noviembre-diciembre 2012 | Edición N°: año 51, No. 1283
Por: Agencia de Noticias Zenit | Entrevista realizada por Marie-Pauline Meyer para Dios llora en la Tierra, un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.



Entrevista con el obispo Rodrigo Mejía Saldarriaga, S.J.

El jesuita colombiano que ejerce su ministerio como vicario de Soddo, Etiopía, ha asumido la causa de los derechos de la mujer como una de sus prioridades.
Enseñar a los etíopes la verdad evangélica de que hombres y mujeres son iguales en dignidad es un desafío que debe afrontarse especialmente en este país, afirma monseñor Rodrigo Mejía Saldarriaga.
El vicario apostólico de Soddo nació en Medellín, Colombia, en 1938, y llegó a África por primera vez en 1964. Tras 20 años en la República del Congo, pasó 14 años en Kenia, y ahora lleva 12 años en Etiopía.
En esta entrevista, el obispo habla de los desafíos del ecumenismo en Etiopía y del porqué ha hecho de la defensa de los derechos de la mujer una de sus prioridades.
¿Es difícil ser obispo de una comunidad pequeña? (Etiopía es mayoritariamente una nación ortodoxa y protestante con sólo una pequeña presencia católica).
Diría que tiene ventajas y desventajas. El hecho de que la comunidad no sea muy grande hace que no haya muchas preocupaciones con respecto a la administración, pero, el hecho de que la comunidad sea pequeña plantea también grandes desafíos pastorales, sobre todo en las relaciones con otras iglesias.
¿Es posible este diálogo con la Iglesia ortodoxa?
Pienso que es posible, sobre todo a nivel personal. A este nivel, diría que tenemos buenas relaciones con los obispos y sacerdotes locales. Es más difícil a nivel nacional porque esto implica acuerdos y políticas.
¿Puede darnos un ejemplo de uno de sus diálogos con la Iglesia ortodoxa?
Uno de los principales diálogos al más alto nivel es la colaboración de todos los líderes religiosos por la paz. Durante la última guerra con Eritrea, los líderes religiosos se reunieron y publicaron una declaración conjunta a favor de la paz. Invitaron a todos a participar en esta lucha por la paz.
Usted se ha expresado con notable amplitud a favor de los derechos de la mujer. ¿Por qué es necesario esto?
Es necesario porque es uno de los aspectos de la cultura africana que requiere la evangelización. El Papa Pablo VI en su encíclica Evangelii Nuntiandi subrayaba el hecho de que es la cultura la que tiene que ser evangelizada. Es en este punto, creo, en el que la cultura africana necesita que el Evangelio les diga que las mujeres tienen exactamente la misma dignidad humana que los hombres y, por ello, no pueden ser tratadas como ciudadanas de segunda clase. En Etiopía, en comparación con otros países africanos en los que he vivido, el papel de las mujeres está infravalorado, aquí me he encontrado con una gran resistencia y asombro de los hombres e incluso malinterpretaciones. Por eso me dije a mí mismo que aquí había un desafío y que se requería evangelización en este sector.

¿Cómo va a lograr la Iglesia esto?

Creo que uno de los métodos más eficaces es a través de la educación. Si se educa a las mujeres, serán más apreciadas y podrán ser capaces de actuar como ciudadanas de la sociedad.

Hay todavía muchas tribus en su diócesis. ¿Hasta qué punto es importante preservar estas tradiciones tribales?
Es una diócesis multicultural y rural y se encuentra a unos 400 kilómetros al sur de Addis Abeba, en la frontera con Kenia. Estas tradiciones están muy vivas y es importante preservarlas porque hay grandes valores en ellas. No podemos simplemente destruir estos valores culturales tribales sin remplazarlos con algo mejor; esto causaría un grave daño a la gente y a las generaciones que vengan.

¿Pueden combinarse estos valores con los valores de la Iglesia católica?
Muchos de ellos sí, especialmente la solidaridad, por ejemplo, el respeto por la vida humana, el servicio y los valores familiares, la unidad y la cohesión familiar, son valores tradicionales africanos, y otros como la hospitalidad hacia los huéspedes. Estos son grandes valores.
Son muchos de estos miembros de tribus de su diócesis católicos u ortodoxos?
Pertenecen a diversas confesiones, ortodoxos, protestantes e incluso musulmanes. Las tribus al sur del río Omo son más primitivas que las demás y no han sido evangelizadas. Hay 16 tribus y practican las religiones tradicionales africanas.
¿Y esto está dentro de su diócesis?
Sí, sigue siendo mi diócesis y es un desafío para nosotros.
¿Cómo le va con estas tribus?
Intentamos estar presentes entre ellas pero es un desafío en términos de personal, sacerdotes, religiosos, hermanas, además de los desafíos económicos que se requieren para construir infraestructuras para estar presentes allí.
¿Qué lengua utiliza?
Utilizo el amárico, que aprendí en Addis Abeba, y durante la época del emperador Haile Selassie esta era la lengua oficial. Ahora la situación ha cambiado y Etiopía es una república federal y los diferentes estados han desarrollado las lenguas locales, y es por lo que, en mi vicariato, he utilizado al menos cuatro lenguas diferentes. No las conozco todas pero utilizo el amárico porque todavía es usado por la generación más adulta. Aprendí a leer en las otras tres lenguas locales para celebrar la Eucaristía.

¿Se siente usted más africano que sudamericano?
Diría que sí. No soy muy consciente de ello cuando estoy en África pero me doy cuenta cuando vuelvo a Colombia. Me siento como un extranjero en mi propio país.
¿Cuál es su esperanza para la Iglesia católica en Etiopía?
No podemos predecir el futuro, pero mi esperanza es que la Iglesia católica sea más aceptada; que los prejuicios contra la Iglesia católica se eliminen y que pueda entrar en un mejor diálogo con la Iglesia ortodoxa. También espero sobre todo que tengamos libertad completa y posibilidades para nuestras instituciones. La Iglesia católica ahora se ha embarcado en un gran proyecto para comenzar una universidad católica en el país que se localizará en Addis Abeba

*Entrevista realizada por Marie-Pauline Meyer para Dios llora en la Tierra, un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.