En su obra Héroes (2007), el escritor inglés Paul Johnson, concluye un extraordinario recorrido por la historia de la Humanidad con una breve referencia a Juan Pablo II, a quien tuvo ocasión de ver, “con asombro y recogimiento”, durante su visita a Canterbury (1982). A su juicio, “el enorme grupo de mandatarios laicos y eclesiásticos que le rodeaba parecía encoger ante su presencia, como si fuese de una especie diferente… ningún otro hombre que yo hubiera visto jamás, -advierte Johnson-, emitía tal resplandor”. En efecto, el papa Wojtyla, con su presencia y sus palabras, llenaba de luz el espacio que le circundaba, renovando el ánimo de las personas, sembrando en ellas alegría y esperanza. También así tuvimos ocasión de percibirlo los[…]