Una vez más los colombianos fuimos sorprendidos por una serie de atentados terroristas que, no solo cobraron vidas humanas y dejaron heridos, sino cuantiosos daños en infraestructura. De la misma manera, en lo corrido de este nuevo año, hemos registrado numerosas voladuras de oleoducto con las ya conocidas y muy graves consecuencias tanto para la producción de petróleo como para el medio ambiente, patrimonio de todos nosotros y de las generaciones por venir. Estas manifestaciones de un grupo insurgente que de tiempo atrás hizo opción por la violencia, y que cree que con este proceder puede presionar al Gobierno y al país para que atiendan sus exigencias, se dan en un delicado periodo histórico de nuestra Patria, en el cual[…]