Tratamiento colombiano para el Síndrome de Perry
El Síndrome de Perry, una rara enfermedad diagnosticada en el mundo a sólo 79 personas, le fue hallada a una paciente colombiana, como primer caso de esta rara enfermedad en Latinoamérica. La Universidad Javeriana, el Hospital Universitario San Ignacio y la Clínica Mayo, en Minnesota, participaron en el diagnóstico y construcción del caso clínico de la paciente así como de explicar y dar a conocer a la comunidad científica colombiana las especificaciones de este desorden anormal.
El Doctor Pretelt, neurólogo del Hospital Universitario San Ignacio, y todo su equipo recibieron a una paciente de 47 años con anomalía respiratoria en julio de 2011, después de haber sido tratada y medicada para dicho malestar en otras clínicas de Bogotá.
Rápidamente los signos de lo que podría ser no solamente un problema respiratorio se manifestaron y en tres días el equipo de Cuidados Intensivos del San Ignacio diagnosticó el Síndrome de Perry.
Esta rara condición se caracteriza por la presencia de Parkinson más la existencia de los problemas respiratorios en personas de una edad que supera los 46 años.
Los síntomas, confundidos en la mayoría de los casos con la enfermedad de Parkinson, son pérdida de peso, desgaste facial, hiperventilación, problemas para dormir, fatiga, alucinaciones nocturnas, problemas con la orina e impotencia sexual. En la parte psicológica el ánimo se ve afectado en la medida en que decae, produciendo igualmente apatía y depresiones severas.
El tratamiento
Actualmente a los personas con Síndrome de Perry, la mayoría en Japón, se les mantiene conectado a un respirador artificial por las noches, permitiendo al paciente descansar con normalidad.
El tratamiento es muy costoso y no permite facilidad de movilidad. En Colombia, el proceso dio un giro, mejorando la calidad de vida del paciente.
El equipo de Cuidados Intensivos del Hospital San Ignacio y el Doctor Pretelt estuvieron de acuerdo en instalar un marcapasos en el diafragma de la paciente para mantener el músculo en movimiento y permitir una normalización en el proceso respiratorio, lo que según las hijas de la mujer “ha hecho posible que ella esté en la casa cómoda y que actúe con independencia”.
Este tratamiento, gracias al contacto de una de las hijas de la paciente con el neurólogo Zbigniew K. Wszolek de la Clínica Mayo en Estados Unidos, atrajo la atención de esta prestigiosa institución así como de este médico experto en el Síndrome de Perry.
El doctor viajó a Colombia para dar una conferencia al equipo del Hospital San Ignacio, ante el cual reconoció los esfuerzos y la inteligencia de los médicos que decidieron innovar con la instalación del marcapasos.
Ambas instituciones convinieron en que esta oportunidad de contacto es el inicio de una relación para la cooperación, el progreso y la búsqueda de ayuda en materia de investigación, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de pacientes no sólo con Síndrome de Perry sino con otras enfermedades
*Estudiante de Comunicación Social y Pasantía de Medios Javerianos.