Abril 2018 | Edición N°: Año 57 No.1336
Por: Lucía Camargo Rojas | Comunicadora del Sistema de Bibliotecas Javeriano



Alrededor de 15 mil discos compactos y seis mil acetatos de la colección de música de Javeriana Estéreo se trasladaron a la Biblioteca General, Alfonso Borrero Cabal, S.J. Una colección de más de 40 años que seleccionó lo mejor del rock, jazz, salsa, música clásica, colombiana y del mundo..

Cuenta el padre Alberto Múnera, S.J. que, en el año 1977, unos días antes de que saliera al aire la nueva Emisora Javeriana, se encontró en la playita frente al Hospital San Ignacio a un estudiante que estaba vendiendo unos 200 discos de acetato de Deutsche Grammophon. El padre Múnera, quien actualmente es docente de la Facultad de Teología, estaba a punto de lanzar la emisora y no contaba con material para alimentar los programas, por lo que le compró la totalidad de los discos al estudiante con presupuesto de la Facultad de Estudios Interdisciplinarios, de la que era decano. Con esos acetatos, y con donaciones que realizaron padres jesuitas de sus propios acetatos, inició la colección de música de la Emisora Javeriana. Jürgen Horlbeck recuerda que cuando fue nombrado director de la emisora en 1983 había dos mil acetatos con música de diferentes géneros, incluida la denominada “música brillante”, por lo que eliminó los discos que consideraba no cumplían con un estándar de calidad. Posteriormente contribuyó a que la identidad de la colección se perfilara con la creación de una nueva parrilla de programación, entre 1987 y 1990, que hasta el día de hoy sigue siendo la base de Javeriana Estéreo, nombre que adoptó en 1989. Guillermo Gaviria, director de la emisora entre 1997 y 2014; John Sánchez, director de programación; y Olga Lucía Sánchez, docente de la Facultad de Comunicación, con el apoyo de Horlbeck, crearon una parrilla que iniciaba con canto gregoriano, música colombiana y clásica. Al medio día se emitía música de la nueva era y en el horario de la tarde clásicos del rock y música del Brasil. Después de las seis de la tarde se incluía jazz, salsa y más rock, y se finalizaba con canto gregoriano. Los viernes y sábados se emitía salsa. Por supuesto, la emisora requería de todos esos géneros musicales para alimentar la programación. Una de las maneras de conseguir discos compactos, el nuevo formato de aquella época, consistió en comprarlos en los viajes que realizaron Horlbeck y Gaviria a Estados Unidos. El primero lo hizo en los años 85, 87 y 88, y el segundo en los noventas. También se crearon procesos de canje con disqueras. La emisora les emitía cuñas a cambio de que se les permitiera elegir un número de discos compactos mensual o semestral. Este método fue uno de los más constantes para alimentar la colección, especialmente con Tango Discos en la década del 2000 hasta 2017. “El programador iba a Tango y escogía lo que consideraba que podía mejorar su franja. Siempre había una selección”, explica Gaviria. “Los estudiantes eran las mejores antenas, porque eran los primeros interesados en que la música que emitían en su franja fuera la mejor”, agrega Horlbeck.
De
acuerdo con Miguel Carvajal, docente de la Facultad de Comunicación y quien tuvo diversos cargos en la emisora, los diferentes directores de programación han tenido una estética curatorial muy similar en cuanto al concepto estético de Javeriana Estéreo, “porque de una u otra forma siempre han estado relacionados con la emisora a partir del gusto por la buena música”. Así, todos han manejado un concepto básico de cuáles son los buenos sellos y han acudido a listados especializados de nuevos artistas. Además de los canjes, la colección también se alimentó con material que enviaban las casas matrices con los promotores musicales o con los mismos artistas que iban a hacer su trabajo de prensa a los estudios. “Hay discos autografiados por Totó la Momposina, Los Gaiteros de San Jacinto y otros artistas, que van a volverse muy valiosos”, explica Carvajal. La colección también se fortaleció de cientos de donaciones anónimas de decanos, directores de departamentos, profesores de música e incluso de oyentes que buscaban que su música quedara en buenas manos. Carvajal recuerda, por ejemplo, cómo los hijos de un médico oyente decidieron donar alrededor de 800 acetatos, luego del fallecimiento de su padre. 

La colección  de música hoy

“Hay una recopilación de música clásica fabulosa, una de jazz completísima, de rock muy robusta y una de salsa muy potente. También hay otros géneros como música colombiana y blues. La colección es producto de la inteligencia colectiva de 40 años de estudiantes, docentes y asesores de la emisora que realizaron una curaduría y seleccionaron lo que a su juicio era más valioso de lo que se producía musicalmente en esos géneros. Siempre con la intención de decir: aquí no guardamos basura”, explica José Vicente Arismendi, actual director de Javeriana Estéreo. Esa colección se digitalizó en su totalidad (14 Terabytes) y se encuentra alojada en un servidor especial que compró la Universidad. Cada canción se puede consultar de forma fácil y rápida en algunos computadores de la emisora, así como en copias de trabajo que se han hecho para la consulta diaria de quienes trabajen en Javeriana Estéreo. La colección física, por su parte, se trasladó en abril de 2018 a la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. y se calcula que cuenta con alrededor de 15 mil discos compactos y seis mil acetatos. Luego de que se realice un arduo proceso de inventario y catalogación, este material se albergará en el sótano dos de la Biblioteca General y será puesto a disposición de la comunidad javeriana. “Allí le va a prestar servicio a toda la universidad y va a complementar la colección de música que ya se tenía en la Biblioteca General. Además, va a estar en manos de expertos y se va a catalogar en su totalidad con un sistema orgánico que permitirá saber exactamente qué hay. Esos CD se podían perder, robar, partir, dañar. Ahora no sólo van a tener trazabilidad, sino también una copia digital preservada”, explica Arismendi. Para Andrés Echavarría, director del Sistema de Bibliotecas Javeriano, “la incorporación de la colección especializada de música al Catálogo Biblos permitirá organizar y visibilizar el material, así como enlazarlo con el uso académico y cultural de la comunidad javeriana, a partir de una estructura de diseño de servicios con potencial para hacerlo a nivel regional. Además, nos permitirá crear un trabajo interdisciplinario con expertos de música”, concluye