Octubre 2022 | Edición N°: 1382
Por: Mariana Benavides Bolaño | Practicante de la Dirección de Comunicaciones

El Centro de Gestión Cultural de la Universidad Javeriana realizó un homenaje a Totó, una de las mayores representantes de la música tradicional colombiana, especialmente folclórica y caribeña.


Totó la Momposina durante el homenaje de la Universidad Javeriana.

Las voces, los tambores, el llamador, las maracas y las gaitas inundaban musicalmente el auditorio Luis Carlos Galán de la Javeriana. Son de acá, el grupo de gaitas y tambores de la Universidad, tocaba Dolores tiene un piano y el público se deleitaba con el sonido caribeño mientras acompañaba con las palmas el compás de la canción. Cuando entre ellos, danzando al ritmo de la música, hizo su entrada Totó la Momposina. Los artistas, conmocionados por la aparición de la maestra en el escenario, la recibieron con emoción y comenzaron a bailar junto a ella, mientras la cantante se arrodilló frente a Totó y le dedicó la canción.

Al finalizar Son de acá su presentación, la maestra continuó danzando con Los tambores de Totó y las cantoras Eka y Karime, grupo que acompañó a la artista en su carrera musical y quienes buscan preservar su legado, conservar la identidad cultural y visibilizar la herencia de los ritmos del Caribe colombiano.

El aporte particular de Totó a la música folclórica colombiana fue ser una de las primeras cantantes en combinar o utilizar varios estilos del Caribe en un solo espectáculo.

 Así comenzó el homenaje que la Pontificia Universidad Javeriana realizó el 6 de octubre a la mayor representante de la música folclórica con ritmos como la cumbia, el porro, la chalupa, el sexteto y el mapalé; por su trayectoria construida durante más de 60 años y por su retiro de los escenarios después de décadas de presentaciones musicales a lo largo del mundo.

En conversación con Hoy en la Javeriana, Jorge Sepúlveda, músico javeriano y director del grupo Son de acá, indicó que en el homenaje mostraron a Totó “que su legado sigue vivo, que todo lo que ha hecho por la música tradicional sigue vigente, no solamente en las regiones, sino también aquí en Bogotá como parte importante de los modelos pedagógicos y de los procesos musicales”.

Para el director, el aporte de Totó fue ser una de las primeras cantantes en combinar varios estilos del Caribe en un solo espectáculo o representación artística; al igual que musicalmente integró elementos modernos como el bajo y guitarras eléctricas que engrandecieron los estilos de la costa. Esta mezcla, por su carácter orgánico y de alto nivel, fue bien recibida tanto por los nacionales como extranjeros, considerando que Totó visibilizó música de región que no era tan reconocida en una época en la esfera bogotana. Esto hizo que “el capitalino se sintiera bien representado y buscara en el baile y en la escucha de esta música una sensación de sentirse un poquito más de esta tierra”.

Para Néstor Serrano, asistente al homenaje y egresado javeriano, el legado de Totó fue “popularizar el consumo de la música folclórica colombiana que muchas veces la rechazamos como una representación nuestra internacional, porque preferimos aquello que se adapta a las normas internacionales de la música. Pero el papel de Totó fue mostrar que la música folclórica sí nos representa, que sigue siendo actual e hizo que estuviera otra vez en el centro de atención y discusión”.

El público se deleitó con la presentación de Los tambores de Totó y las cantoras Eka y Karime, tanto así que gran parte de los asistentes se levantaron de su asiento y bailaron en el auditorio canciones como La Candela viva, Prende la vela y Aguacero de mayo. Incluso algunos subieron al escenario para moverse al ritmo de las músicas caribeñas.