Noviembre-Diciembre del 2015 | Edición N°: Año 54 N° 1313
Por: Carlos Andrés Medina Porras | Periodista Externo Oficina de Información y Prensa.



El diseño plantea una gran infraestructura que puede albergar 120 casas por hectárea o más para ser apropiadas libremente con comercio, espacios públicos o espacio de habitación.

La  Universidad  Javeriana  de  Bogotá  obtuvo  con  92,7  puntos  el primer lugar en Arquitectura en el Concurso Internacional Solar Decathlon realizado en diciembre en Cali.

El  galardón  se  logró  gracias  al  prototipo de la casa Cultural Machine del Programa Internacional   (PEI),   de   la Facultad  de  Arquitectura  y  Diseño.  El jurado,  al  tomar  la  decisión,  dijo:  por “tratarse  de  una  propuesta  audaz  e imaginativa,  radical  y  que  toma  riesgos,  los  mismos  riesgos  que  tomaron los jurados al escogerla como ganadora.

Es una casa espaciosa, con características dinámicas y flexibles que la hacen adaptable a diferentes configuraciones y costumbres de cualquier grupo familiar, fueron las apreciaciones que tuvieron  en  cuenta  el  grupo  de  jurados  de esta prueba”.

Y es que cuando se habla de construir viviendas dignas y amigables con el ambiente para familias de bajos recursos se piensa en una inversión de alto costo y que serán construidas a mediano plazo, pero  el  PEI  desvirtuó  este  pensamiento en  el  Solar  Decathlon,  para  esto  contó con la ayuda de la Facultad de Ingeniería. Los  javerianos  emprendieron  el  reto de  edificar  una  casa  digna  que  busca fomentar  hogares  sostenibles  y  sustentables,  son  construcciones  que  no requieren  electricidad,  que  funcionan con  energía  solar,  con  espacios  para sembrar alimentos.

Los diseñadores deseaban tener en la vivienda  un  modelo  para  ensayar  propuestas tecnológicas, “fue una oportunidad para estrategias de sostenibilidad social  y  sistemas  capaces  de  generar apropiación de las tecnologías. La idea era  tener  una  sostenibilidad  que  vaya más  allá  de  la  vivienda  unifamiliar  o de  las  propuestas  de  alto  presupuesto, requerimos   construir   unaalternativa a  la  fractura  social  que  desarticula  el crecimiento urbano contemporáneo”, indicaron.

Por  eso  propusieron  trabajar  en  una vivienda de interés cultural, pensada en la inteligencia colectiva, de bajo costo, dinámica y transformable. Viviendas que  van  del  territorio  al  detalle. “Hablamos de ciudad territorio, de sistema modular  de  vivienda,  de  laboratorios constructivos de guadua. Una propuesta de Vivienda de Interés Cultural abierta, integral y expandida”, explicaron.

Diseño decorativo

  • Se creó una vivienda para un proyecto urbano, al cual se le podrá ir añadiendo obras de acuerdo con las necesidades de las personas. De esta manera se integra el conocimiento de cómo crecen los barrios mal llamados informales y se hace una unión de la arquitectura proyectada por los diseñadores y la arquitectura informal.
  • Se prevé que dentro de la casa suceden diversas actividades diferentes al habitar, por ejemplo comercio, talleres, peluquerías, centros de reunión o pequeños centros culturales comunitarios.
  • Su estructura es  en  acero  y  tiene  una  subestructura  en  guadua,  que  se proyecta desde su cultivo hasta su aprovechamiento en la obra; esto permitirá generar centros de captación de agua y humedales y servirá para atraer turismo asociado a la cultura del bambú y para elaborar artesanías. La guadua es buena para soportar estructuras, para ser usada como cerramiento y para detalles constructivos como puertas, ventanas o muebles para el hogar.

Para disfrutarla en familia

Los  javerianos  de  Bogotá  presentaron una  casa  con  paneles  solares,  sistema de  recolección  de  agua,  jardines  productivos,  techos  verdes  cultivables  y baños ecológicos. La obra tiene un termosifón  que  hace  circular  el  aire  con una  temperatura  agradable  y,  lo  más importante,   económicamente  estaba muy  por  debajo  de  los  80  mil  dólares (232 millones de pesos) que tuvieron los expositores para edificar sus viviendas. Además, los estudiantes  javerianos  diseñaron los muebles con los que amoblaron las casas.

“Esta es una respuesta a los problemas de las viviendas de interés social del Gobierno,  que  sufren  falta  de  diseño,  son pequeñas y no se ajustan al confort de las personas”, dice Carlos Hernández, director del Programa Internacional de Arquitectura, de la Universidad Javeriana.

La  vivienda  en  su  primera  fase  tiene 80 metros cuadrados. El prototipo funciona como una casa independiente,   pero en realidad es la representación de la fracción de una  vivienda  multifamiliar. Lo  que  el  equipo  de la  Cultural  Machine propuso  es  que  las  familias  adquieran metros  cúbicos  y  no  metros  cuadrados.  A  las  familias  se  les  proporciona una  gran  macro  estructura  que  puede llegar  a  tener  hasta  5  metros  de  alto y  cientos  de  metros  de  longitud;  esta microestructura  proporciona  seguridad (sismoresistencia), accesibilidad (para discapacitados, ancianos o bicicletas) y servicios básicos (agua y energía).

A la vivienda se le diseñó un “súper-mueble”  en  el  que  hay  un  baño,  dos cuartos,  estudio,  estar,  cocina  y  una sala.  Todo  está  contenido  en  un  espa- cio  que  se  adapta  de  acuerdo  con  los diferentes usos y momentos del día. De esta manera, los habitantes de la casa tendrán un gran espacio libre para ser utilizado en otras funciones como talleres o negocios familiares. En su jardín se podrá cultivar.

La casa está diseñada para tener cinco pisos, por eso, los arquitectos dejarán las bases para que el propietario del inmueble pueda construir con guadua el último nivel.

El diseño de la Javeriana permite que se  construyan  120  casas  por  hectárea o  más,  dejando  espacios  verdes  para recreación  e  interrelación  social.  Los universitarios no pensaron en pequeño y plantearon un edificio de apartamentos que ayudará a las relaciones sociales entre vecinos y generará impactos favorables en el ambiente.

El Solar Decathlon surgió en Estados Unidos como una reacción a la no firma del  Tratado  de  Kioto por parte de este país. Universidades norteamericanas emprendieron este proyecto que por primera  vez  se  programó en Cali, del 4 al 15 de diciembre. 16 universidades del mundo  compitieron  con  las  viviendas diseñadas  por  sus  estudiantes,  subrayando cuatro factores clave: interés social, densidad, uso racional de recursos y relevancia regional.

Todos los proyectos participantes tenían  viviendas  que  pueden  ser  incorporadas  en  la construcción  de  un eco-barrio. Universidades de Inglaterra, España,  Alemania,  Chile,  México,  Perú, Uruguay y Estados Unidos participan en el concurso, a las que se les unen alumnos  de  las  instituciones  colombianas más prestigiosas académicamente.

Los  javerianos  de  Bogotá presentan  una  casa  con paneles  solares,  sistema de  recolección  de  agua, jardines productivos, techos  verdes  cultivables y baños ecológicos.