De todos es conocida la expresión «identifíquese», usada por las autoridades para solicitar a un individuo su cédula de ciudadanía o pasaporte, es decir el documento que certifica su identidad. Junto a la fotografía del rostro, la impresión de la huella dactilar y la firma, aparecen unos cuantos datos, lugar y fecha de nacimiento, estatura, grupo sanguíneo y sexo, que permiten reconocer a una persona en particular. en el caso de las instituciones sucede algo similar, y podría decirse que los estatutos son su documento de identidad. En ellos se consignan la naturaleza y características de la entidad, sus objetivos y también las líneas generales de su organización y gobierno, aparte, por supuesto, de su nombre, domicilio y personería jurídica.[…]