“La presidenta Cristina Fernández defiende que el Papa es argentino, y tiene toda la razón, Dilma Rousseff sostiene que Dios es brasilero, y de seguro que sí, pero el paraíso está en Ecuador”. Con este apunte humorístico, el Presidente Correa le daba la bienvenida a Quito a Francisco, mientras él sonreía muy gustoso. Muerto de cansancio por 13 horas de viaje y 4 de encuentro con la multitud, Francisco, quien se halla descansando en la Nunciatura quiteña, no aguanta las ganas y sale a la puerta para acoger a la gente que lleva horas orando y cantando mientras el Papa reposa. Estos gestos y acciones de gran calor humano nunca los habíamos visto antes en una Papa. Por esto Francisco[…]