En el marco de la Misión y el Proyecto Educativo de la Universidad, la Vicerrectoría Académica ha desarrollado un despliegue estratégico que busca contribuir efectivamente a la ampliación del valor social de la Javeriana y a la consolidación de una cultura del mejoramiento permanente que por una parte, profundiza en nuestros rasgos diferenciadores y, así mismo, consolida la capacidad de adaptar nuestro proyecto educativo a nuevas exigencias y realidades del entorno.
La realización del Proyecto Educativo Institucional nos compromete con el mejoramiento permanente a partir de la reflexión sobre nuestro quehacer universitario, caracterizado por una mirada que va más allá del trabajo diario. Esto nos congrega como comunidad en torno a los principios que fundamentan la acción educativa y a los valores que nos inspiran y nos brinda claves de lectura sobre elementos que debemos tener en cuenta para tener una visión en conjunto de lo académico, del medio universitario y lo administrativo en el marco de lo que nos es propio y en el modo de proceder de la Universidad.
En este sentido, la Vicerrectoría Académica, a partir de una visión integral e integradora, ha diseñado e implementado un despliegue estratégico orientado a contribuir a la realización de la Misión y a la implementación del Proyecto Educativo Javeriano, con base en tres ejes: el desarrollo del cuerpo profesoral, el desarrollo estudiantil y el desarrollo de la oferta académica. A partir de estos tres ejes, se desarrollan proyectos específicos para generar transformaciones innovadoras, trabajadas desde el dialogo de diferentes disciplinas y campos de conocimiento, con referenciación internacional, con espíritu emprendedor y con un valor agregado arraigado en los principios que fundamentan nuestra acción educativa y los valores que nos inspiran.
Desde el Modelo de la Oferta Académica se ha consolidado la transformación de la misma, profundizando en los rasgos distintivos, promoviendo el trabajo interdisciplinario e interfacultades y fortaleciendo la innovación en objetos de estudio, en perfiles de egreso y en experiencias formativas. Es así, como la oferta académica en el 2019 se amplió en 32 nuevos programas, uniéndose a otros 53 que han sido creados desde el año 2014. Estos resultados han llevado a la Universidad a pensar en otras formas de ampliar su incidencia en diferentes territorios nacionales e internacionales a través de la extensión y la virtualidad de los programas.
Así mismo, se ha definido un modelo de aseguramiento de la calidad de la oferta académica que promueve la autoevaluación y el mejoramiento continuo. Como consecuencia de lo anterior, la Universidad ha obtenido la acreditación del 80% de su oferta académica acreditable, lo cual ha sido reconocido por Ministerio de Educación Nacional en la “noche de los mejores” llevada a cabo el pasado 4 de diciembre.
La Oferta Académica se ha consolidado la transformación de la misma, profundizando en los rasgos distintivos, promoviendo el trabajo interdisciplinario e interfacultades y fortaleciendo la innovación en objetos de estudio, en perfiles de egreso y en experiencias formativas.
Igualmente, la Universidad ha emprendido un trabajo de profundo valor a través de la definición de un modelo de desarrollo del cuerpo profesoral que busca ampliar y profundizar nuestro compromiso con el desarrollo humano y profesional de este importantísimo estamento de la comunidad educativa. Este modelo cuenta con un conjunto de principios orientadores que están centrados en la persona, en la búsqueda de la excelencia, coherencia, transparencia, corresponsabilidad, reconocimiento de la diversidad, armonización y sostenibilidad. Estos elementos se acompañan de un trabajo reflexivo y articulado entre diferentes miembros de la comunidad educativa de la sede central y de la seccional de Cali, lográndose materializar por medio del nuevo Reglamento del Profesorado, que busca orientar lo que espera la Universidad de sus profesores bajo una mirada integral e integradora que amplie las posibilidades de desarrollo del cuerpo profesoral durante su permanencia en la institución.
Este esfuerzo ha estado acompañado por la consolidación del Centro para el Aprendizaje, la Enseñanza y la Evaluación (CAE+E), que busca guiar a los profesores en las diferentes etapas de su actividad docente, mediante la trasformación de las prácticas pedagógicas, la innovación educativa, la formación docente, el monitoreo y la asesoría educativa.
