Es bastante lo que se ha hablado en los últimos años sobre el cambio climático, el calentamiento global y, en palabras del papa Francisco, del cuidado de la casa común. Los científicos y ambientalistas llevan décadas anunciando el aumento de la temperatura de los océanos, las consecuencias de la tala de árboles y de las emisiones de CO2 junto con sus graves consecuencias para la naturaleza marina, terrestre y el aire que respiramos. Y pese a todas estas advertencias, la crisis climática del futuro ya es el presente. Canadá alcanzó una temperatura de 49.5° en junio de este año en el municipio de Lytton, en la provincia de Columbia Británica, dejando más de 65 personas fallecidas. En Alemania y Bélgica,[…]