Cátedra Unesco de Comunicación

Comunicación, información y lenguajes en tiempos de pandemia

Cátedra Unesco de Comunicaciones 2020

ISBN: 978-958-781-870-3    |    DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.9789587818703
Cómo citar este libro: Pereira, J. M. y Gutiérrez, G. E (eds.). (2023). Comunicación, información y lenguajes en tiempos de pandemia. Cátedra Unesco de Comunicación 2020. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.

Voces y sentires de niños y jóvenes. Emociones solidarias: encuentros en distancias

Karen Johana Ruiz Pinzón1Magíster en Comunicación - Educación. Licenciada en Pedagogía Infantil, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Maestra de primaria, Secretaría Distrital de Educación. Contacto: kjruiz@educacionbogota.edu.co

Resumen

Dentro del marco de la pandemia mundial, las escuelas se vieron movilizadas hacia otras formas de encuentro con los estudiantes, lo cual permitió fortalecer iniciativas pedagógicas desde otros escenarios que trascienden las aulas. Dichas apuestas ya venían gestándose desde diversos ejes y tejidos, pero se empoderan desde esta situación coyuntural. El objetivo de la experiencia que se presenta a continuación es empoderar las voces de los niños y los jóvenes desde diferentes encuentros que permitan reconocer sus saberes y sus sentires, para darles lugar y validez dentro de las dinámicas de la educación. Esto se realiza desde diversas aristas, tanto en lo presencial como ahora en la educación remota en las escuelas públicas; cabe destacar el momento del encuentro entre sujetos de diversas zonas del país para reconocerse en la distancia y visibilizar sus sentires en medio de esta situación, leyendo en ellos, como agentes del proceso, relatos y narrativas de sujetos que se piensan en colectivo, que se reconocen como particulares en esas colectividades, y manifestando reflexiones frente a la escuela como escenario de interacción, participación y construcción social.

La experiencia de base de la autora de esta reflexión se realiza con niños de grado cuarto del colegio Ramón de Zubiría, en la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá. En medio de la dinámica de la educación remota, se establecen redes con otros maestros e instituciones que se piensan desde pisos similares, y surge la iniciativa de promover los encuentros virtuales entre sujetos de diversas instituciones de Bogotá, Antioquia y Bolívar. Específicamente, para el primer encuentro participaron los colegios Belisario Betancur, de Amagá, Antioquia; Camino del Coral, de Cartagena, Bolívar, y Claustro Moderno, Normal María Montessori y Ramón de Zubiría, de Bogotá. Se establecieron diversos recorridos para acercarse al objetivo de construir colectivamente desde el reconocimiento de las particularidades y aprovechando el amplio acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (tic) evidentes en estas otras formas de acercar a los sujetos a la escuela, más allá de la institucionalidad.

Palabras clave: narrativas, subjetividades, comunicación y educación.

Voces y sentires de niños y jóvenes. Emociones solidarias: encuentros en distancias

Es innegable que el 2020 permitió, desde los escenarios de la educación, fortalecer procesos y proyectos pedagógicos gestados desde las aulas y los encuentros reales, y trascender de dichos escenarios, y promover así que múltiples voces de maestros les apuesten a procesos educativos transformadores desde la escuela a las realidades de los sujetos agentes en esos espacios, como lo expone Llinás dentro de sus planteamientos para la transformación de la educación, para educar en contexto reconociendo las particularidades de tiempos, espacios y realidades de los actores de las dinámicas (Llinás, 2000).

Así, en el marco de la pandemia de 2020, se presenta el Encuentro Virtual Interregional de Estudiantes (evie) como una iniciativa pensada desde diversas particularidades de maestros que, en determinados momentos y escenarios, confluyen y a quienes el panorama actual permite condensar esas variadas aristas en acciones en red como parte de ejercicios que recogen diversas intencionalidades y procesos que se han venido gestando en cada territorio, y que se encuentran y se tejen.