En el ámbito de estudiantes, se ha logrado la consolidación del Modelo de Desarrollo Estudiantil, lo que ha permitido fortalecer los mecanismos de acompañamiento a los estudiantes. Este Modelo parte del hecho de que el proceso de formación de los estudiantes no transcurre de manera lineal, sino que ocurre en unas etapas que se caracterizan por la integración de condiciones académicas, socioculturales, situaciones personales y de desarrollo individual. Por lo tanto, las estrategias y procesos de acompañamiento se diferencian según el momento formativo de cada estudiante y según su contexto académico y personal. El Modelo de Desarrollo Estudiantil ha permitido reconfigurar la Consejería Académica, establecer apoyos académicos específicos en las áreas de mayor dificultad, implementar programas de sensibilización e integración a la vida universitaria y ampliar las opciones de apoyo financiero para estudiantes con dificultades económicas particulares. De la mima manera, el reconocimiento del ciclo de vida del estudiante javeriano, nos ha permitido evidenciar algunas situaciones que inciden directamente en el abandono estudiantil y que podríamos prevenir. El análisis de estas situaciones ha hecho posible la concepción e implementación inicial de un Sistema de Alertas Tempranas, Intervención y Seguimiento (SATIS) con el que se identifican situaciones que ponen en riesgo el éxito académico y el logro oportuno del proyecto profesional de los estudiantes. La puesta en marcha de este sistema se desarrolló en un piloto para Derecho, Arquitectura, Enfermería, Administración de Empresas, Comunicación Social y las cuatro carreras de Ingeniería.
Estos avances en el ámbito estudiantil facilitan de manera particular la integración de todas las unidades y, por tanto, han ayudado a afianzar la cura personalis o atención personalizada, característica de la espiritualidad ignaciana
Igualmente, se fortaleció el Plan de Formación para Consejeros Académicos gracias a la creación de nuevos espacios de formación en: Identidad Javeriana y Formación Integral, Servicios de Apoyo Integral de la Universidad, Jornada de Primeros Auxilios y Reglamento de Estudiantes, que buscan mejorar el acompañamiento para fortalecer la relación profesor-estudiante. Por su parte, ENLACE Javeriano se consolidó como un servicio que orienta y hace seguimiento a las inquietudes y solicitudes de los estudiantes para generar rutas de atención que articulan otras unidades académicas, administrativas y del Medio Universitario. Estos avances en el ámbito estudiantil facilitan de manera particular la integración de todas las unidades y, por tanto, han ayudado a afianzar la cura personalis o atención personalizada, característica de la espiritualidad ignaciana.
Estos resultados se acompasan también de los logros alcanzados en las Unidades que apoyan el trabajo de estos ejes estratégicos, como por ejemplo: la reflexión sobre los retos, las apuestas y las demandas sociales de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal para diseñar nuevos ambientes de aprendizaje como espacios para el fortalecimiento de habilidades investigativas; la consolidación del sistema de revistas de la Editorial Javeriana y los aportes que desde Centro Ático se han venido implementando al Modelo de Educación Virtual permitiendo un trabajo articulado del CAE+E y la Dirección de Programas Académicos para poner en marcha la apuesta por la virtualidad a partir de procesos formativos, de sensibilización y de acompañamiento a los miembros de la comunidad educativa.
Todas estas acciones son producto de una Universidad concebida como un cuerpo vivo que se encuentra en constante transformación y, sobre todo, con la capacidad de ejecutar cambios, que no dan espera. Estas dinámicas hacen una invitación a no temer al diálogo, a arriesgarnos, a desaprender, a renovarnos y a mejorar continuamente para vivir pedagógicamente la vida universitaria.
Todas estas acciones son producto de una Universidad concebida como un cuerpo vivo que se encuentra en constante transformación.
Esperamos de esta manera entregar a la sociedad seres humanos formados integralmente, que estén en capacidad de contribuir de manera efectiva a los procesos de reconciliación para la construcción de paz y muy especialmente a la transformación social del país desde una perspectiva innovadora e intercultural.