Dirección de Mercadeo de Programas Académicos

El mundo hoy pasa un momento sin precedentes que nos pone nuevos retos. Depende de todos alinearnos de manera eficiente para construir un nuevo capítulo en la historia de la era digital.

Nos encontramos en un momento en la historia en la que, aunque dominamos fácilmente cualquier canal digital, ya sea desde un computador o un móvil, creíamos que podíamos llevar a cabo cualquier actividad virtualmente. Es justo en este punto, que llegó la Covid-19 y puso la brújula a apuntar en otro sentido.

Esta crisis ha hecho, como muchas en la historia de la humanidad, que se detone la creatividad en función de buscar soluciones para todos. Se trata de un momento complejo en el que los líderes de las diferentes industrias han logrado reaccionar muy bien y a tiempo. Estábamos acostumbrados a que el Marketing Digital tenía sus bases determinadas y una medición paulatina, pero la pandemia llega como protagonista y lo transforma en días, haciendo que cualquier estrategia ya dictada, se reformulara y replanteara; todo para sobrevivir. Antes de marzo 2020, la esfera digital era un canal más para cualquier compañía, pero hasta hace un par de meses, se configuró, en algunos casos, como el único. Millones de puertas de organizaciones de todas las industrias se cerraron. No obstante, quedó la pregunta de cómo seguir captando a sus usuarios.

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La oportunidad de oro está en la cultura digital para nuestro país. Una cultura que permitirá que cualquier persona no solo compre, como lo veníamos haciendo, a través de canales online, sino la oportunidad de combinar modalidades de trabajo, de estudio y de vivir una nueva realidad. En ese sentido, es importante detenernos y pensar qué cambios organizacionales nos debemos plantear como institución académica y cómo se redefinirá la estrategia de mercadeo.

En este punto, es vital entrar a un 2021 con nuevos horizontes, objetivos claros y la revisión periódica de metas y objetivos trazados, que garantizarán el éxito de lo que nos propongamos. Igualmente, en estos retos se debe asumir el corto plazo como un periodo beta, donde habrá prueba y error, pero sin margen para la improvisación. Lo que sigue es un viaje a lo desconocido en un transbordador espacial en el que cada asiento estará ocupado por aquellos que tengan las habilidades, talentos, capacidades y estén dispuestos a descubrir las nuevas fronteras. Cada uno de nosotros, está invitado a ser un Galileo Galilei post crisis. A tomar la brújula y dirigirnos a la dirección que nosotros establezcamos.

Hoy somos dueños de un horizonte que antes ni las consultoras tecnológicas, los estrategas en planeación digital ni nadie hubiera logrado predecir a ninguna escala. Un virus (y esta vez no informático) puso a prueba el talento de los departamentos de cada empresa o institución para poner en los computadores de cada empleado y de la noche a la mañana, las herramientas suficientes para poder trabajar, como si lo estuviera haciendo desde la misma oficina, universidad o colegio.

La transformación o aceleración digital ha logrado demostrar que hay una extensión de la universidad en cada hogar, finca, terraza, o en cualquier lugar geográfico donde esté alguno de nuestros estudiantes. Por esa razón, únicamente una transformación sólida, con sentido acompañado de una estrategia de 360 grados, es lo que garantizará que brindemos una experiencia integral y diferenciadora a  nuestros usuarios en medio de una avalancha de mercadeo digital.

Debemos generar una estrategia capaz de responder a todos y cada uno de nuestros aspirantes y estudiantes con comunicación clara, concisa y, sobretodo, con contenidos relevantes que instruyan, diviertan y acompañen en momentos de soledad y búsqueda de propósito.

Lo que ha demostrado esta oportunidad de innovación digital es que las grandes y pequeñas instituciones están hoy en el mismo nivel de aprendizaje; cada una acelerando procesos, implementando estrategias y corrigiendo al minuto. En este momento histórico, lo único relevante y necesario es cuidar nuestra salud y replantear nuestras acciones estratégicas, sin olvidar que el mundo está en crisis, y que cada decisión está sujeta a las novedades que trae consigo día a día la pandemia.

Por último, lo mejor que nos ha dejado esta crisis, es la oportunidad de evolucionar, de ser más humanos, más amigos de lo diferente, de lo nuevo, de los retos y menos apegados a lo que no es realmente necesario. Adoptemos la esfera digital como un proceso de transformación constate que nos ejercite para estar siempre preparados ante una eventualidad.