
Vacaciones en Suba
*Foto: Los niños recibieron cuatro talleres: Inglés y literatura, Artes, Fotografía y Justicia social.
Ocho estudiantes de Psicología y Administración de Empresas de la Universidad Javeriana montaron un proyecto denominado Taller de Paz, y con el apoyo de cuatro estudiantes más de Swarthmore College de Philadelphia (Estados Unidos) trabajaron durante cuatro semanas con 43 niños desplazados por la violencia

Diana Diazgranados acaba de pasar las mejores vacaciones de su vida. No estuvo en Cartagena, San Andrés o Melgar, estuvo en Suba, al noroccidente de Bogotá. Allí pasó un mes con 43 niños entre 7 y 14 años que llegaron en el último año a la capital del país huyendo con sus padres de la violencia.
No estuvo obligada, ni hacía parte de un trabajo académico. Llegó allí como voluntaria porque vio en la Universidad Javeriana la convocatoria que hizo la Fundación Conciencia Social Colombia, que buscaba estudiantes para ofrecer un Taller de Paz entre el 23 de junio y el 17 de julio.
“La idea nació entre Cristian (Gómez) y yo cuando unas familias desplazadas se ubicaron en un parque del sur de Bogotá y se quedaron dos meses. Vimos eso y dijimos: ‘como estudiantes de la Javeriana deberíamos ayudar`. No pudimos hacer nada en ese momento pero nos quedó el interés”, contó Daniel Huerga, líder del proyecto.
Vincularon a su compañero David González y empezaron a averiguar cómo funcionaban los grupos estudiantiles en la Javeriana, recibieron orientación y apoyo de la Vicerrectoría del Medio y de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
“Escogimos trabajar con niños porque la idea es crear agentes de cambio. No es ir y darles un almuerzo sino darles otra opción de vida”, agregó Huerga. El primer proyecto fue exitoso; consistió
en hacer alianzas con empresas de ropa para ofrecer bonos de descuento a los estudiantes que regalaran sus prendas de vestir. Se recogieron casi mil prendas que repartieron entre la población desplazada de Suba.

Así se pusieron en contacto con la Alcaldía de esta localidad, conocieron las familias desplazadas y empezó la planificación del Taller de Paz. Por esos días Daniel Huerga conoció a Deivid Rojas, un bogotano que vive desde niño en Estados Unidos, quien comparte el mismo interés social de los estudiantes javerianos.
Se interesó en el proyecto y como estudiante de Swarthmore College Philadelphia se asoció con tres compañeros, Alexander Frye, Camila Leyva y Andres Freire, y presentó la propuesta en su universidad. Allí la aprobaron y la financiaron.
Se montaron cuatro talleres de paz, en inglés y literatura, artes, fotografía y justicia social. Se hizo la convocatoria en la Javeriana y se unieron al equipo Camila Diazgranados, de Administración, y Diana Diagranados, Katherine López, Angélica Barrera y Sandra Bermúdez, de Psicología.
Los talleres se enfocaron en varios aspectos: brindarles un espacio de recreación de los niños de Suba durante sus vacaciones, enseñarles que existen opciones de vida diferentes a la violencia, hablarles de derechos, de deberes, de tolerancia y de vida en comunidad, además de abrirles una posibilidad de expresión a través del arte y la fotografía.
Encontraron apoyo de la Alcaldía de Suba, la Policía y los Bomberos de la localidad, además de empresas privadas como Avianca, Alimentos Polar y la Productora Suat. Esto les permitió incluir en las actividades almuerzos diarios además de salidas ecológicas, visitas a Mundo Aventura y al Palacio de Nariño y tener una tarde deportiva en la cancha de la Universidad Javeriana.
“Me emociona ver que los niños aprovecharon esta oportunidad, ellos han crecido en ambientes violentos, pero son chicos de los cuales se pueden sacar muchas cosas positivas, ellos mismos han encontrado habilidades que no conocían, ha sido bastante gratificante”, contó la estudiante de Psicología Sandra Tatiana Bermúdez.
Las palabras de la que fue su docente durante cuatro semanas las ratifica la niña Luisa Fernando Forero, de 11 años de edad, quien agregó que le parecieron muy “cheveres” estas vacaciones. “Antes uno se quedaba en la casa dañándose la mente con el televisor en vez de venir a divertirse y jugar con compañeros. Me gustaría que todas las vacaciones fueran así”.
Esas palabras motivan a todos los talleristas e integrantes de la Fundación Conciencia Social Colombia. “A medida que vamos creciendo y tomando experiencia la idea es ofrecer talleres más
largos, porque cuatro semanas no son suficientes para enseñarles todo lo que quisiéramos”, dijo David González.
El balance hasta ahora es satisfactorio tanto para los niños como para los estudiantes javerianos y estadounidenses. “Todo nos salió muy bien. El año pasado hice un proyecto similar en Bosnia y ahora espero que crezca el otro año en otras zonas de Bogotá y en otros países de Latinoamérica”, contó David Rojas, de Swarthmore College.
La Fundación ya tiene sitio web www.concienciasocialcolombia.org y aspira a convocar más estudiantes de la Javeriana que puedan aportar en su propósito fundamental, que es ofrecer mejores opciones de vida a los niños desplazados que han crecido en medio de la violencia.
El 17 de julio fue la despedida. Los niños recibieron valoraciones psicológicas y se despidieron felices de sus profesores, mientras los padres agradecieron el cambio que lograron en ellos.
Por eso, para Diana Diazgranados fueron sus mejores vacaciones. “No es lo mismo que todo mundo hace, de ir a la playa o hacer esto y lo otro, fue un tiempo aprovechado para cumplir una labor muy bonita con unos niños que son muy agradecidos, sus abrazos fueron para mi mejor remuneración que cualquier dinero. Me siento muy feliz y realizada”, concluyó.
