“Para ser un maestro se necesita ser muy buen comunicador”
El actual Rector de la Universidad Javeriana, Padre Joaquín Emilio Sánchez García, S.J., es egresado de tres Carreras que estudió en la institución, para la cual ha trabajado durante 40 años.
El padre Joaquín Emilio sánchez García, S.J. llegó por primera vez a la Universidad Javeriana como seminarista para terminar los cursos de ciencias que se requerían para graduarse como bachiller. Fue estudiante de pregrado durante cerca de 9 años, logrando tres títulos universitarios, en Filosofía y letras, Educación y teología. Toda su experiencia como egresado la ha puesto al servicio de la Javeriana durante 40 años. su primer trabajo en la Javeriana fue como coordinador de cursos intersemestrales para maestros, luego fue profesor de investigación, decano de comunicación, rector de la seccional Cali y desde el año 2007 es el rector de la sede principal en Bogotá.
¿Recuerda cuándo llegó por primera vez a estudiar a la Universidad Javeriana? Fue en el año 65 o 66. Yo llegué a la Javeriana a hacer unos cursos de ciencias; algunos jesuitas que veníamos del seminario teníamos que completar unas materias de ciencias para poder terminar el bachillerato, porque ya habíamos hecho las humanidades en el seminario, en Santa Rosa; nos faltaban por ejemplo, la química, la física, la matemática… Nosotros veníamos, los curitas, todos con sotana, e íbamos a las clases con estudiantes de Medicina, como por ejemplo José Navas, que fue compañero nuestro.
¿Y luego qué carrera inició como estudiante de pregrado? Empecé, entre 1967 y 1968, a hacer los estudios de Filosofía y letras, y en el 69 vino la época que los jesuitas llaman de Magisterio, que fue cuando ingresé a la Facultad de Educación. Me fui de profesor de Filosofía al colegio san bartolomé, y mientras tanto terminaba la carrera de Educación. A la vez empecé a trabajar en las vacaciones como coordinador de los cursos intersemestrales para maestros. En esa época nació el programa de televisión de “Educadores de hombres nuevos”, que fue el programa que le dio origen después al programa de “Universidad abierta a distancia”. Yo fui al comienzo al director de la parte de televisión de ese programa, desde la Facultad de Educación. la teología la estudié en los años 71, 72, 73 y 74 y a la vez hacía parte de un grupo que fue el que fundó Cenpro (Centro de producción de televisión), donde yo tenía mis programas de televisión, el de educadores y otro de catequesis.
¿Luego se fue para hacer una Maestría en Comunicación? Me fui para Estados Unidos, estudié Comunicación en la Universidad de Stanford, hice una Maestría en los años 75, 76 y 77. Regresé en 1977 como profesor de investigación en la Facultad de Comunicación y ese mismo año me nombraron Decano y estuve 20 años, hasta el año 97; después me fui para el Colegio San Bartolomé como rector, y ahí estuve hasta 1999, y el año 2000 lo pasé ya en Cali como rector, y estuve hasta el 2007 que me nombraron rector acá.
¿Usted siempre tuvo la vocación de ser educador, de dedicarse a la educación? Básicamente eso, y sobre todo lo que es la formación docente, la capacitación docente y la administración escolar.
¿Qué elementos le aportó la Javeriana para tener la trayectoria que ha tenido en el campo formativo? Yo diría que la experiencia más grande que tuve en mi paso por la Universidad fue la experiencia de la Facultad de Educación, con los grandes maestros que yo tuve, empezando por el padre Alfonso Quintana, que fue mi decano, un hombre de una visión impresionante. los profesores que tuve fueron excelentes, yo creo que la Facultad en esa época estaba viviendo una época de oro, porque acababan de llegar muchos de ellos graduados en los Estados Unidos, venían a traer innovaciones en el campo de la educación y de la tecnología de la época. armando Vargas, socorro de Páez, Joaquín Páez, Marta de Abella, Carlos Suárez… todas esas personas venían muy preparadas y le dieron un impulso muy grande a la educación. trabajé con otros como Alfonso Velasco y ramiro Osorio, que después fue Ministro de Cultura, muy cercano a todo el proyecto de Educadores de hombres nuevos y los proyectos de Educación a Distancia.
¿Qué significado tiene ser maestro? Yo creo que es una vocación. Todo lo que es el servicio a los demás, de contacto con las personas, es vocacional. Un maestro debe tener un componente muy especial que le permita llegarle a la gente. El que no le llega a la gente no puede ser buen maestro, para ser un maestro se necesita ser muy buen comunicador y tener ese carisma. Eso lo he vivido yo, en el tiempo que viví como maestro en la parte de investigación y en el colegio, todo eso es importante, porque uno tiene que estar dispuesto a brindar ese servicio.
¿Y cómo ha sido esa experiencia desde la parte de la administración educativa? En mi vida como educador me he movido más en el terreno de la administración de lo escolar, como rector del Colegio, como decano, rector en Cali y después de Bogotá. He estado en la cabeza de los procesos y eso me ha permitido en la Universidad y en el Colegio, el cuidado del estudiante, el cuidado de los profesores, la capacitación de los profesores, el tratamiento de las evaluaciones, eso es lo que yo traigo como parte de mi experiencia a la Universidad.
Para finalizar, ¿qué diferencia encuentra entre la Universidad que vivió como estudiante y la que vive ahora como rector? En la época que viví como estudiante la Universidad era mucho más pequeña, más familiar, más cercana, éramos unos seis mil estudiantes; hoy tenemos cerca de 18 mil estudiantes y 5 mil de posgrado; esta es una ciudad de casi 28 mil personas trabajando y estudiando. Por supuesto no era tan compleja como es hoy, en ese entonces era un ritmo más lento, la tecnología apenas estaba comenzando; hoy la tecnología nos está cambiando de la noche a la mañana y si usted no está dispuesto a adaptarse se queda por fuera; cada momento, cada tiempo tiene su afán, su preocupación y su fascinación. Esta es una época muy especial que me tocó vivir en la Universidad, muy interesante, pero la época que yo estuve siempre la recuerdo con un cariño enorme, por una cercanía muy grande a los profesores, y además porque estaba muy metido uno en la salsa de la educación; administrar es otra cosa, le toca a uno quedarse aislado casi de las personas, de los estudiantes, de los profesores, no tiene uno tiempo para estar en esos contactos que son fundamentales para el educador.