La iniciativa del evie es liderada por los maestros Alejandro Guerrero2maestroalejandroguerrero@gmail.com, rector del colegio Belisario Betancur, en Amagá, Antioquia; Éric Holguín3ebholguinhe@educacionbogota.edu.co, orientador del colegio Ramón de Zubiría, de Bogotá, y Karen Ruiz, maestra de primaria, también de la institución Ramón de Zubiría. La propuesta evidencia un tejido común desde el diálogo hacia la escritura, la organización y la acción en sí del momento de encuentro, que se posibilita en la distancia por los beneficios frente a los desplazamientos y el manejo del tiempo que se permiten desde la virtualidad y el estar multisituados.

Las experiencias desde lo particular propiciaron el encuentro de estudiantes de diferentes zonas del país para promover el reconocimiento de sus voces y sus sentires por medio de diferentes canales, y desde la distancia social a la que se vieron obligados.

Encuentros que tejen emociones solidarias

La presente reflexión, que viene siendo un proceso de investigación-acción en educación, denominado Niños narrando, medios comunicando, país transformando4Proyecto de investigación. Maestría en Comunicación - Educación. Universidad Distrital., quiere mostrar un análisis frente a las emociones solidarias de los sujetos agentes en el proceso, de la dinámica de los encuentros en la distancia, desde la forma como sus voces fueron expuestas y reconocidas ante sus pares en el ejercicio de intercambio.

Desde la intención pedagógica de visibilizar las voces de los niños y los jóvenes en las dinámicas de la educación, se han venido reflejando narrativas en los sujetos que muestran sus capitales simbólicos, los constructos de sus escenarios primarios de socialización, así como los de sus familias y sus saberes, y que muestran sus posiciones frente a la realidad desde sus propias realidades, desde sus concepciones de lo colectivo, desde sus propuestas de acción empoderadas en pro del bien colectivo, lo que refleja las múltiples riquezas que como sujetos políticos tienen los niños y los jóvenes.

Desde el evie se puede reflexionar al respecto, a partir de las expresiones de los sujetos y del tejido que fueron gestando a lo largo del encuentro, lo cual, a su vez, fue precedido por varias concurrencias desde espacios, medios e intereses particulares de los maestros que participaron. Estos posicionamientos que se relacionan con las emociones solidarias, que se refieren, desde los planteamientos de Nussbaum (2012), al capital propio que tienen los sujetos en torno a la alteridad, a reconocer al otro y sus realidades y sus sensibilidades. La autora expone que todos los sujetos poseen la capacidad para agenciar procesos y reflexiones a fin de apoyar, comprender y sentir desde el otro. Así, desde las expresiones y las diversas narrativas de los sujetos, agentes de la experiencia, se evidencia el reconocimiento del otro y de su lugar, independientemente de los vínculos tangibles que se presenten entre ellos, para gestar propuestas y acciones hacia el bien colectivo.

Desde la primera perspectiva se muestra cómo los niños y los jóvenes, desde sus relatos cotidianos, evidencian dinámicas de alteridad en la medida en que reconocen al otro y demandan la garantía de sus derechos y los mínimos vitales para su bienestar y así mismo el bien colectivo. Nussbaum (2012) expone que la subjetividad se constituye a partir de emociones solidarias, donde se reconocen al otro y sus necesidades como formas de movilizar el buen vivir y la justicia. Expone, además, que en la interacción y la significación de la experiencia de ese sujeto no solo se implican múltiples representaciones personales y acepciones individuales que extrae de lo agrupado, sino que se potencia su capacidad para trabajar por los intereses y las acciones que apuntan a lo colectivo; en tal caso, la subjetividad se presenta de forma inherente en la reflexión y la acción particular consciente de sí mismo y de otros.

“Estoy honrado de estar aquí, conociéndolos” (Michael [Cartagena])

En los planteamientos de Reguillo (2012), los sujetos son agentes políticos activos en transformación, desde su identificación con los territorios, su apropiación, su construcción y su reconstrucción de discursos y su participación en torno a lo individual, pero también en lo común; los sujetos no son pasivos en sus procesos de formación: ellos son agentes en las dinámicas que construyen y que los constituyen. Entonces, los diversos escenarios de subjetivación deben ofrecer discursos amplios que reconozcan la diversidad y permitan la inclusión social real desde las particularidades; así mismo, deben garantizar los espacios para la legitimación de los sujetos, para que, a partir de esto, se puedan mediar los saberes con la realidad de los actores sociales, desde sus vivencias, desde sus propias voces: lo que ellos viven, sienten y hacen.

