La sección de Servicios Especializados de la Biblioteca General de la Pontificia Universidad Javeriana fue creada en 2015 para apoyar a estudiantes, docentes e investigadores en sus labores de docencia, investigación, visibilidad y posicionamiento. Este relato surge a partir del por qué y cuáles han sido sus resultados.

En el segundo piso del Centro Ático se encuentra el laboratorio Footlab, orientado a trabajar y entender el comportamiento del adulto mayor desde la biomecánica. María Consuelo Zamora y Libia Marcela Hernández, profesionales de Servicios Especializados de la Biblioteca General Alfonso Borrero Cabal, S. J., asistieron a este laboratorio en el segundo semestre de 2017 con el objetivo de conocer el trabajo realizado y de esta manera brindar un apoyo en investigación al equipo que lo conforma. Una de ellas tuvo la oportunidad de medir su presión plantar, a través de una de las plataformas que cuenta con una lámina de sensores.

“Las involucramos en la dinámica; entendieron la investigación. Fue muy bonito porque hicimos ‘clic’. Pudimos identificar qué nos podían ofrecer y ellas entendieron qué hacíamos nosotros y lo que necesitábamos. Por encima de todo, nos volvimos grandes amigas” Martha Zequera, docente del Departamento de Ingeniería Electrónica.

Gracias a ese encuentro, y a partir de la conexión que se creada en el Congreso de Investigación de 2017, fue evidente que el laboratorio requería de servicios puntuales de apoyo a la investigación por parte de la Biblioteca General. Estos servicios se proveen actualmente a través de la bibliotecóloga Zamora, quien está a cargo específicamente de la Facultad de Ingeniería. Como ella, hay otros diez profesionales que conforman el área de Servicios especializados, quienes están distribuidos en las distintas áreas de conocimiento.

El origen de la sección de Servicios Especializados

En el año 2012, se evidenció la necesidad de realizar una reestructuración de la Biblioteca General, tanto en su infraestructura física como en su oferta de servicios. Luego de revisar varias tendencias a nivel mundial, una estructura llamó particularmente la atención: las metodologías embedded librarians y liaison librarians, implementadas en las principales bibliotecas del mundo. Una de ellas, la del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, fue visitada por la Secretaría de Planeación de la Universidad:

“En esa biblioteca había muy poco personal en la parte de atención primaria y préstamo. En cambio, su fuerte era un área que ofrecía otro tipo de servicios, incluido un acompañamiento a las unidades por parte de un experto en un área temática que asesoraba a la facultad sobre qué material comprar y los apoyaba en temas de investigación”. Francisco Pabón, profesional de la Secretaría de Planeación de la PUJ.

En ese entonces, la Biblioteca General ofrecía una atención primaria al usuario, además del servicio de préstamo bibliográfico, así como las capacitaciones en la búsqueda de información disponible en las bases de datos y gestores de referencias bibliográficas. También se ofrecían servicios adicionales como la obtención de documentos y elaboración de bibliografías. Se buscaba fortalecer el área de capacitaciones, pero, inspirados en las nuevas metodologías, surgió la idea de robustecer el perfil que ya existía como profesional y dividir el área de servicios en dos: una de atención primaria y préstamo (Servicios Fundamentales) y otra que ofreciera servicios adicionales y capacitaciones en diferentes niveles (Servicios Especializados).

“le da un perfil diferente al cargo de bibliotecólogo […] consiste en poder prestar una función proactiva al tener que ir a su unidad de conocimiento y empezar a interrelacionarse con profesores y directores de carrera para desarrollar colecciones, ofrecerles capacitaciones y apoyarlos en temas de investigación”.

Con ese cambio, se buscaba que la Biblioteca General se potenciara para apoyar las funciones sustantivas de la Universidad (docencia, investigación y servicio) de una manera más estratégica.

Desarrollo de la sección

Zulma Fajardo, jefe de Servicios Especializados, ingresó a la Biblioteca General en 2015 para coordinar esa nueva sección. Se realizaron pilotos en busca de que los bibliotecólogos trabajaran un día a la semana en su facultad, ofreciendo los servicios que se tenían en ese entonces. Posteriormente, se tomó la decisión que no tuviesen un espacio específico en la facultad, sino que estuvieran en contacto permanente con los docentes e investigadores, desde su propia oficina, ubicada en el piso 0 de la Biblioteca General.

