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Acciones reales a favor del planeta y de nosotros mismos. Todo cuenta.
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Como humanidad a este momento del 2023, ya hemos sobrepasado siete de los nueve límites que permiten que la Tierra sea habitable [1], siendo necesario realizar acciones reales que propicien recuperar los valores adecuados para los nueve límites definidos.
Estas acciones se asocian al cambio de hábitos y comportamientos en la adquisición de productos y bienes, y a actividades de la cotidianidad que mejorarán nuestra calidad de vida. A continuación, señalo algunas decisiones para lograr un planeta habitable.
En la cotidianidad, el consumo de alimentos debe priorizar los producidos localmente, de origen orgánico o producidos con alta tecnología ambientalmente adecuada. Productos frescos, con mínimo procesamiento y libres de empaques de plástico derivado del petróleo. Un segundo grupo de productos incluye vestuario, calzado y atuendo en general: se debe optar por los elaborados con materias primas de origen vegetal o animal, con tintes naturales o de origen orgánico y priorizar los que nos garanticen la mayor durabilidad posible.
La movilidad es un factor ambiental determinante, debemos optar por disminuir el uso de vehículos que demanden combustibles fósiles, optando por caminar, usar bicicleta o vehículos eléctricos, además de recurrir a sistemas de comunicación remota.
En nuestro hogar y lugar de trabajo es ideal priorizar objetos en madera o vidrio para los acabados y mobiliario, condiciones de habitabilidad – iluminación, temperatura y humedad – directa, con mínimos requerimientos energéticos. Contemplar zonas verdes con árboles como elemento fundamental en estos espacios. Los electrodomésticos para la casa o la oficina, deben ser de marcas que contemplen directamente su reciclaje o refacción y verificar la eficiencia en el consumo de energía; así mismo, que sean reconocidos por su durabilidad. Para equipos que utilizan baterías, se debe evaluar la duración por carga y la vida útil total de la batería.
Todos los seres humanos necesitamos actividades recreativas y damos y recibimos presentes. Son deseables las experiencias con la naturaleza a cambio de objetos y si se dan o reciben objetos, garantizar que estén elaborados en materias primas renovables, de carácter local, exaltando la biodiversidad y la identidad de donde provienen y que funcionen sin requerimientos energéticos externos al propio. Los presentes son una excelente oportunidad para promocionar el uso de productos con adecuado perfil ambiental.
El uso del agua debe incluir sistemas eficientes para su consumo, disposición y construir sistemas de almacenamiento de agua lluvia.
Como un acto de reconciliación con la naturaleza, debemos sembrar y propiciar la siembra de plantas. En espacios cerrados como vivienda y oficina, utilizando especies descontaminadoras o con usos directos como alimentación y en espacios abiertos, sembrar especies que ofrezcan productos maderables o no maderables y que favorezcan condiciones de hábitat a la fauna silvestre. También incluir en nuestra agenda anual la siembra de entre 3 y 5 árboles y garantizar que estos crezcan. Es necesario ponernos al día con los que hemos debido sembrar a este momento de nuestra vida.
Respecto al uso del agua, se debe incluir sistemas eficientes para su consumo y disposición. Usar jabones y productos de limpieza libres de fosfatos o tensoactivos; construir sistemas de almacenamiento de agua lluvia – pocetas – para su posterior uso y favorecer la fauna, teniendo cuidado en el control biológico (con peces) de insectos transmisores de enfermedades.
Si bien actualmente existe una estrategia de sobrecostos de los productos amigables con el ambiente, basado en posturas esnob del mercado, es totalmente posible adquirir productos con el perfil ambiental adecuado y a precios justos.
Desde la Universidad se ha venido trabajando en el cuidado de la Casa Común, siendo su Política Ecológica y Ambiental [2], principal referente de acciones ambientalmente adecuadas, también la directriz de compras responsables y sostenibles y los actuales lineamientos sobre construcciones y adecuaciones de los edificios y espacios verdes del campus.
Finalmente, desde el Instituto Javeriano del Agua se avanza en investigación, docencia y servicio, que se evidencia en diversos eventos como el realizado recientemente en la ciudad de Honda “Su Merced, Bosque y Agua” [3] en donde, desde una apuesta cultural, se abordan los problemas ambientales, sociales y económicos, relacionados con los límites planetarios, alrededor de los cuerpos de agua, elemento vital para todos los procesos asociados al planeta.
[1] Basado en: Persson et al. 2022 Steffen et al. 2015. Licenced under CC BY-NC-ND 3.0
[2] Acuerdo 617 de 2015, Pontificia Universidad Javeriana
[3] https://vimeo.com/837335501