La subjetividad, en términos generales, se refiere a la acción reflexiva del sujeto a partir de su experiencia individual y social, y a la que se incorporan elementos simbólicos, culturales e históricos, para desde allí, actuar. González (2008) la entiende “como nivel cualitativo distintivo de la especie humana”, relacionada con las experiencias y con la forma como lo simbólico y lo emocional se significan. Para el autor, “Los seres humanos no son meros productos de sus ambientes, pero tampoco esos ambientes son pura arcilla para el automodelado arbitrario por parte de los hombres” (2008, p. 14). Así, la subjetividad no es un aspecto homogéneo ni reducible a las representaciones y las creencias generalizadas de lo que, se supone, es el hombre: se opone, de hecho, a la simplificación cultural de pensar a todos los sujetos como iguales.

“La solución no es irnos del país: es ver qué hacemos para cambiar el nuestro” (Daniela [Bogotá])

Es decir, aun cuando el origen de las subjetividades proviene de un previo inserto de habitus social, que dispone el pensar, el sentir y el obrar a través de la experiencia en un entorno, la subjetividad moviliza sentidos simbólicos individuales y, a su vez, configura diferentes tipos de sujeto (González, 2013).

La subjetividad pertenece, fundamentalmente, al sujeto y no a su ambiente, aunque este le dará la referencia para su interpretación subjetiva a partir de las múltiples tramas sociales simultáneas que lo rodean. Sin embargo, dichos sentidos estarán constituidos en una configuración representativa y versátil que lo dispone para actuar de determinadas formas. En este sentido, la subjetividad se considerará un rasgo de la identidad donde

[…] los sentidos subjetivos que se generan en el curso de la acción no se explican por el contexto ni por las operaciones de la acción, sino que son verdaderas producciones de la personalidad… Así, por ejemplo, la energía que un adolescente moviliza en el enfrentamiento con su padre puede originar una configuración subjetiva que facilite comportamientos transgresores, cuyas consecuencias, aunque negativas de forma inmediata, pueden ser el comienzo de importantes caminos de desarrollo para ese adolescente. (González, 2013, p. 38)

Esto es, manifiesto vivo de que la construcción del sujeto y sus subjetividades: estos no se describen en una ruta única, sino que dependen de la interacción y de las emociones particulares que se desencadenan allí.

Según González, “Esto hace que el rumbo de los procesos sociales esté más allá de la previsión y el control humanos, escapando a la racionalidad sobre la que se originan” (2013, p. 39). De esta lógica y en la dirección de los procesos sociales, las subjetividades permitirán la representación de contextos y experiencias de forma rizomática, dentro de la cultura, y manifestando, a través de ellas, pensamientos individuales y colectivos infinitos, que promueven la generación de nuevos sentidos, decantan en nuevas formas de acción y proponen un nuevo orden social.

El reflejo de la Cultura Política, para el caso de los niños y los jóvenes, está mediado por las diferentes dinámicas sociales y las interacciones en las que son agentes de recepción y producción de sentido, que se van apropiando “a partir de los usos y costumbres de la comunidad” (Herrera et al., 2005). Desde esta perspectiva, los discursos de la sociedad subjetivan al sujeto y lo van constituyendo para que este actúe dentro de sus colectivos, de acuerdo con las significaciones que va apropiando de un capital simbólico, ya establecido por otros.

“Yo existo, yo estoy aquí… Somos un pequeño pueblo, pero tenemos un gran corazón” (Jámilton [Amagá])

Las subjetividades empiezan a construirse en la socialización primaria, es decir, en la familia, en la interacción del sujeto con sus dinámicas propias, en el sentido y el significado que se les atribuyen a los diversos significantes, de acuerdo con unas particularidades, para leer y comprender el mundo por una específica forma de apropiar el capital simbólico ofrecido mediante diversos escenarios y medios.

