En julio de 2017, la sala civil de la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó a varias instituciones, entre ministerios, fundaciones zoológicas y corporaciones autónomas regionales a poner en libertad a un oso de anteojos, en una decisión sin precedentes en la que determinó que los animales son “seres sintientes y sujetos de derechos”. “Lo que sin duda los humanos compartimos con los animales (…) es la calidad de seres sensibles y sufrientes”, Carlos Gaviria. Esta precisión abrió una conversación sobre los derechos de los animales y los deberes de la sociedad frente a ellos, que ya había sido planteada por varios juristas y académicos nacionales, como Carlos Gaviria Díaz. En una de febrero de 2015, el exmagistrado escribió:[…]