Navegar el secularismo en la educación superior jesuita: caminos para avanzar

En un mundo cada vez más secularizado, las universidades jesuitas y católicas están en una posición única para enfrentar el reto de mantener la integridad de su misión, al tiempo que se comprometen activamente con sociedades diversas y plurales. La tercera plenaria de la Asamblea IAJU 2025, titulada “Los desafíos del secularismo” y moderada por el P. Michael Garanzini, S.J. (Presidente de la Asociación de Colegios y Universidades Jesuitas de Norteamérica), abordó con profundidad esta complejidad, ofreciendo perspectivas y estrategias concretas para líderes institucionales que navegan las tensiones entre la secularización y la educación basada en la fe.

Monseñor Carlo Maria Polvani, secretario del Dicasterio para la Educación y la Cultura, ofreció una conferencia central en la que propuso una nueva mirada al secularismo, entendiéndolo como un fenómeno cultural dinámico. Más que enfrentarlo como un adversario ideológico único, invitó a analizarlo desde una perspectiva sociocultural y antropológica, destacando que el secularismo se manifiesta de maneras distintas según el contexto. Advirtió sobre los riesgos de adoptar respuestas uniformes y animó a las universidades a comprender a fondo sus entornos sociales específicos para diseñar respuestas misionales adaptadas a las realidades culturales de cada lugar.

Polvani también subrayó la postura matizada de la Iglesia: si bien condena tanto el secularismo extremo como el proselitismo, el Concilio Vaticano II reconoció el potencial del secularismo para salvaguardar la libertad religiosa y llamó a las instituciones católicas a promover el diálogo entre la fe y la razón. En ese horizonte, señaló que las universidades jesuitas están especialmente llamadas a fomentar esta conversación, siendo testigos de una “cultura del encuentro” y protagonistas de la transformación social.

Durante la plenaria, surgieron varias buenas prácticas institucionales que muestran caminos posibles ante este desafío común:

Compromiso intercultural contextualizado

El P. Albertus Bagus Laksana, S.J. (Universidad Sanata Dharma, Indonesia), compartió cómo su universidad interactúa con el secularismo en un contexto mayoritariamente musulmán. A pesar de contar con una comunidad estudiantil y docente predominantemente no católica, Sanata Dharma promueve una cultura de apertura desde la espiritualidad ignaciana, retiros inclusivos y valores éticos compartidos. Resaltó la importancia de identidades religiosas híbridas y de la pertenencia cultural plural como herramientas para resistir el fundamentalismo y propiciar la reconciliación.

Responder a la búsqueda de sentido de los estudiantes

La Dra. Katia Passerini (Universidad de Gonzaga, EE. UU.) enfatizó que, aunque los estudiantes de hoy se identifiquen cada vez menos con una religión, continúan profundamente interesados en preguntas sobre el propósito, la pertenencia y el sentido de la vida. Recomendó incorporar la dimensión espiritual en todo el currículo, especialmente a través del diálogo y la integración entre fe y razón en disciplinas más allá de la teología. Encuestas nacionales y experiencias en su campus muestran que este enfoque resuena especialmente con la generación Z.

Comunidad misional en el profesorado y liderazgo

El P. Rafael Fernández, S.J. (Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Perú), recordó que la mejor defensa frente al secularismo es una comunidad creyente que encarne su fe a través del testimonio. En América Latina, donde se observa una disminución en la afiliación católica, resaltó la importancia de renovar la identidad católica no desde el dogma, sino desde la pedagogía ignaciana y el compromiso con la justicia que propone la teología de la liberación.

Humanidades para la formación integral

Polvani cerró su intervención destacando el papel esencial de las humanidades en la formación del estudiantado. Profesores que guían procesos de reflexión ética, filosófica y literaria ayudan a cultivar el discernimiento, la empatía y el pensamiento crítico: valores esenciales de la tradición educativa jesuita. Señaló, además, que muchos estudiantes y familias no católicas eligen universidades jesuitas precisamente por estos valores formativos.

Identidad católica e inclusión genuina

Todos los ponentes coincidieron en que una cultura institucional inclusiva no debilita la misión, sino que la enriquece. La identidad católica, cuando se vive con apertura y humildad, puede coexistir de manera fecunda con la diversidad religiosa y cultural. Como señaló Passerini, los momentos de crisis en los campus han revelado una profunda necesidad de espacios de reflexión, cuidado y liderazgo moral.

Las universidades jesuitas enfrentan el secularismo no desde la periferia, sino desde el corazón mismo de la sociedad contemporánea. En definitiva, el secularismo no llama a las instituciones jesuitas a replegarse, sino a liderar: a ser espacios de diálogo, de discernimiento y de encuentro auténtico.