Febrero 1979 | Edición N°: Año 17 No. 663
Por: Facultad de Comunicación Social | Pontificia Universidad Javeriana



Los estudiantes universitarios de América no podrán permanecer ausentes del pensamiento del Santo Padre, Juan Pablo I! ; pon eso desde México tambie6 se dirigió a ellos. ‘ ‘HOY EN LA JAVERIANA» presenta una transcripción de apartes de dicho mensaje tomado de la lo cual explica dificultades en la No es el texto oficial.

Y ahora, qué más  puedo en estos momentos que necesariamente habrán de ser breves, que puede esperar el mundo universitario latino americano de las palabras del Papa  poder resumirlo bastante sintéticamente en tres observaciones sugerir la linea de mi venerado predecesor el Papa Pablo VI.

La es que la Universidad católica debe ofrecen una aportación específica la Iglesia y a la sociedad situándose en un nivel de Investigación científica elevado, de estudia de problemas, de sentido histórico adecuado. Pera esto no basta para una universidad católica, Esta debe encontrar significado  en Cristo, en mensaje salvífico que abarca al hombre en Su totalidad y en Gas enseñanzas de la Todo esto supone la pronación una cultura integral es la que mira completo de la persona humana, en que tenga las valores de la inteligencia, Voluntad, basados todos  creador y que han sudo elevados maravillosamente en Cristo una figura que se dirija de modo desinteresado y genuino al bien de la comunidad y de toda la sociedad. La segunda observación es que la Universidad Católica debe ser formadora de hombres  insignes por su saber-, dispuestos a ejercer funciones comprometidas en la sociedad y a testimoniar su fe ante et manda . finalidad que hoy es indudablemente difícil . la formación científica Ce los estudiantes conviene pues añadir una profunda formación moral y considerada como algo que se añade desde fuera, sino como un aspecto en el que la institución académica resulte, por así decirlo, especificada y vivida. Se trata de promover y realizar en los profesores y en los estudiantes una cada vez mas armonía entre fe y cultura, fe y vicia. Dicha síntesis debe procurarse no solo a nivel de investigación y enseñanza sino también nivel educativo y pedagógico.

La tercera observación es que universidad católica debe un ámbito en el cual el cristianismo sea vivo y operante. Es una vocación irrenunciable de la universidad católica dar testimonio de ser una comunidad seria y sinceramente comprometida en la búsqueda científica peno también caracterizada visiblemente por una vida  auténtica. Esto supone, entre otras como una revista de la guía del profesor, el cual no puede ser considerado icónicamente corno un simple transmisor de ciencia, sino también y sobre todo, como un testigo y educaran de vida Cristiana auténtica.

En este privilegiado ambiente de formación, vosotros, queridos estudiantes, estáis llamados a una colaboración consciente y responsable, libre y generosa para realizar vuestra misma formación. La implantación de una pastoral universitaria, ya sea como pastoral de las inteligencias, ya sea como fuente de vida litúrgica, debe a todo el sector universitario de la nación y no dejara de encontrar frutos preciosos de elevación humana y cristiana»