mayo 2010 | Edición N°: año 49 No. 1257
Por: Pedro Mejía Salazar | Pontificia Universidad Javeriana



El profesor Ismael Samudio adelanta desde la Javeriana una investigación que inició en Estados Unidos, que hasta el momento ha demostrado resultados satisfactorios para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.

El profesor de la Universidad Javeriana Ismael Samudio, doctor en Genética y profesional en Bioquímica y Genética de la Universidad de Texas A&M, es uno de los pioneros de una investigación que en el último semestre ha dado resultados satisfactorios para mejorar el tratamiento de personas enfermas de cáncer. Esta nueva esperanza que se abre disminuye el sufrimiento que produce el tratamiento por quimioterapia, pues se requieren sólo dosis mínimas por vía oral, lo que mejora la calidad de vida de los pacientes.

La investigación comenzó en el MD Anderson Cáncer Center de la Universidad de Texas, donde trabajó hasta el año pasado el Dr. Samudio. Los investigadores hallaron una forma de bloquear la habilidad de la célula leucémica de oxidar ácidos grasos, y de esta forma volverla sensible a la quimioterapia, pues éstas se vuelven quimioresistentes con cada tratamiento. El descubrimiento, comprobado en animales, encontró un primer obstáculo para su aplicación, y es que el medicamento utilizado, llamado Etomoxir, no está disponible clínicamente en América, y sólo se consigue en Francia y Alemania a costos muy elevados. por esa época el Dr. Jorge Eduardo Duque, del Centro oncológico de Antioquia, tomó un curso en el mD Anderson con el Dr. samudio, y le planteó su angustia por tener que enviar a sus pacientes a morir a la casa cuando ya no resisten el tratamiento con quimioterapia. otra colombiana que trabaja en el mD Anderson, la Dra. Ana maría González Angulo, descubrió que el agente.antidiabético metformina hacía que pacientes con cáncer de seno respondieran mejor a la quimioterapia. Esto llevó al Dr. samudio a añadir metformina a las células leucémicas y descubrió que el efecto era el mismo del Etomoxir, con la ventaja de ser un medicamento de bajo costo, usado por millones de personas en el mundo.

El Dr. Duque, que ya conocía de los avances, llamó al Dr. Samudio, con la angustia de haber acabado de enviar a morir a su casa a una señora de 95 años, con un linfoma de 12 centímetros en el cuello. “Yo no tengo nada más que ofrecerle, ya no soporta la quimioterapia, ¿por qué no la tratamos con metformina?, es barata, es de muy baja toxicidad”, le dijo el Dr. Duque. “Usted es el médico, las evidencias demuestran que sí funciona, si cree que es lo correcto para hacer con un paciente, adelante”, respondió el Dr. Samudio. La señora, que tenía un pronóstico de vida de un mes, lleva un año con el tratamiento y ahora pregunta cómo hacer para llegar a los 100. Con este resultado el Dr. Duque le pidió a Ismael Samudio trabajar juntos en Colombia, en el Hospital san Vicente de Paul de Medellín. “Yo tenía deseos de regresar a Colombia desde que mi esposa quedó en embarazo, por eso ante esta propuesta, más la impotencia que me generaba no poder hacer clínicamente nada por la gente, por el control que tienen las grandes farmacéuticas en Estados Unidos que hacen prácticamente imposible (por costos y trámites) todo el proceso de validación clínica y científica, decidí regresar en agosto del año pasado”, cuenta Ismael Samudio. 

Al llegar con su esposa y su hija se encontró con que en el Hospital san Vicente de Paul no aprobaron su contratación cuando faltaba sólo firmar. “Menos mal ya había adelantado contactos para ser docente y me llamaron de la Universidad de Antioquia y de la Javeriana; escogí esta universidad y creo que ha sido la mejor decisión que he tomado”. La institución, la Facultad de Ciencias y el Departamento de Nutrición y Bioquímica le brindaron todo el apoyo para continuar con su investigación en conjunto con el Dr. Duque con quien forma parte del grupo de terapia Celular y molecular de la Javeriana, que adelanta investigaciones diseñadas a mejorar problemas de salud prioritarios en Colombia en base a nuevos regímenes costoefectivos. Hoy ya son 18 los pacientes que han respondido satisfactoriamente, cuando tenían como único pronóstico la muerte en poco tiempo. La paciente 18 es la propia madre del Dr. samudio, a quien le encontraron en diciembre pasado un cáncer de páncreas. “Los cirujanos le dijeron que no la podían operar, porque tiene 76 años y un corazón débil, la única solución era quimioterapia intravenosa, pero ella se negó, y dijo que prefería morir en paz”.  

Ante esa posición decidieron iniciar el tratamiento con ella, a pesar de que no tenían evidencias en casos de páncreas, sino de cáncer de seno, linfomas y uno de leucemia. “Estamos en la luna de miel del tratamiento, se siente bien y ha ganado 2 kilos de peso, algo que necesitábamos que ocurriera desesperadamente. Los últimos exámenes de laboratorio han demostrado una reducción tumoral de un 70% mientras que su estado anímico ha mejorado considerablemente”. El futuro de este procedimiento depende ahora del apoyo de Colciencias, para patrocinar su validación en Colombia, entender un poco más el mecanismo y comenzar unos estudios clínicos con más rigor científico.

“A veces tenemos un candado mental que nos lleva a pensar que en Colombia no se pueden hacer cosas, y no es así, es difícil, pero acá contamos con excelentes médicos, y sobre todo con mucha humanidad por sus pacientes, con la convicción de que ayudarlos es lo más importante”. otra motivación que tiene el Dr. Samudio es que en Colombia el sistema de salud se está desangrando con costosos tratamientos de altas dosis de quimioterapia intravenosa y/o anticuerpos humanizados que, como ejemplo en el caso de linfomas no hodkin, pueden llegar a costar mensualmente de 18 a 20 millones de pesos por paciente. La combinación de metformina con bajas de dosis de quimioterapia oral ofrece los mismos o mejores beneficios terapéuticos, mejora la calidad de vida de los pacientes, y puede costarle al país 350 mil pesos mensuales por paciente. “Jamás hemos dicho que esto va a curar a nadie, pero sí hemos demostrado que es un beneficio económico y terapéutico clave, pacientes que no vomitan, no pierden el pelo, que no se infectan porque el sistema inmune está bien, se les prolonga la vida. El seguimiento hasta ahora es muy corto (promedio de 8 meses) pero los resultados preliminares sugieren que este régimen podría representar una excelente alternativa terapéutica”.