Un vigilante que preserva su cultura Yanacona
Néstor Enrique Tintinago Paz es uno de los 25 mil indígenas que conforman la comunidad Yanacona en Colombia. Como él, miles de nativos han tenido que dejar su territorio en el departamento del Cauca, por culpa del desplazamiento forzado. Los Yanaconas tienen hoy 31 cabildos indígenas en diferentes puntos del país: 18 están en Cauca; 6, en el Huila; 4, en Putumayo; otros, en Amrneia, Cali y Bogotá. En el cabildo de la capital del país, ya hay 104 familias, conformadas por cerca de 350 indígenas. La función de los cabildos es mantener siempre la unidad y las costumbres. “Nosotros nos reunimos para debatir, pero más que todo para conservar nuestra cultura, las chirimías, la danza…, para inculcarles todo eso a los niños que han nacido dentro de las ciudades”, afirmó Néstor Enrique Tintinago, quien llegó hace cinco años a Bogotá y desde hace dos años y medio trabaja en la Universidad Javeriana, como vigilante de la empresa Corviseg.
Tintinago Paz nació en el corregimiento Río Blanco, del municipio de Sotará (Cauca), pero tuvo que huir cuando recibió amenazas por presentarse a las elecciones para el Concejo con el aval del Partido Liberal.
¿Cómo ha sido ese cambio de vivir en su comunidad a tener que subsistir en Bogotá? Es duro tener que llegar a un sitio donde hay discriminación; si a uno lo ven acá con ruana y sombrero los taxis no paran, entonces toca cambiar hasta la forma de vestir. Las diferencias en las costumbres son enormes, por ejemplo, acá si no hay plata no hay nada, en cambio en nuestro territorio, haya plata o no, de todas maneras nosotros tenemos el pan de cada día, porque manejamos el trueque.
¿Qué otras características tiene su comunidad indígena? Es un pueblo unido, donde lo esencial es el valor a la palabra, eso es la honestidad para nosotros. Además se mane
ja el derecho interno, tenemos nuestra propia justicia.
¿Cómo llegó a la Universidad Javeriana? Llegué por intermedio de la empresa Corviseg, y me siento muy satisfecho. Gracias a mi Dios he tenido una buena acogida con todos los directivos y me han tratado excelente, empezando por el señor Rector. Me siento orgullo de estar acá.
¿Ha regresado a su tierra? A vacaciones fui hace dos años. Allá está mi mamá y un hermano. La situación ha mejorado un poco, pero todavía hay conflicto. Como indígenas siempre les hemos dicho a las partes enfrentadas que nosotros somos neutrales, pero eso a veces no lo respetan ni de un lado ni del otro.
¿Usted es casado, tiene hijos? Sí, soy casado, tengo 2 hijos, uno vive en Huila y el otro vive conmigo acá, le faltan tres semestres para graduarse de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional.
¿Ha pensado en regresar? Desde el 2007 terminé mi periodo como concejal y podría regresar, pero estoy esperando a que mi hijo se gradúe para poder volver