por la violencia política de la década del 50. Ingresó en 1959 a la Javeriana y se graduó con el título de Licenciada en Periodismo y Radiodifusión, en la época en que era decano de la Escuela de Periodismo el padre Rafael Arboleda, S.J. “Recibimos muy buenas bases de derecho, de música y de todo lo cultural en general, pero además el periodismo propiamente dicho fue muy completo. Aprendimos a diagramar, a armar, montar, editar, imprimir… En esa época imperaba la prensa escrita, había radio, pero no como es hoy y la televisión era muy reciente y no era tan importante. También vimos Redacción Periodística, Lenguaje, Corrección y Estilo, Crónica, Reportaje, Entrevista, Opinión, Ética, Mecanografía y Taquigrafía para tomar las notas, porque se usaban muy poco las grabadoras, pues eran muy grandes”. De los profesores recuerda sus apodos, como el señor Goss, que realmente era la marca de la rotativa en la que se imprimía el periódico o el profe Tipómetro, que era el nombre de una regla para medir los cuerpos de letras, las fuentes, las interlíneas… “De acuerdo con los instrumentos de trabajo cada estudiante le iba poniendo su sobrenombre”. En su memoria también están grandes periodistas de los cuales recibió clases como Eduardo Camargo Gámez y compañeras de estudio como Teresita Macía, Mery Reyes y Marta Izquierdo Puyana. Fue en ese contexto, en clase de Redacción, que surgió Hoy en la Javeriana. Era una hojita, hecha en máquinas de escribir. “En las horas libres empezamos a practicar por los alrededores, a hacer encuestas, a escribir noticias cortas, lo que en periodismo se llamó bocadillos, sobre la carrera y la Universidad y tuvimos mucho eco. Los mismos profesores se encargaron de llevar a los grandes medios nuestra hojita en mimeógrafo”. El boletín salía cada ocho días. “Esa experiencia me ha servido toda la vida, ese poder de síntesis, en cinco o seis renglones resumir toda una muy buena noticia. Nosotros mismos nos parábamos en la entrada, en el hall, en la capilla distribuyendo, cuidando que no se fueran a limpiar las manos con nuestros papeles. Así nació Hoy en la Javeriana, por eso mi gran sorpresa encontrar hoy una revista”.
Política y diplomacia
Cuando salió del periódico El Tiempo, trabajó como asesora de la Directora del instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Marina Uribe de Eusse, con quien también trabajó luego en el Ministerio de Educación durante el gobierno de Virgilio Barco, hasta que Luis Carlos Galán le pidió que trabajara para su campaña presidencial como secretaria privada. Después del asesinato de Galán Gloria Pachón fue nombrada en la Embajada de Colombia en Francia y se llevó a Nohra. Estuvieron juntas tres años y luego la canciller Noemí Sanín la nombra en Ginebra (Suiza) como Ministra Consejera del embajador ante las Naciones Unidas Guillermo Alberto González. Volvió a Colombia en 1996, pero en París se quedaron sus hijos, sus nueras y sus nietos, por lo que no dejó de viajar dos veces por año, por tres razones: “Como mamá vigilando que mis hijos no se descarriaran, para ayudarles como abuela y por el exquisito gusto de estar en esa ciudad”. En Colombia tuve un programa de televisión, también en la Radio Nacional de Colombia y escribió para Cromos, Diners y El Espectador. Además continuó con las asesorías internacionales en Unicef, Unesco, el Programa Mundial de Alimentos y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Se pensionó y se radicó definitivamente a París en el año 2012. “Estoy feliz, dedicada a ser mamá, abuelita y a escribir sobre mi experiencia en la política, en el turismo, en la salud, en la economía, en todas mis fuentes de trabajo, pero especialmente en la cultura que ha sido mi leitmotiv”