
Panamparo, más que una práctica para los estudiantes
*Foto: Los estudiantes de Ingeniería Industrial y Nutrición que realizan su práctica social en la Fundación Amparo, han aportado sus conocimientos para el mejoramiento nutritivo, comercial y administrativo de la panadería Panamparo.
La Universidad Javeriana participa en un proyecto de panadería de una Fundación que trabaja en convenio con la Universidad Javeriana, para ofrecerles posibilidades de sustento a menores de edad en embarazo.
ANDRÉS MONTEJO, Steffany Piñeros y Cristian Gordillo tienen en común que son estudiantes de Ingeniería Industrial en la Pontificia Universidad Javeriana. Están en los últimos semestres de su Carrera y además adelantan su asignatura de práctica social con la Fundación Amparo, que apoya a menores de edad en embarazo, con talleres de panadería, de estética y de accesorios.
Allí, más que una práctica obligatoria, han aprendido a ver que su profesión no es sólo adquirir un cúmulo de conocimientos para ponerlos al servicio de una empresa y obtener rendimientos económicos para su beneficio, sino que puede ser también aplicada como un servicio social del cual se favorecen personas que pasan dificultades.
El vínculo de la Universidad Javeriana, específicamente de la Facultad de Ingeniería, el área de Nutrición y Pastoral Social, con la Fundación Amparo, empezó en el 2006, cuando un grupo de profesionales conoció su trabajo por intermedio de la Arquidiócesis de Bogotá.
Con la llegada de los javerianos se planeó la puesta en funcionamiento de una panadería, llamada Panamparo, que empezó en el 2008, y que se espera que sea una fuente de ingresos para la Fundación.

“Cuando nos vinculamos encontramos que se podía potencializar la panadería, para mejorar la labor que tiene la Fundación con las niñas. A través de la academia aportamos en la mirada de la producción, en la de la investigación, en la mirada de la calidad del producto y de la nutrición”, comentó Blanca Cecilia Pérez, profesora de la Facultad de Ingeniería. Así mismo, se ha trabajado en el acompañamiento de desarrollos administrativos y organizacionales, como en la generación de espíritu empresarial.
“Estamos haciendo un estudio técnico de proveedores, de compras, de proceso productivo y su mejoramiento a corto y mediano plazo. Es importante mirar la distribución y comercialización, porque la cadena se mueve si realmente hay un mercado”, afirmó la también docente, Giovanna Fiorillo.
Del equipo de trabajo de Ingeniería también forma parte Patricia Dorado, con el aporte interdisciplinario de Fernanda Tobar, del área de Nutrición, y de Sofía del Socorro Legarda y Moisés Peña, del Centro Pastoral.
La misión de este grupo de profesionales javerianos es sensibilizar a los estudiantes que se vinculan como practicantes al proyecto y orientarlos en su labor. “No es sólo un trabajo técnico, buscamos el apoyo interdisciplinario para que los estudiantes tengan un acercamiento y encuentro con las actividades humanísticas y eso lo hemos logrado. Hay que ir más allá de los cuadros, los conceptos y los resultados, algunas veces en Ingeniería somos muy cuadriculados en esos temas y no vemos mucho el proceso, para nosotros es muy importante la manera cómo se llega a la comunidad y como se trabaja con ella”, enfatizó Giovanna Fiorillo.
Andrés Montejo Rendón, de décimo semestre de Ingeniería Industrial, cuenta por ejemplo que ha trabajado en producción. Su labor consiste en documentar los procesos productivos, es decir, elaborar diagramas de flujos de procesos, fichas técnicas de los productos y de las máquinas, parámetros para el control de calidad, el manejo de desechos, el mantenimiento preventivo de las máquinas y programas de capacitación para futuros empleados.
“Esta fundación la creó una pareja de daneses y es interesante ver que dos extranjeros se preocupan por nuestros problemas, aprende uno a tener esa sensibilidad social y a darse cuenta que todos los conocimientos adquiridos en la Carrera se pueden aplicar en pro de la mejora de la sociedad”.
En este caso Andres Montejo ha aportado para que los procesos se mejoren, reduciendo tiempos, disminuyendo recorridos, corrigiendo partes ergonómicas, y con ello bajando costos, lo que se refleja en mayores utilidades.
Steffany Piñeros Millán, de octavo semestre de Ingeniería Industrial, adelanta su práctica elaborando estrategias logísticas para aumentar clientes y ventas, dar a conocer la panadería y los productos que esta ofrece.
“Lo que más me ha impactado es el trabajo con las niñas, pues ellas requieren de un apoyo, de sentirse en un hogar, que les briden fortaleza para salir adelante con su bebé, que es un motivo por el cual luchar, por el cual salir adelante, por el cual estudiar”. Agrega que para ella es importante tener en cuenta el sentido social de su Carrera y el aporte que puede dar como profesional a la sociedad.
Cristian Gordillo Hernández, de noveno semestre de Ingeniería Industrial, enfocó su práctica en el área financiera, en la verificación del costo de los productos y para él la práctica no es un requisito por cumplir sino una oportunidad para el crecimiento personal.
“Uno cuando es estudiante no tiene ese contacto con la gente y esta práctica le da a uno eso, conocer la situación de personas que necesitan nuestra ayuda y de las fundaciones para mejorar su calidad de vida. Así suene cliché es verdad que desde el trabajo uno puede hacer país”. Agrega que es importante que la gente se dé cuenta que la Universidad a parte de sacar buenos profesionales se enfoca en sacar personas que se preocupan por el bienestar de los otros.