El 11 de septiembre de 2019, el Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales recibió la acreditación por parte del Ministerio de Educación Nacional. En la foto: Lilia Lisseth Roa Fuentes, directora del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales; Luis David Prieto Martínez, vicerrector académico; María Adelaida Farah, decana de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales; y Alberto Ramírez, exdirector del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales.
Octubre 2019 | Edición N°: año 59, nro. 1352
Por: Karem Priscila Díaz Díaz | Periodista de la Dirección de Comunicaciones

La apuesta que lidera la Vicerrectoría Académica con el modelo de aseguramiento de la calidad de su oferta académica ha llevado hoy a la Javeriana a tener el 76% de sus programas de pregrado y posgrado acreditados en alta calidad.


El 11 de septiembre de 2019, el Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales recibió la acreditación por parte del Ministerio de Educación Nacional. En la foto: Lilia Lisseth Roa Fuentes, directora del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales; Luis David Prieto Martínez, vicerrector académico; María Adelaida Farah, decana de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales; y Alberto Ramírez, exdirector del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales.
El 11 de septiembre de 2019, el Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales recibió la acreditación por parte del Ministerio de Educación Nacional.
En la foto: Lilia Lisseth Roa Fuentes, directora del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales; Luis David Prieto Martínez, vicerrector académico; María Adelaida Farah, decana de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales; y Alberto Ramírez, exdirector del Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales.

Hoy, la Pontificia Universidad Javeriana tiene el 76% de sus programas académicos acreditables acreditados, lo que la convierte en la universidad privada del país número uno en tener su oferta académica con el sello de acreditación de alta calidad que otorga el Ministerio de Educación Nacional.

La clave para tener este resultado es el Magis ignaciano, es decir, la búsqueda del mejoramiento permanente para servir mejor que, con el liderazgo de la Vicerrectoría Académica, se ha convertido en una cultura de autoevaluación permanente en los programas académicos, las facultades y en todas las unidades de la Universidad que trabajan en conjunto para alcanzar la excelencia.

“Esto es un trabajo colectivo en el que la Universidad ha entendido que la autoevaluación debe constituirse como una herramienta esencial que le permite verse en términos de poder identificar unas fortalezas y unas oportunidades de mejoramiento. (…) Todo programa académico en la Universidad Javeriana está en proceso de autoevaluación. Esto le permite también mecanismos de autorregulación y de mejoramiento”, comenta Carlos Rico Troncoso, director de Programas Académicos.

La búsqueda permanente de esta excelencia se refleja en la implementación del Modelo de Desarrollo de la Oferta Académica que responde a las necesidades del contexto social y garantiza la calidad de sus programas, bajo el criterio de una autoevaluación permanente.

“En la Vicerrectoría miramos cómo estamos entendiendo la calidad, qué significa la calidad para los programas académicos y cómo la hemos venido desarrollando en los últimos años. Estamos comprometidos en ver que nuestros programas académicos están respondiendo cada vez más a las necesidades locales e internacionales que demandan hoy por hoy todas las mega tendencias”, agrega Rico.

Dentro de este Modelo la calidad está presente desde el instante en que empieza la creación de un programa hasta cuando es sometido a escrutinios o evaluaciones, tanto nacionales como internacionales. Por ello en la Vicerrectoría Académica se desarrolló el proceso de aseguramiento de calidad en la oferta académica que integra la obtención y renovación de registros calificados, las acreditaciones de alta calidad, los estudios desarrollados por el Ministerio de Educación, por la Universidad y la información proveniente de las pruebas Saber Pro.

Con este proceso se entiende que “los programas académicos son entidades culturales, apuestas socioculturales y dinámicas que nacen, crecen se robustecen y, en algunos casos, se agotan y
mueren. (…) Con la autoevaluación nos hacemos la pregunta si los programas académicos están respondiendo a las temáticas o problemáticas globales del país y a las apuestas de la Universidad
en términos de misión, visión y planeación. Entonces vamos creciendo y acreditando, pero también vamos depurando. Este es el sentido de la calidad, porque no es solamente la traducción por el ejercicio de la acreditación. Eso es lo que nos posiciona como una universidad que tiene claridad de un modelo de aseguramiento”, explica el director Programas Académicos.

Esta cultura de evaluación permite también identificar los casos de programas académicos que aun cumpliendo las condiciones para ser acreditados no se encuentran listos para hacer el proceso
ante el Ministerio. Por ello, este proceso está concebido como un ejercicio inherente que debe tener todo programa académico y no para obtener el registro calificado o la acreditación.

“Que hoy estemos en el 76% no es un esfuerzo único de los últimos tres años, ya que es un proceso permanente y continuo de la Universidad. La diferencia está en que desde 2014 se ha trabajado por mantener las acreditaciones de los pregrados y hacer una apuesta por acreditar los posgrados”, explica Karen González Peña, asesora para el aseguramiento de la calidad, de la Vicerrectoría Académica. Es así como de 99 programas acreditables, 75 ya están acreditados. El más reciente en recibir la acreditación fue el Doctorado en Estudios Ambientales y Rurales. “Y tenemos pendiente una respuesta del Ministerio que, si llegara hoy, nos pondría en el 82% de programas acreditados. Este número es muy importante para la Universidad, porque es el reconocimiento al trabajo de las Facultades, pero en el fondo es a toda la Universidad en función de la calidad”, puntualiza González. (Ver gráfica No. 1).

 

Gráfica No. 1

Más allá de la calidad certificada

De acuerdo con Jorge Silva Rueda, secretario de planeación de la Universidad, el impacto de este riguroso y juicioso proceso de aseguramiento de la calidad de la oferta académica de la Universidad Javeriana adquiere un valor especial en la reputación de la Institución y su coherencia, favorece los convenios de movilidad y de doble titulación y su oportunidad de participar en convocatorias nacionales e internacionales de investigación. 

La Universidad es una de las líderes en los procesos del sistema nacional de aseguramiento de la calidad al ser el P. Jorge Humberto Peláez, S.J., rector de la Javeriana, miembro del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) y del G10. “Es una manera de mostrar credibilidad y confianza frente a quien nos considera. Pues hay un compromiso de invertir una serie de recursos para mantener esa calidad”, comenta Karen González.

Para Luis David Prieto Martínez, Vicerrector Académico, que la Javeriana sea la universidad con el mayor número de programas acreditables, acreditados “significa que la Universidad hace efectivo su compromiso con el mejoramiento permanente, con el cumplimiento de sus objetivos y la realización de su Misión”.

Al amparo de este compromiso con el Magis de la excelencia que hace parte del ADN del trabajo institucional y de la sintonía que une a toda la Universidad por la calidad, hoy la Vicerrectoría Académica continúa liderando el proceso de aseguramiento de la calidad ahora con los nueve programas virtuales, tres que ya están funcionando y seis que están próximos a ser abiertos, los cuales están conectados con la realidad del país y del mundo y que responden a demandas sociales desde la potencia de su trabajo interdisciplinario.

De esta forma y como afirma el Vicerrector Académico, “la acreditación de programas es una consecuencia alcanzable en una universidad que se transforma para atender las nuevas demandas
sociales con una formación innovadora y con un sello de calidad, otorgado por el Ministerio de Educación Nacional en el nombre de la sociedad colombiana”.