¿Qué digo?, ¿cómo lo digo? y ¿en dónde voy a comunicar lo que digo? son algunas de las principales preguntas que intentamos resolver cuando estamos iniciando un proyecto audiovisual. Justamente, porque consolidar una historia para llevarla a la pantalla es todo un reto: si “una imagen vale más que mil palabras”, como dice el adagio popular, imaginen entonces cuántas imágenes (y cuántas palabras) hacen parte de un cortometraje o de un documental.

En el Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana, la producción audiovisual va más allá del montaje de una cámara, la elección de un escenario, la conformación de un equipo técnico o la edición de horas y horas de grabación. Se trata, sobre todo, de contar historias y de descubrir diferentes maneras de narrarlas. A continuación, les ofrecemos algunos ejemplos.

En 2019, un equipo del Centro Ático en cabeza del realizador Juan Felipe Restrepo visitó una comunidad ubicada en La Chorrera, en pleno corazón de la Amazonía colombiana.

Allí, el padre Luis Guillermo Sarasa, S. J., vicerrector del Medio Universitario, acompañó al padre César Juragaro, su alumno de la Maestría en Teología, a presentar ante su comunidad uitoto la tesis con la que obtendría su título académico, un trabajo que da cuenta de un paralelo entre el mito de la creación uitoto y el mito de la creación judeocristiano.

Contar historias y descubrir diferentes maneras de narrarlas.

El propósito de la visita estaba claro para el equipo del Centro Ático: hacer un registro de la presentación de Juragaro a su comunidad. Sin embargo, la experimentación con el lugar, sus sonidos y las personas llevó a que, además de narrarse esa historia principal en un documental titulado Komimafo, un viaje al origen de la vida, se creara un cortometraje experimental que se tituló Kade (palabra que significa para la comunidad uitoto ‘la vida’). En este trabajo, a través de un juego visual y poético, se retrata la experiencia de un día en La Chorrera: sus sonidos, rostros, silencios, tradiciones, costumbres, conflictos y su literatura son tallados en este cortometraje como una pieza propia de la región.

Comunidad Uitoto en La Chorrera – Amazonas, PUJ.

“La premisa fue cómo hacer que la selva se vea y se escuche lo más fiel a como es. Una vez empecé a explorar el material, me di cuenta de que no se trataba solamente de poner imágenes con audio y ya; por eso apareció una necesidad narrativa y ahí es donde aparece la poesía de César Juragaro, que me pareció un hilo conductor muy poderoso”, asegura Juan Felipe Restrepo sobre la creación de este cortometraje.

Komimafo y Kade son dos hijos del Centro Ático que desde hace varios meses recorren los festivales de cine del país. Dos relatos que nacieron en el mismo lugar, pero que encontraron maneras diferentes de ser narrados.

Pero no siempre las historias nacen y se forman en el Centro Ático. A veces llegan allí por azares del destino, buscando las manos, los ojos y los oídos correctos para hacerse aún más grandes. Este es el caso de La Casa de Mama Icha, un documental dirigido por Oscar Molina con la producción de Brenda I. Steinecke Soto. En él, se narra la historia de María Dionisia Navarro, Mama Icha, una mujer de 93 años que siente cercano el final de su vida y solo piensa en una cosa: volver a su natal Mompox (Colombia). Ella sueña que se mece entre los brazos del río Magdalena al caer la tarde, rodeada por sus parientes y vecinos, en el patio de la casa que construyó durante los años de ausencia con el dinero que enviaba desde el exterior a sus familiares.

Centro ático: La Casa de Mama Icha, PUJ.

Esta historia, que revela los conflictos por el poder, cuando los padres dependen del cuidado y las decisiones de sus hijos, llegó al Centro Ático para que allí nuestro equipo se encargara de la colorización, los efectos visuales y la dirección de posproducción. Esta y otras historias no llegan a las salas de edición del Centro Ático por casualidad, sino que sus ideas son las que permiten conectar con las narrativas audiovisuales que el Centro Ático intenta fortalecer.

Narrar historias y conectar con públicos plurales desde la experiencia audiovisual.

Finalmente, queremos mencionar Memoria, una película del director tailandés Apichatpong Weerasethakul, producida por la colombiana Diana Bustamante y protagonizada por la actriz británica Tilda Swinton.

El Centro Ático estuvo involucrado con esta producción, pues fue una de las locaciones elegidas para la grabación de esta película, además, algunos estudiantes javerianos tuvieron la oportunidad de hacer parte de su realización y, con el pasar del tiempo, el equipo del Centro Ático ha trabajado en los diferentes eventos de socialización de esta producción, en donde se pretende compartir con diferentes públicos sobre su proceso de creación. Esto es muy destacable, ya que se trata de una película que logró ser galardonada en la edición 74 del Festival de Cannes y que representa otra de las formas que se tienen para contar historias.

Centro ático: actriz británica Tilda Swinton, PUJ.

Con estos ejemplos, queremos mostrar las diferentes formas que encuentra el Centro Ático para narrar historias y conectar con públicos plurales desde la experiencia audiovisual. Ya sea que las ideas nazcan en los pasillos de la Javeriana o vengan de lugares lejanos, siempre habrá espacio para reconfigurar ideas, experimentar y apostar por nuevas formar de crear.