Beatificado Newman, un hombre de universidad
El acontecimiento tuvo lugar el pasado 19 de septiembre durante la visita del santo padre a Gran Bretaña, la tierra natal de John Henry Newman, un célebre teólogo y presbítero en Oxford, que a los 44 años de edad abandonó el anglicanismo, fue recibido en la Iglesia Católica, y que en 1879 león XIII recibió el capelo cardenalicio. En efecto, Benedicto XVI, el antiguo profesor universitario, en gesto excepcional que demuestra su admiración por ese hombre destacado del siglo XIX, presidió la ceremonia en la cual el Cardenal Newman fue elevado a los altares y declarado beato. En su homilía, el papa advirtió que “si bien no fue llamado a derramar la sangre por el señor, jamás se cansó de dar un testimonio elocuente de él a lo largo de una vida entregada al ministerio sacerdotal, y especialmente a predicar, enseñar y escribir”. los textos del Cardenal Newman, sus sermones, ensayos y oraciones, sus libros, no sólo constituyen una obra extensa, sino que también sustentan el lugar destacado que ha merecido en la literatura inglesa, incluso entre los autores de obras maestras que se consideran como clásicos. Esta distinción la recibió su autobiografía espiritual Apologia pro vita sua, que circuló en 1864, una de las más grandes de su género en todos los tiempos, según opinión del profesor de Princeton G. B. Tennyson. Entre su obra escrita, se destaca igualmente el libro The Idea of a University – Defined and Illustrated, publicado en 1873 como edición nueva y aumentada del que había sido conocido en 1852 con el título Discursos sobre el alcance y la naturaleza de la Educación universitaria, que recogió las nueve conferencias leídas ese año por quien sería rector (president) de la Universidad Católica de Irlanda en el cuatrienio 1854-1858.
José Morales, reconocido experto newmaniano y traductor de su obra al español, afirma que el Cardenal inglés “se sitúa, con sus ideas educativas, en la mejor tradición cultural europea…, atenta a encontrar el modo específicamente humano de dar forma y dirección a las capacidades naturales del hombre libre, puesto que -se piensa- la educación ha de basarse primero en lo que es universal y más común a todos los hombres”. Luego, explica que la “originalidad de Newman estriba en que sobre estas bases generales y afines a cualquier intelecto cultivado, la Universidad que propugna tiene en cuenta la dimensión espiritual y sobrenatural de la persona”. Concluye Morales que “los Discursos se sitúan de este modo en un punto donde se hacen converger dos tradiciones: la humanística y la cristiana, reunidas en lo mejor que cada una de ellas es capaz de ofrecer”. En efecto, “Newman no habla sólo del caballero culto, o del hombre de mundo. Habla en último término del cristiano”.
En el medio educativo colombiano la figura del insigne educador llegó a ser conocida gracias a la labor del p. Alfonso Borrero Cabal, S.J. al respecto vale la pena anotar que John Henry Newman, “figura de contrastes, tradicionalista, y a la vez amante de innovaciones”, es la única persona que el padre borrero menciona en el título de uno de los capítulos de su extensa obra sobre la institución universitaria, pues a su juicio “es connotado exponente de la filosofía educativa británica”. De igual forma, Benedicto XVI señaló que Newman “es digno de formar parte de la larga hilera de santos y eruditos de estas islas, San Beda, santa Hilda, san Aelred, el beato Duns Scoto, por nombrar sólo a algunos. En el beato John Newman, esta tradición de delicada erudición, profunda sabiduría humana y amor intenso por el señor ha dado grandes frutos, como signo de la presencia constante del Espíritu santo en el corazón del pueblo de Dios, suscitando copiosos dones de santidad”. Debe recordarse que en el año 2001, con ocasión de bicentenario del natalicio del Cardenal Newman, la Javeriana realizó una reunión con la participación de siete expositores y que los textos correspondientes están recogidos en el No. 31 de Orientaciones Universitarias publicado el mismo año. también resulta de interés saber que en Georgetown University se ofrece una asignatura denominada Newman, the catholic way a cargo del Doctor stephen Fields, S.J.
Cerremos esta breve nota escrita con motivo de la beatificación del insigne fellow de Oxford, recordando las palabras cargadas de profundidad del padre borrero al concluir la presentación del Cardenal Newman: “su figura es sobresaliente. Hoy se lo lee y cita para aceptarlo o discutir sus ideas. Como en el siglo XIX, está vigente la contienda entre el profesionalismo pragmático, utilitarista y crudo frente a quienes abogan por el deber universitario de formar, ante todo, el poder pensante de la inteligencia humana. (…) tras decenios de dos siglos a partir de la profesionalización marcada de las universidades, el mencionado litigio se mantiene cuantas veces se aboca el problema universitario. Pero hoy las experiencias dolorosas del profesional acurado pero empobrecido de principios, del hombre todo técnica sin nociones de reflexión y del práctico desconocedor de linderos éticos, obligan la lectura de Newman, y aun apetecida por quienes se sienten forzados a pensar que cuando él escribió a mediados del siglo XIX, estuvo pleno de razón” .