noviembre-diciembre 2017 | Edición N°: año 56, nro. 1333
Por: Martha Lucía Márquez Restrepo, Ph.D | Directora Instituto de Estudios Sociales y Culturales, Pensar



La Pontificia Universidad Javeriana fue jurado en la entrega del Premio Colombia 2020, que reconoce las mejores prácticas aplicadas por las instituciones educativas públicas y privadas, para construir una sociedad reconciliada.

Palabras ofrecidas durante la entrega de este Premio que reconoce públicamente a las mejores prácticas educativas aplicadas, en función de la construcción de una sociedad reconciliada. El Premio es entregado por el Proyecto Colombia 2020 de El Espectador, con sus aliados: ACNUR, PENUD e ISAGEN y el apoyo técnico y académico de la Pontificia Universidad Javeriana. “La construcción de país desde las aulas es posible,es el primer peldaño para conseguir la paz territorial. Estas iniciativas muestran que los docentes colombianos trabajan a pesar de todas las dificultades del sistema educativo”Para Ángela María Jaramillo, coordinadora del Programa Cultura para la Paz, de la Vicerrectoría del Medio Universitario y para mí, Martha Lucía Márquez, directora del Instituto Pensar, es un honor representar a la Pontificia Universidad Javeriana en este espacio, así como tener la oportunidad de compartirlo con profesores y directivos de instituciones públicas y privadas que enaltecen la labor docente a la que nosotras también nos dedicamos. Permítanme comenzar abordando desde otra perspectiva el tema al que se refirió Elver Gutiérrez, editor de ‘El Espectador’. El investigador sobre procesos de construcción de paz, Jean Paul Lederach reconoce que comunidades de todo el mundo han ensayado, al margen de la teoría, formas de elevarse por encima de la violencia. La facultad que permite esto la nombra “Imaginación moral”, y sostiene que descansa sobre cuatro pilares: La curiosidad paradójica que reconoce que la violencia es un fenómeno complejo, lo que obliga a superar el maniqueísmo que pretende distinguir en los conflictos a los buenos y los malos. La creatividad que busca respuestas sencillas a problemas complejos, así como la voluntad de arriesgar. Por último, el conocimiento de que tanto la violencia como la construcción de paz están inscritas en redes sociales y que el tendido de redes de confianza, solidaridad y respeto es la base donde descansa la paz. Todos los directivos, profesores y estudiantes que pusieron a consideración sus experiencias y proyectos para el premio Colombia 2020 “Constructores de país” han dado muestra de la imaginación moral que Colombia necesita para avanzar en la construcción de la paz estable y duradera desde las regiones. Todos ellos reconocen que desde el colegio se pueden tender redes de confianza y solidaridad entre las comunidades educativas, las familias, los barrios y los gobiernos locales. También tuvieron la inquietud de indagar sobre la violencia en su entorno cercano, de aventurar respuestas y de soñar con un mundo mejor. Por último, se arriesgaron a construirlo conscientes de que los pequeños fracasos forjan el triunfo. Tales experiencias construyen el país, entendido como el espacio que es territorio de todos y también como la comunidad que lo habita, es decir, la “común unidad” de los diversos que comparten un pasado y un proyecto de futuro en el que todos, en su individualidad, puedan realizarse. La Universidad Javeriana, como institución de la Compañía de Jesús, ha venido apoyando el Premio Colombia 2020 desde su creación puesto que considera que es una forma más de integrarse a un país de regiones y de apoyar “la construcción de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana”, tal como lo consagra literalmente su misión institucional. El apoyo ha sido técnico en el sentido de orientar el diseño de los criterios de selección y evaluación de las iniciativas. Esta labor la realiza Ángela María Jaramillo desde el Programa Cultura para la Paz; y académico consistiendo, entre otras cosas, en disponer de docentes como jurados, para la evaluación de los proyectos nominados. Este año esa tarea fue encargada a nuestro Decano de la Facultad de Educación, padre José Leonardo Rincón Contreras, S.J., a la directora de la Carrera de Derecho, la doctora María Clara Jaramillo, y a mí, en calidad del directora del Instituto Pensar. La labor fue ardua puesto que todos los proyectos exhibían un completo diagnóstico de la comunidad donde se desarrollaban. Dejaban ver una gestión creativa que permitía aprovechar al máximo muy pocos recursos económicos, y en todos ellos era evidente la pasión y la consagración de directivos, docentes y estudiantes. Como lo manifesté al principio de esta intervención, todo lo anterior enaltece la labor docente. En esta oportunidad, el apoyo de la Pontificia Universidad Javeriana se extendió también al otorgamiento de tres premios a los ganadores de cada cate-goría de la siguiente manera: A las categorías Instituciones Educativas Públicas y Privadas, la Vicerrectoría del Medio Universitario ofrece un taller sobre construcción de paz, orientado en las instalaciones de cada colegio, por el programa Cultura para la paz. Y a la categoría Docentes, la Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Interinstitucionales ofrece al ganador, una beca completa para un diplomado, en modalidad presencial o virtual. La Universidad Javeriana apuesta porque estos espacios de encuentro y formación se constituyan en un tejido más en la telaraña de solidaridad, convivencia y respeto sobre la que descansa la paz. Muchas gracias y felicitaciones.