Javeriano investiga sobre el pasado de los homínidos en Tanzania
Carlos Rivera Rondón, del Departamento de Biología de la Pontificia Universidad Javeriana, participa en una investigación internacional que halló evidencia de que hace 1,8 millones de años hubo agua dulce en el norte de Tanzania, lo que permite inferir que allí habitaron comunidades de primates bípedos.
Investigadores de España, Sudáfrica, Reino Unido, Alemania y Colombia lograron hallar evidencia de que hace 1,8 millones de años en la localidad DK, en la Garganta de Olduvai, norte de Tanzania, hubo agua dulce, lo que permitió que los homínidos tuvieran en esta región las condiciones básicas para su vida y desarrollo social.
A esta conclusión se llegó luego de que Carlos Rivera, coinvestigador y profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, analizara unas algas microscópicas llamadas diatomeas, que muestran que sí había el íquido vital en DK, “y por lo tanto es posible que hubieran vivido poblaciones de homínidos en esta zona, ya que este hallazgo permite ser relacionado con muestras de fósiles y huesos de humanos que se han encontrado en la localidad”, afirmó el docente especialista en este tipo de algas.
Indica que “lo fundamental era demostrar que existían pequeñas fuentes de agua y humedales permanentes, lo que servía para el establecimiento de poblaciones de homínidos”.
La investigación multidisciplinaria llevada a cabo por el Olduvai Landscape Paleoanthropology Project (Olapp, por sus siglas en inglés), permitió realizar un estudio de la vegetación y del paisaje en los niveles más antiguos (Lecho I) de la localidad de DK, que ya había sido excavada en el pasado por Mary Leakey. La reconstrucción del paisaje y la vegetación se basó en un estudio integral de fitolitos, diatomeas (restos silíceos de plantas y algas, respectivamente) y otros indicadores geológicos.
Había vida
Los resultados indican que aproximadamente hace 1,8 millones de años, esta zona tenía abundancia de pastos, una diversidad de plantas potencialmente comestibles y disponibilidad de agua relativamente dulce.
Así, en ese tiempo, el sitio DK podría haber proporcionado alimentos vegetales para los homínidos, como frutos de los árboles y arbustos y rizomas ricos en almidón y tubérculos de juncos y cañas. En general, los resultados en la localidad DK presentan un paisaje vegetal diferente, en comparación con resultados encontrados anteriormente en otros niveles estratigráficos de otras regiones de Olduvai.
La reconstrucción de la vegetación en DK es liderada por Rosa María Albert, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología, de la Universidad de Barcelona.
La Garganta de Olduvai, en el norte de Tanzania, es uno de los yacimientos paleoantropológicos más relevantes, ya que presenta un importante registro de fósiles vertebrados, incluyendo restos de homínidos e industria lítica, procedente de depósitos del plioceno y el pleistoceno.
En el período en el que homínidos como el Paranthropus boisei y el Homo habilis habitaron la zona (hace aproximadamente 1,8 Ma), existió un lago altamente salino-alcalino, que progresivamente se cubrió de cenizas y otros materiales pro- venientes de su cuenca. El estudio del registro sedimentario, que abarca más de dos millones de años de historia, permitió reconstruir las transgresiones y regresiones del paleolago, permitiendo interpretar ciclos climáticos húmedos y secos.
Qué son las diatomeas
El profesor Carlos Rivera explica que las diatomeas son algas microscópicas, que miden principalmente entre 10 y 100 micras, es decir, de 0,01 a 0,1 milímetros. Tienen una pared de sílice que las hace resistentes y les da la apariencia de pequeños estuches de vidrio. A pesar de que son muy pequeñas, pueden ser fácilmente estudiadas usando un microscopio y aportan mucha información de cómo son los ambientes acuáticos en los que viven.
Las diatomeas crecen en una variedad de ambientes que incluyen lagos, humedales y ríos. Al morir, sus resistentes paredes de sílice caen hasta el fondo de los ambientes acuáticos por lo que se acumulan progresivamente en diferentes estratos. Las diatomeas pueden acumularse en los sedimentos de los lagos en periodos que van desde decenas hasta millones de años. Para estudiarlas, se toman muestras de estos estratos y al analizar simultáneamente la edad de los sedimentos, es posible reconstruir como eran esos ambientes en periodos concretos del pasado.
La Garganta de Olduvai, en el norte de Tanzania, es uno de los yacimientos paleoantropológicos más relevantes, ya que presenta un importante registro de fósiles vertebrados, incluyendo restos de homínidos e industrialítica, procedente de depósitos del plioceno y el pleistoceno.