Noviembre- Diciembre 2011 | Edición N°: año 50 No. 1273
Por: Winy Anaya Altamar | Coordinadora de Comunicación y Promoción de la Facultad de Ingeniería



Con el pasar de los años es posible girar la cabeza y echar un vistazo al tiempo que quedó atrás. Nada más reconfortante que ese espejo retrovisor deje ver los éxitos de grandes profesionales que le han dado al país, y al mundo, parte del desarrollo que aún hoy podemos disfrutar. Sus trabajos, de épocas pasadas y recientes, son verdaderas obras para admirar. Esa es la historia que hoy pueden contar 46 ingenieros civiles javerianos, de los 65 que aún viven, que terminaron estudios en 1961 y que 50 años después regresaron a su universidad para recordar su formación en la última mitad de la década del 50, además de reconocer los cambios de la facultad de Ingeniería y la Universidad. El alma de este reencuentro fue, precisamente, quien se convierte en uno de los hitos de la facultad de Ingeniería en sus 60 años de historia: Gladys Alvarado de Valderrama, la primera mujer que estudió Ingeniería en la Javeriana y, por consiguiente, la primera egresada de esta disciplina en la universidad. Ella, con el apoyo de la Secretaría de Relaciones con Egresados de la Rectoría y la Coordinación de Relaciones con Egresados de la facultad de Ingeniería CREA, reunió a 29 de sus compañeros de clases el pasado 24 de noviembre, en una jornada que incluyó un tour por la Universidad y la facultad de Ingeniería, visita guiada a la exposición “Un viaje al interior de la materia”, una celebración de acción de gracias y la presentación del libro 50 años haciendo ingeniería con arte, pasión y dedicación.

El tour comenzó temprano y a medida que transcurría la marcha fue imperioso hacer una y otra parada, evidencia clara que el tiempo ha transcurrido y la universidad se ha extendido. Sin embargo, cada pausa era una excusa perfecta para escudriñar cada recuerdo que se desvanece entre nuevos edificios, una cancha de fútbol sintética y hasta una serie de cafeterías que ofrecen comida internacional, todo ello impensable cinco décadas atrás. Después de conocer los nuevos rincones de la universidad, fueron enterados sobre los avances en materia de Nanotecnología, una de las líneas de investigación del Instituto Geofísico Universidad Javeriana, conocido por ellos en su tiempo como Instituto Geofísico de los Andes. Posteriormente, conocieron el Laboratorio de Pruebas y Ensayos del Departamento de Ingeniería Civil, momento en el cual la nostalgia los invadió al reconocer las ventajas con las que cuentan los estudiantes de hoy para hacer sus prácticas. Pero el interés de esta promoción también implicaba un tributo a aquel que los inspiró desde la propia Ingeniería y el servicio al país. Una ofrenda floral al Padre José Gabriel Maldonado, S.J., quien fuera Decano de Disciplina en ese momento (hoy Decanatura del Medio Universitario), hizo escurrir varias lágrimas y quebrar algunas voces. Más tarde los egresados, con sus familias, participaron de una Ceremonia Eucarística presidida por el Padre Eduardo Valencia, S.J., Conciliario de Egresados y el Padre Sergio Bernal Restrepo, S.J., Decano del Medio Universitario de la facultad de Ingeniería; y compartieron entre crema de brócoli, salmón, habichuela, zanahoria, puré de papas con los Directivos, ex decanos y ex profesores de la Facultad. Finalizando la jornada Gladys de Valderrama, primera ingeniera javeriana, presentó el libro 50 años haciendo ingeniería con arte, pasión y dedicación, en un espacio solemne que se convirtió en un homenaje a los responsables de su formación: Rector, Decano y Profesores de la época; pero, sobretodo, en un homenaje a sus compañeros que se han ausentado en el transcurso de estos años y un elogio a la amistad, como ella misma lo llamó.

Medio siglo construyendo sociedad

El libro de Gladys Alvarado de Valderrama hace un recorrido sobre los momentos vividos por 65 jóvenes en los años 50, pero esencialmente se convierte en un documento que recopila las obras de infraestructura de los Ingenieros Civiles Javerianos de 1961, realizadas, como ellos mismos lo expresan en sus páginas, con ese espíritu -impregnado en la universidad- de devolverle lo mejor al país.

Las palabras allí escritas no logran resumir la magnitud de sus creaciones, porque este grupo es responsable, en gran medida, de importantes obras que han comprometido desarrollo del país. La construcción e intervención de acueductos de cientos de municipios colombianos, de aeropuertos, puertos marítimos y fluviales, importantes edificaciones y proyectos de vivienda del país, además de trazados de carreteras nacionales e importantes vías de las ciudades, se cuentan entre algunas de la obras de estos egresados. Pero además de intervenir con infraestructura en el país, varios de ellos lo hicieron a través de programas específicos desde importantes cargos en el estado. Algunos fueron protagonistas de la vida nacional como Hernán Beltz Peralta, quien fuera Ministro de Obras Públicas y Transporte entre 1983 y 1985; Gladys de Valderrama, en la Secretaría General de ese mismo Ministerio o Jorge Ariel Infante, ex alcalde de Villavicencio, Senador de la República por 12 años y ex Embajador de Colombia ante las Naciones Unidas y Hungría. Sus valiosas trayectorias les han valido a algunos la mayor distinción de la Ingeniería en el país: la Medalla Julio Garavito, e indirectamente el reconocimiento a la Javeriana de formar excelentes ingenieros.

Las vueltas que da el mundo, ha puesto a varios de ellos en otras latitudes contribuyendo al desarrollo de otras sociedades. Es el caso de Jaime González Galindo, quien desde la ingeniería aprendió a fusionar el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de una nación a través de la construcción de una carretera de 70 km. en la Isla de Sumatra, que atraviesa la selva virgen de ese país. Su contribución más reciente la hará en Qatar, donde participará de las obras que se podrán disfrutar con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol 2022. Estos testimonios vivos son un ejemplo de la calidad de los egresados javerianos que hoy pueden señalar, con orgullosa modestia, el papel que ha cumplido la Ingeniería Javeriana en el crecimiento de Colombia y de otras sociedades con un espíritu de servicio, aprendido en las aulas de su Alma Máter.
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