Entre el 2016 y 2017, se evaluaron las nuevas tendencias en bibliotecas, enfocadas en servicios de apoyo a la investigación, y se identificaron las necesidades de los investigadores de la universidad para diseñar e implementar una nueva estructura de servicios dividida en tres líneas estratégicas de apoyo: docencia y aprendizaje, investigación, y, por último, visibilidad y posicionamiento.

En la línea de docencia y aprendizaje, además de los servicios que ya se tenían, se incluyó la actualización de la bibliografía de los syllabus, la elaboración de guías y tutoriales de recursos y la asesoría en la compra de nuevos materiales. En cuanto al apoyo de la investigación, se crearon los servicios de asesoría en identificación de fuentes de financiamiento, apoyo en el proceso de publicación en revistas científicas, análisis bibliométrico para identificación de tendencias, capacitación avanzada en recursos de apoyo a la investigación e inteligencia científica, servicio ofertado en conjunto con la Dirección de Innovación de la Vicerrectoría de Investigación. Además, se buscó apoyar a la visibilidad y posicionamiento de los investigadores a través de los servicios de normalización de los perfiles digitales y la asesoría en la identificación del índice H.

Uno de los bibliotecólogos en permanente contacto con docentes e investigadores, a través de citas, correo, redes sociales y WhatsApp, es Hernán Morales, quien está asignado a la Facultad de Ciencias. Gracias a su trabajo colaborativo con los directivos de la facultad, su nivel de especialización en esta área del conocimiento y el interés demostrado en el acompañamiento a los procesos de investigación, se comenzaron a identificar necesidades que contribuyeron a la creación de esos nuevos servicios.

Un ejemplo de ese trabajo colaborativo lo relata Carlos A. Rivera Rondón, director de la carrera de Biología.

“Hernán Morales me ayudó a realizar todo el análisis de redes de investigación y publicación de algas en el mundo. Identificó qué países manejaban el tema, cómo interactuaban entre ellos y con qué científicos latinoamericanos colaboraban. A partir de ese análisis, era evidente que sí se pueden hacer trabajos colaborativos internacionales”.

Los resultados de ese trabajo fueron presentados en un congreso el año pasado en Cali y permitieron sentar las bases para una red de investigadores especializados en algas marinas que puedan ayudar con las necesidades sobre el tema que se tienen en Colombia, por ejemplo, en taxonomía.

Resultados de la sección

Entre 2015 y mediados de 2018, en el área de Servicios especializados se han realizado 2213 cursos de capacitación y fueron atendidos 15 949 miembros de la comunidad javeriana. Explica la jefa del área:

“Hemos capacitado a los estudiantes, docentes e investigadores javerianos para que le saquen todo el potencial a los recursos electrónicos disponibles con que cuentan las bibliotecas de la PUJ, y así eviten el plagio al saber cómo citar y utilicen bibliografía actualizada y pertinente”.  

Específicamente entre 2017 y 2018, la sección ha ayudado a que tres docentes construyan el estado del arte de su tema y a que puedan crear nuevas redes de colaboración para escribir en conjunto con sus pares. También contribuyó a que dos investigadores identificaran las instituciones que pueden apoyar su investigación, a que uno publicara su artículo y a que veinticuatro normalizaran su perfil digital con el fin de apuntarle a la visibilidad de su producción científica. A su vez, realizó acompañamiento en la actualización de seis syllabus, en trabajo mancomunado con el desarrollador de colecciones de la Biblioteca General.

De acuerdo con Fajardo, aunque existen casos de éxito, aún hace falta que el 100% de las facultades trabajen de manera articulada con la sección y que todos los bibliotecólogos especializados puedan tener un profundo conocimiento de las necesidades de su facultad para que sean traducidas en servicios. A futuro, se buscará que los mismos docentes e investigadores utilicen herramientas avanzadas de investigación como Vantage Point y que la sección de Servicios Especializados aporte en la creación de un sistema donde se gestione la información de toda la producción de los investigadores. Concluye la profesora Zequera:

“El secreto consiste en que la Biblioteca General entienda más al investigador, trabaje como su partner y hable el mismo lenguaje, para que sea más exitoso en el resultado. Los bibliotecólogos especializados deben entender qué es lo que se hace, cómo y para qué, con el fin de direccionar adecuadamente la estrategia”.

Para ampliar la información acerca de los Servicios Especializados que ofrece la Biblioteca General Alfonso Borrero Cabal, S. J., puede acceder a los siguientes enlaces:

Docencia y aprendizaje
Investigación
Visibilidad y posicionamiento