Cuando escuchamos la palabra «cuidado», inmediatamente entendemos que estamos ante un peligro inminente. Sin embargo, un sentido distinto tiene la misma voz cuando es usada como sustantivo y va precedida de artículo definido: «el cuidado». Esto sucede, por ejemplo, en el ámbito de los niños y los ancianos, pues se trata de un quehacer en relación con dos grupos poblacionales que son más vulnerables, dependientes, y que requieren mayor protección. En este contexto se puede destacar el cuidado maternal con todo el contenido de afectos y gratuidad que conlleva una relación así, -un dar sin buscar retribución-, que sobresale incluso en el reino de los animales con escenas conmovedoras que a veces echamos de menos en el mundo de los[…]