Desde hace más de dos décadas se viene discutiendo, cada vez con más fuerza, la idea de transformar las prácticas pedagógicas que tienen lugar en la Universidad a partir de la construcción de respuestas a preguntas o problemas educativos que atiendan las condiciones socioculturales de nuestra época.

La oportunidad de experimentación pedagógica que tiene lugar en el día a día de las clases se torna en una tarea importante para alcanzar mayores y mejores progresos en términos de aprendizaje de los estudiantes, así como también para tomar decisiones informadas en una perspectiva de mejoramiento de las prácticas docentes. (Ver Doyle, 1995; Sarramona, 2004; Stake, 2011; Ferreiro, 2014, Ramírez y Montoya, 2018). Al respecto, se propone el desarrollo de la innovación educativa como un proceso de cambio en la práctica pedagógica de los profesores de la Universidad.

Aunque el término innovación educativa es bastante debatido en la esfera académica debido a su complejidad y uso en diferentes ámbitos (productivo, corporativo, empresarial, social), aquí se propone su consideración en términos de los beneficios o retribuciones que puede traer a la comunidad. Así pues, se concibe la innovación educativa como un proceso de cambio que se deriva inicialmente de responder preguntas como las siguientes: ¿Los estudiantes están realmente alcanzando los resultados de aprendizaje esperados? ¿Es necesario realizar cambios a la práctica pedagógica? ¿Realmente estamos ayudando a los estudiantes a aprender? ¿Los escenarios de aprendizaje que se proponen resultan pertinentes para la formación de los estudiantes de cara a su futuro profesional? La reflexión de los profesores alrededor de estas y otras preguntas se constituye en un elemento catalizador para encontrar posibles soluciones a los desafíos y retos educativos que la realidad nos propone.

En otras palabras, se generan procesos que conducen a la innovación educativa con el propósito de beneficiar a la comunidad universitaria en términos del logro de aprendizajes por parte de los estudiantes (Jerez et al, 2017). En nuestro contexto, lo anterior implica un acompañamiento del Centro para el Aprendizaje, la Enseñanza y la Evaluación (CAE+E) en la formación de los profesores de la Universidad para proponer criterios de lectura de aquellas prácticas pedagógicas que pueden ser susceptibles de cambio para mejorar.

¿Los estudiantes están realmente alcanzando los resultados de aprendizaje esperados? ¿Es necesario realizar cambios a la práctica pedagógica?

En este contexto, el CAE+E ha venido impulsando el desarrollo de la ruta de la innovación educativa para orientar y acompañar prácticas pedagógicas a partir de las cuales se busca oportunidades de solución a diferentes problemas e inquietudes relacionados con el aprendizaje en el marco de la experiencia formativa que la Javeriana ofrece a sus estudiantes. De este modo, en el mes de febrero de este año, el CAE+E lanzó la Convocatoria de ideas y proyectos de innovación educativa 2020. La convocatoria tuvo como finalidad la identificación y el acompañamiento al desarrollo de ideas y experiencias con potencial de innovación educativa para abordar problemas, preguntas e inquietudes derivadas de la reflexión sobre la propia práctica pedagógica y asociadas a los resultados de aprendizaje y a la formación integral de los estudiantes en la Javeriana. A través de la convocatoria, también se buscó identificar aquellos profesores con experiencias pedagógicas más consolidadas en un estado de desarrollo avanzado y que podrían ser socializadas a otros profesores para aprender de ellas. La convocatoria fue dirigida a los profesores de la planta de académicos, clínicos y catedráticos, así como los profesores de cátedra por hora de la Universidad.

La tabla que se presenta a continuación, sintetiza los resultados obtenidos en la convocatoria 2020. Esta se organiza en los temas en que están desarrollando los profesores sus experiencias de innovación educativa (categoría) y las fases de desarrollo (estado actual de la experiencia) según la ruta de la innovación educativa propuesta por el CAE+E.

