
Pensamiento educativo en la universidad: vida y testimonios de maestros
La serie Pensamiento educativo en la universidad: vida y testimonio de maestros, iniciativa que, desde 2016, viene realizando nuestra Facultad de Educación, con el propósito de rendir homenaje y reconocer las prácticas docentes universitarias de maestros y maestras javerianos, ya cuenta con su tercer volumen.
En esta ocasión, nos detendremos en las trayectorias de doce maestros javerianos, cinco maestras y siete maestros, dos de ellos ya fallecidos, quienes han dejado un testimonio viviente entre sus discípulos y colegas que ha trascendido a las comunidades educativas. Ellos son: el P. Sergio Bernal Restrepo, S.J., In memoriam (Educación humanista); Luis Felipe Silva Garavito, In memoriam (Educación en Ingeniería); Simeón Moreno Ortiz (Educación y pedagogía), Olga Consuelo Vélez Caro (Educación en Teología), Robert Eugene Rosenberg (Educación en Artes Escénicas), Silvia
Cogollos Amaya (Educación en Historia), Hernando Bermúdez Gómez (Educación en Contaduría), Gustavo Zafra Roldán (Educación Jurídica), Camilo Javier Bernal Vélez (Educación en Odontología), Martha Cecilia López Maldonado (Educación en Enfermería), Albis Cecilia Hani Amador (Educación Médica), y Janeth Arias Palacios (Educación en Microbiología).
Enseñar en la universidad contemporánea puede ser desafiante de distintas maneras, especialmente por la responsabilidad que acarrea educar para un escenario social de pocas certezas que va configurando un mundo desconocido.
Esta obra es el resultado de un ejercicio de narración de trayectorias biográficas, que se construye en torno a conversaciones sobre la enseñanza y el maestro en la universidad contemporánea. El significado de ser maestro universitario, la dimensión política de la enseñanza, la pedagogía como acompañamiento, y los esquemas de valoración de la docencia son los temas centrales de este volumen, que se lanzará en los próximos meses.
El significado de ser maestro
La labor del profesor es, al mismo tiempo, conservadora y disruptiva: lleva al sujeto a un encuentro con la cultura, pero en ese encuentro se abre el intersticio de la transformación de la tradición para que el mundo no siga siendo el mismo. El significado de ser maestro expresado en los testimonios recuerda que la tarea formativa está impregnada de experiencia y madurez, de responsabilidad y alteridad, de momentos para compartir la vida y de entregarnos al otro. Ser maestro implica vivir en la condición de aprendiz permanente, pero por sobre todo: “ser maestro es un llamado del alma, antes que una profesión” (Simeón Moreno Ortiz).
La dimensión política de la enseñanza
En los testimonios de los maestros está presente un ejercicio autorreflexivo y comprometido con la formación del pensamiento crítico de los estudiantes, con la igualdad educativa y la transformación social, que reflejan el sentido político y la intencionalidad liberadora de la enseñanza universitaria. Así, por ejemplo “la historia no solamente es constructora de conocimiento, sino que su enseñanza es liberadora” (Silvia Cogollos Amaya); de igual modo, en la educación teológica: “la fe no puede ser ajena a los problemas de justicia social, que la fe se comprometa con la transformación de la sociedad, que la fe no sea de capilla sino de vida, este es el horizonte liberador” (Olga Consuelo Vélez Caro). Se trata del compromiso para que los estudiantes se transformen
ellos mismos y transformen la sociedad en la búsqueda de un mundo mejor.
La pedagogía como acompañamiento
Ciertamente, la enseñanza pone al maestro en una de las relaciones más retadoras, estimulantes e inspiradoras, en la medida en que: “los profesores aprendemos de los estudiantes todos los días” (Gustavo Zafra Roldan). Los maestros entrevistados consideran como elementos fundamentales de la pedagogía universitaria: las relaciones no jerarquizantes, el discernimiento, el acompañamiento centrado en la cura personalis, el cuidado del otro y el compromiso vivencial con lo que se enseña, es así como “los estudiantes tienen la capacidad de advertir si un profesor
realmente tiene un compromiso vivencial con lo que enseña, o si eso es solo un contenido intelectual” (Hernando Bermúdez Gómez).
El reconocimiento de la docencia
En la actualidad, muchos de los esquemas de valoración centrados en la medición reducen la docencia universitaria a su elemento cuantificable, ejerciendo una fuerte presión, a tal punto que invisibilizan la enseñanza y acentúan, aún más, el falso mito de la división entre docencia e investigación. Muy al contrario, otras iniciativas como la actividad Carta al Maestro de la Vicerrectoría del Medio Universitario, se enfoca en las relaciones de alteridad y en la formación integral invitando a los estudiantes a escribir una carta dirigida a aquel o aquellos profesores que hayan sido significativos durante su carrera académica, propiciando el reconocimiento de la labor pedagógica de los profesores.
Una de las maestras entrevistadas en este homenaje, al recibir diversas cartas, nos compartió lo siguiente: “[…] los estudiantes de primero sienten que les facilito su transición del colegio a la universidad, eso es bueno. De los mayores he recibido agradecimiento por haber apoyado sus procesos, por haber dado un consejo sabio en un momento de crisis o por haberlos hecho reír en un
momento triste, por haber dado ánimo y motivación en momentos difíciles. Es una iniciativa muy linda de reconocimiento” (Janeth Arias Palacios).
Enseñar en la universidad contemporánea puede ser desafiante de distintas maneras, especialmente por la responsabilidad que acarrea educar para un escenario social de pocas certezas que va configurando un mundo desconocido. Se hace necesaria una pedagogía de la incertidumbre cuyo acento está en la experiencia de ayudar a los estudiantes a imaginarse las prácticas sociales para
las que se les prepara, mediante el compromiso con el momento histórico, la indagación creativa y el diálogo interdisciplinar. Y es que las universidades se tienen que repensar frente a los desafíos que tendrán que enfrentar los futuros profesionales como el cambio climático, las crecientes desigualdades y la condición deshumanizante y egoísta de la convivencia en el planeta, nuestra casa común.
En el marco de las celebraciones del Día del Maestro, esta obra rinde homenaje a esta labor imprescindible. No busca introducir elementos prescriptivos, más bien ofrece narrativas que tal vez puedan inspirar a los profesores a iniciar cambios en sus propios contextos, sentidos y prácticas. Esperamos que disfruten su lectura.