Perseverancia y fidelidad
La ceremonia realizada recientemente para imponer la Divisa de Honor Javeriana a un grupo numeroso de Profesores y Empleados Administrativos nos ha dado la oportunidad de reflexionar sobre dos condiciones que toda institución quisiera encontrar entre los miembros de su comunidad: la perseverancia y la fidelidad. Cuando una persona se vincula laboralmente a una entidad, entre sus aspiraciones se encuentra la estabilidad, condición que cobra especial relevancia en épocas en que la economía a nivel mundial presenta dificultades y la amenaza del desempleo se levanta por todas partes. Pues bien, una de las cosas que más valoran los Profesores y Empleados Administrativos de la Javeriana es precisamente la estabilidad laboral, la cual se evidencia claramente cuando se aprecia la larga lista de hombres y mujeres convocados para recibir de manos del Rector la insignia de la Divisa de Honor Javeriana, distinción universitaria creada en el año 2004. Quiso entonces la Universidad reconocer el tiempo de servicio de una persona, que es en sí mismo un indicador de excelencia puesto que necesariamente si la institución ha aceptado que continúe vinculada laboralmente por más de tres quinquenios, en el caso de la Divisa plateada, y con mayor razón en el caso de la dorada, que corresponde a cinco, es porque se ha sentido satisfecha con su desempeño. Lo contrario sería inaceptable. Pero si por una parte la Universidad ofrece estabilidad a sus Profesores y Empleados Administrativos, la respuesta de estos lleva implícita una demostración de perseverancia. Pensemos en algunos de los motivos que tendría alPerseverancia y fidelidad guien para querer retirarse de la Javeriana. En primer lugar, podrían estar las propuestas de otras entidades con diferentes condiciones laborales, algunas de ellas tal vez mejores. No considerarlas o, lo que todavía resulta más importante, hacerlo pero mantener su opción por la Javeriana, nos revela la perseverancia de nuestros Profesores y Empleados Administrativos. De igual forma esto queda claro cuando la decisión frente a las dificultades que se puedan presentar en el entorno laboral, que nunca faltarán, es buscar soluciones y ponerlas en práctica, en lugar de considerar alternativas laborales fuera de la Universidad. Sí, la perseverancia de nuestros Profesores y Empleados Administrativos, que no se rinden ante los obstáculos ni ceden ante otras ofertas laborales, también explica su permanencia en la Javeriana por períodos importantes de tiempo.
La otra condición que quisiéramos destacar a propósito de la Divisa de Honor, en cierta forma inseparable de la perseverancia, es la fidelidad de estos Profesores y Empleados Administrativos a la Javeriana. Tal vez el término infiel nos permite comprender mejor el valor de la virtud correspondiente porque inmediatamente nos hace pensar en aquella persona que incumple sus compromisos, es decir, que en su comportamiento no se ajusta a las promesas que en acto solemne proclamó. Y todavía más, porque faltar a lo pactado implica también dejar de compartir las causas y el espíritu que sustentan los términos de un acto contractual. Cuando una persona se vincula laboralmente a la Javeriana, sea como Profesor o Empleado Administrativo, según el perfil establecido en los respectivos reglamentos, “deberá caracterizarse por el conocimiento y el respeto por la identidad y la confesionalidad de la Universidad”, así como también por “la contribución activa al logro de la Misión de la Universidad y al desarrollo de su Proyecto Educativo”. En este sentido, la fidelidad apunta precisamente a una vida en sintonía eficaz con los ideales de la institución, lo cual lleva a que una persona no sólo se haga responsable, sino también doliente. Le importa, y mucho, lo que le sucede a la Universidad, más allá de aquello que pertenece al ámbito limitado de su quehacer particular y adquiere así una visión institucional que le permite comprender la Javeriana como un todo. Asumir esta condición y sostenerla a lo largo de los años es algo que merece el reconocimiento que se pone de manifiesto en la Divisa de Honor Javeriana.
Dicho lo anterior, queda claro que la entrega de esta distinción universitaria, que debe ser concedida anualmente a propósito del Día de la Universidad, constituye un motivo de regocijo tanto para la institución como para los Profesores y Empleados Administrativos. En el primer caso, la Javeriana puede sentirse complacida al constatar que cuenta con un número importante de personas que han hecho una opción de vida clara en la labor universitaria y que han demostrado su perseverancia y fidelidad a la institución, que son ejemplo del buen servidor. Por su parte, los Profesores y Empleados Administrativos pueden alegrarse al verificar que la estabilidad laboral es una realidad en la Javeriana y que esta es una institución que sabe de gratitud.