De las 43 experiencias de innovación educativa, 14 fueron postulaciones individuales y 29 corresponden con experiencias colectivas. Así mismo, 28 fueron hechas por profesores de planta según el escalafón y 15 fueron realizadas por profesores de cátedra de la Universidad. En estas experiencias es posible ver cómo los profesores introducen cambios en algunos elementos tradicionales de sus prácticas pedagógicas con el propósito de desarrollar habilidades y competencias en sus estudiantes de cara a los propósitos de formación de los programas.

A lo anterior se une la necesidad de cambio por la situación de emergencia impuesta por la pandemia originada por el COVID-19 a mediados de marzo de este año. Ante ese escenario de incertidumbre, ha sido inevitable replantear las grandes preguntas que configuran el acto pedagógico: qué enseñar, cómo enseñar, cómo aprender, cómo evaluar aprendizajes en la universidad, entre otras. Esta realidad ha permitido que los profesores introduzcan cambios en las maneras de promover los procesos de enseñanza, aprendizaje, evaluación y, por supuesto, configuren nuevas dinámicas de relacionamiento con los estudiantes.

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Se propone entonces, para el periodo 2030, continuar con las acciones de fomento a la innovación educativa que desde el CAE+E se promueven como una manera de capitalizar estos cambios en los que la innovación educativa tomará lugar, vista no en el uso de nuevos medios, sino en el desarrollo de procesos conducentes a cambios. En esa dirección, los círculos de innovación educativa de la Pontificia Universidad Javeriana y el acompañamiento a profesores, se seguirán consolidando desde la modalidad remota como espacios que potencian la reflexión de los profesores sobre la práctica pedagógica y su transformación.

es posible ver cómo los profesores introducen cambios en algunos elementos tradicionales de sus prácticas pedagógicas con el propósito de desarrollar habilidades y competencias en sus estudiantes

Tanto el acompañamiento como los círculos de innovación educativa permiten a los profesores relacionarse y establecer puentes entre colegas en torno a un mismo interés o preocupación educativa. Se proyecta que el trabajo sostenido en estos espacios pueda derivar también en la conformación de redes de profesores y en la consolidación de futuras comunidades de práctica (Wenger, 2002) organizadas y reconocidas dentro de la Universidad alrededor de la innovación educativa. Estas comunidades de práctica se visualizan como un escenario de aprendizaje colectivo sobre aquello que en el desarrollo de la innovación educativa funciona o no, y en reconocer aciertos e identificar escenarios de riesgo y situaciones emergentes que pueden afectar el desarrollo de una experiencia. También se espera contar con la participación de otros miembros de la comunidad educativa que puedan seguir contribuyendo en el impulso de ideas de cambio y en el tránsito de las experiencias.

A partir del mes de agosto continuarán ofreciéndose estos espacios como un lugar de conversación entre pares de diferentes áreas del conocimiento para encontrar, a partir de talleres prácticos, posibles soluciones a los desafíos y retos educativos que esta nueva oportunidad de la realidad nos propone. Se busca que cada proceso de innovación redunde en impactos concretos en la comunidad educativa.

Referencias

Doyle, W. (1995). Los procesos del curriculum en la enseñanza efectiva y responsable. Revista del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación, 4(6), 3-11.

Ferreiro, R. (2014). Nuevas alternativas de aprender y enseñar. Editorial Trillas, México.

Jerez, O. y Silva C. (Eds). (2017). Innovando en Educación Superior: Experiencias clave en Latinoamérica y el Caribe 2016-2017 (Volumen 1: Gestión curricular y desarrollo de la docencia). 1era Ed. Santiago, Chile: Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile. Laspau Affiliated with Harvard University. Licencia: Creative Commons Atributtion-ShareAlike International CC BY-SA 4.0.

Sarramona, J. (2004). Factores e indicadores de calidad en la educación. Octaedro.

Stake, R. E., Contreras P., G., Arbesú, I. (2011). Evaluando la calidad de la Universidad, particularmente su Docencia. Artículo presentado en el III Coloquio Internacional de la RIIED, Bogotá.

Wenger, E. (2002). Comunidades de práctica. Paidos Iberica, Ediciones S. A.