Navidad con sentido colombiano
Con un destacado musical navideño en ritmos colombianos, destello de luces, juegos pirotécnicos y calor de familia se encendió la Navidad en la Pontificia Universidad Javeriana.
Ya es oficial que la época navideña comienza formalmente el día que la familia javeriana se reúne en las instalaciones del Centro Javeriano de Formación Deportiva para cantar villancicos y comer buñuelos con chocolate. Este es el día en el que se ve el tamaño de la comunidad javeriana, pues son los estudiantes, los profesores, los administrativos y egresados que llegan a la Universidad en compañía de sus padres, abuelos, hijos, parejas, hermanos, primos y amigos a celebrar el anuncio de la Buena Nueva. En esta ocasión el encuentro familiar navideño se realizó el 6 de diciembre en la cancha de fútbol. Y desde antes de las 5.30 de la tarde ya se veía crecer una larga fila de niños acompañados de sus familias, esperando ansiosos que se abrieran las puertas de la cancha para estar en la primera fila de lo que sería el show de la navidad. Adentro los esperaban unas maracas de obsequio, elaboradas por familias de Cartagena, un refrigerio y cientos de puffs de colores para observar la presentación de la música, compositora y cantante javeriana, María Mulata. La bienvenida estuvo a cargo del padre Alfonso Castellanos, S.J., vicerrector del Medio Universitario, quien comentó cómo dos días atrás miles de personas se habían reunido en la Universidad para escuchar al padre Gerardo Remolina, S.J. y el científico Richard Dawkins debatir sobre la existencia de Dios. “Hoy, de manera particular, lo estamos celebrando. Porque como cristianos celebramos un Dios que se hace carne, se hace niño, se hace uno de nosotros”, explicó el padre Castellanos. Así mismo, recordó que el niño Jesús nace en un hogar humilde de Palestina, muy distinto al contexto de Papás Noél, muñecos de nieve, renos y pinos que ha impuesto la sociedad. “Necesitamos construir y vivir una Navidad que dé espacio a la familia y en Colombia, con paisajes de palmeras, corderos, trapiches y cafetales”, sugirió el padre. Para hacer de esta Navidad una expresión colombiana, se contó de manera especial con María Mulata, investigadora de la música tradicional colombiana que ha interpretado tanto los ritmos ancestrales de las montañas como los de las costas.
Musical navideño
¿De qué manera se puede vivir una navidad colombiana? A través del descubrimiento de una Colombia profunda y a través de un viaje musical por las tradiciones navideñas de los pueblos olvidados, cuyos protagonistas son la memoria y los rituales perdidos que se conocen gracias a los abuelos. En esto consistió la presentación de la egresada de estudios musicales María Mulata, quien desde niña canta pasillos, bambucos, cumbias, porras y paseos vallenatos; cuenta con cinco producciones discográficas, ha hecho giras por Europa, África, Asia, Centroamérica y Estados Unidos, fue galardonada con la gaviota Viña del Mar en 2007 y fue nominada a un premio Grammy Latino. Acompañada de un coro infantil y juvenil de seis niñas, pusieron en escena la historia de la Navidad con la abuela Candé que enseñó a las familias a defender las tradiciones nacionales. En medio de canciones con ritmos típicos colombianos como el bambuco, el porro, la cumbia y el son caribeño, se narraron las historias de los reyes magos, del viaje de la Virgen María y San José y del nacimiento del niño Jesús. Durante el acto se involucró al público asistente invitándolos a buscar debajo de sus sillas y puffs la figura del niño Jesús que hacía falta para terminar de armar el pesebre de la tarima, aquel que, durante la presentación de María Mulata, armaron las niñas del coro. Luego, algunos adultos fueron invitados a hacer el baile de cinta, tradicional en varios departamentos de Colombia, como un símbolo de unión entre los pueblos. El cierre del inicio formal de esta celebración navideña en familia javeriana, fueron los esperados y siempre aplaudidos juegos pirotécnicos que, desde el último piso del edificio de parqueaderos, Don Guillermo Castro, iluminaron el cielo de la Pontificia Universidad Javeriana y sus alrededores.