Jesuitas con el papa Francisco: un encuentro en familia
Dentro de la apretada agenda que cumplió el papa Francisco en Colombia dedicó 30 minutos exclusivos a sus hermanos de la Compañía de Jesús, el 10 de septiembre en Cartagena. Tiempo más que suficiente para recargar la energía y fuerza para seguir trabajando por la reconciliación y la fraternidad del Evangelio.
Mientras a las afueras del santuario de San Pedro Claver, en Cartagena, el papa Francisco presidía la oración del Ángelus y visitaba la tumba del esclavo de los esclavos, alrededor de 70 jesuitas lo esperaban en el patio del aljibe del Santuario con la misma expectativa, emoción y alegría que millones de personas lo esperaron en los diferentes actos públicos que tuvo en las cuatro ciudades que visitó durante su estadía en Colombia. Sin embargo, este fue un encuentro diferente. Sin protocolo, sin discursos, sin multitudes. Fue un espacio para compartir y conversar en familia. Tanto así que apenas el Santo Padre ingresó al patio y escuchó a los jesuitas cantar “Fundador sois Ignacio y general de la Compañía real que Jesús con su nombre distinguió”, su respuesta fue una sonrisa y explicarle a monseñor Mauricio Rueda Beltz, organizador de los viajes internacionales del Papa, que ese es el himno de la Compañía de Jesús, relata el padre Santiago Tobón Grajales, S.J., promotor vocacional de los Jesuitas en Colombia. Con su rostro visiblemente afectado por el golpe en el papa móvil, pero con el buen humor, ánimo y fortaleza que lo caracteriza, Francisco se sentó entre sus hermanos de vocación y los invitó a hacerle preguntas. “Estoy a disposición de ustedes, no quiero echar discursos. Así que si ustedes tienen alguna pregunta la hacen… porque así entonces me pinchan y pico”, narra el padre Tobón. Las preguntas fueron en la línea de trabajo con las comunidades pobres, la pastoral juvenil, la enseñanza de la teología y la filosofía. Habló sobre las comunidades más pobres y excluidas de Colombia, los jóvenes, lo que espera del apostolado intelectual de los jesuitas y el compromiso con la Amazonía, entre otros temas. “Fue un encuentro muy fraterno. El Papa habló claro, con sinceridad, con transparencia y nos animó mucho a seguir en lo que estamos haciendo. Y ese fue el principal aporte que nos dejó. Nos dijo que la labor que hace la Compañía es una labor significativa”, comenta el padre Mario Alberto Rivera, S.J., profesor de planta de la Facultad de Teología, quien asistió al encuentro con el Papa. También hubo tiempo para regalos. En nombre de la Compañía de Jesús, el sucesor de Pedro recibió el libro “El Proceso de canonización de San Pedro Claver”. Pero sin duda, lo que los jesuitas no esperaban era que Francisco también les dejará un obsequio: un rosario y una estampa del Papa para cada uno. “Al final nos recordó que no hay que trabajar por el pueblo sin el pueblo. Sino trabajar por el pueblo con el pueblo. Y eso es lo que él hizo durante toda la visita”, concluye el padre Rivera.