El trabajo universitario no se puede pensar como algo fijo e inalterable. Por el contrario, la función social de la universidad nos invita permanentemente a actualizar los desafíos que enfrentamos, especialmente cuando las circunstancias y contextos de complejidad así lo requieren. La creatividad, la imaginación y la innovación requieren de libertad y de experiencias de colaboración que nos ayuden a abandonar la certeza de lo conocido, a perder el temor por desaprender, y a darnos un impulso renovado para construir nuevo valor social desde la realización de la misión universitaria.

Nota: Educación para el posconflicto en Colombia: construcción de paz y transformación social – Vicerrectoría Académica Revista Digital / Pontificia Universidad Javeriana