luis guillermo sarasa, s.j
Junio 2020 | Edición N°: año 59, nro. 1358
Por: Luis Guillermo Sarasa, S.J | Vicerrector del Medio Universitario.

Acciones de solidaridad


luis guillermo sarasa, s.j

No todo en esta crisis es miedo, depresión, corrupción, angustia, pesimismo y desesperanza. Hay ejemplos e indicadores que ponen de manifiesto lo contrario. No todos miramos de la misma manera y las aproximaciones a la realidad siempre han sido y serán distintas. En general, las personas que han sido capaces de ver a profundidad lo que está sucediendo se han movilizado de maneras muy diversas para acompañar, según la necesidad, a quienes nos están interpelando.

El modo de ser de la Universidad Javeriana no ha sido ajeno a los clamores de cientos de familias que han requerido nuestro apoyo urgente, empezando por la decisión directiva de “recrear”, con optimismo, esperanza y excelencia, todo el andamiaje que nos hace lo que somos. Las personas han estado en el centro de esta decisión valiente y las circunstancias de cada quien han sido consideradas con lupa.

Hay reportes de acciones de solidaridad individuales que tenemos que agradecer. Muchas de ellas son anónimas y son, evidentemente, las mejores. Otras muchas han requerido la publicidad para poder alcanzar a muchas personas que han sido capaces de discernir su posibilidad de ayuda. A través de la Oficina de Gestión de donaciones, ha sido posible la recaudación de fondos para subvencionar salarios que, de otra manera, no habría sido posible garantizar y esto debido a la tercerización de empleos. El Centro Pastoral, a través de su voluntariado, también ha tenido la valentía para reencauzar el entusiasmo de muchos jóvenes que, movidos por un espíritu solidario, se han ofrecido para recaudar, comprar, empacar y llevar mercados a las mismas familias que han acompañado en diferentes programas en semestres anteriores. La reinvención de los servicios de alimentación y su muy juicioso protocolo de bioseguridad es, sin duda, un buen ejemplo de acción solidaria en beneficio de “personas” y familias que trabajan dignamente y que quieren seguirlo haciendo.

Rector y vicerectores, con todos sus equipos, se han movilizado, con entusiasmo, para re pensar la Universidad a corto, mediano y largo plazo; también para responder a las urgencias diarias (directrices de los gobiernos nacional y distrital), para crear redes de apoyo, activar protocolos, rediseñar el espacio físico de la Universidad y de modo muy especial, seguir ofreciendo un servicio educativo de altísima calidad por medio de una adaptación veloz, pero que no ha dejado de lado lo más importante: el ser humano en su integralidad (vida deportiva, cultural, espiritual, identitaria, celebrativa; igualmente importantes han sido el acompañamiento personal y familiar, la seguridad y la movilidad y un estricto monitoreo de la salud física y mental).

Alguien dijo en redes, con mucha razón, que de esta situación no se salvarían los más poderosos o los más ricos sino la “tribu” más disciplinada. Y, por qué no decirlo: la Javeriana ha demostrado durante este tiempo toda su capacidad de innovación, de perspectiva, de vitalidad, de humanismo. Estas capacidades residen en las personas y no meramente en la capacidad económica. Han sido las personas las que le han apostado a un verdadero impulso no sólo para mantenernos sino, sobre todo, para reinventarnos y crecer en posibilidades. A lo digital le llegó su hora, pero hay que humanizarlo. A las afugias económicas de tantas familias se ha respondido con una serie de posibilidades antes inexistentes. A la formación pedagógica y didáctica de los docentes e investigadores se ha respondido con formación profesional y con alternativas que nos siguen poniendo a la vanguardia con absoluta responsabilidad y profunda humildad.

Han sido las personas las que le han apostado a un verdadero impulso no sólo para mantenernos sino, sobre todo, para reinventarnos y crecer en posibilidades.

Gracias a todos los que han contribuido de tantas maneras y de otras no conocidas, a seguir formando parte de un equipo humano que siempre se ha pensado para los demás. Gracias decanos y decanas por su liderazgo tan ignaciano. Gracias a los directores(as) por su empeño y entrega de tiempo extra. Gracias, colaboradores javerianos por mantener vivo y al día este espacio virtual presencial donde seguiremos creciendo como seres humanos.