En la escuela y otros espacios de socialización, el sujeto sigue transformándose y constituyéndose como tal, con base en su identidad familiar. Entonces, la escuela, como espacio de interacción secundaria y pionero de la formación de los sujetos, debe garantizar escenarios de reconocimiento de esas identidades previas para, a partir de ahí, brindar espacios de análisis y transformación, a fin de fortalecerlas o resignificarlas a partir del reconocimiento de la diversidad de formas de dar sentido, y desde la legitimación de los usos y las costumbres de cada comunidad, con base en la participación de todos y el reconocimiento y la garantía de los derechos fundamentales.

“No sé qué voy a hacer cuando salga del colegio, porque apenas voy empezando, pero en el colegio nos van dando cosas para saber qué vamos a querer, qué nos gusta más, algo que nos guste hacer. Uno debe hacer lo que le guste, o lo haría mal” (Alejandro [Bogotá])

Según Nussbaum (2014), la emoción y la sensibilidad que constituyen a los sujetos desde su individualidad, pero en relación con los otros, se leen como acciones que parecen aisladas, pero afectan a cada sujeto de alguna manera, y este, desde sus particularidades, ve reflejada esa afectación también en los otros. La subjetividad no se constituye en una sola vía, sino que involucra a los demás en y para la interacción y su resignificación constantes.

En este sentido, las construcciones y las representaciones de los niños y los jóvenes frente a la sociedad, sus dinámicas y sus actores están determinadas por su núcleo familiar y lo que este le ofrezca, aunque no terminan ahí, pues dichas apreciaciones y posiciones de la realidad se van ampliando en la medida en que el sujeto interactúa en otros escenarios, y va generando diferentes modos para leer, interpretar y actuar en sus contextos. Así, los discursos emanados desde los diferentes escenarios de socialización —familia, escuela, medios y otros— brindan las herramientas para que los niños y los jóvenes construyan y signifiquen sus subjetividades.

En los sujetos, estos discursos van movilizando emociones y dilemas que les permiten actuar en determinadas situaciones en las que se vean involucrados; así, es fundamental reflexionar acerca de diferentes realidades que permitan problematizar desde diversas aristas, para poner en cuestión sus dilemas y cómo las representaciones ya construidas los harían actuar ante una situación particular. Acciones como esta permiten que, de alguna manera, se desnaturalicen discursos y prácticas que parecen inalterables porque socialmente siempre se ejecutan de la misma forma.

“Ya nos acostumbramos, pero no imagino que ustedes pudieran estar dos horas metidos en un bus” (David [Bogotá])

El relato evidencia las emociones solidarias en la dinámica de reconocer al otro como parte de una red, y de pensar en el otro; es decir, la realidad me afecta, pero también afecta al otro y a mis interacciones con este. Nussbaum (2014) expone que reconocer al otro dentro de las propias narrativas refleja la capacidad de agenciamiento de los seres humanos, que es propia de ellos, y se moviliza en el tiempo; en este sentido, los niños y los jóvenes lo evidencian de forma muy clara, en tanto en sus narrativas naturales no hay intención directa del reconocimiento del otro, sino que esto es natural en sus expresiones.

A modo de conclusión

Frente al campo de la comunicación-educación, en cuanto al empoderamiento de los sujetos, y retomando los planteamientos de autores como Huergo (2001), se resaltan iniciativas de creación y recreación de escenarios que permiten analizar, cuestionar y problematizar las realidades a través de la organización y las movilizaciones de los sujetos en busca del reconocimiento del otro y del bien común, así como permitiéndose reflexionar y acercarse de forma holística a los escenarios sociopolíticos de la humanidad, pues entretejen redes sobre el conocimiento social que se van haciendo más fuertes por el intercambio y la realimentación. Esto permite reflexionar cómo, aunque estas ideas y estos proyectos no tengan una incidencia global, sí impactan y transforman desde lo local, y se van ampliando en la medida en que, desde lo cercano, se vinculan más sujetos. Desde el papel como maestros, desde la escuela, deben retomarse estas alternativas como escenarios de interacción y reconocimiento de lo propio, para fortalecerse como colectivo y para motivar la creación y la visibilización de las voces de los sujetos.

Es importante resaltar que en el contexto colombiano no hay, por el momento, un interés fuerte en esas iniciativas y esas propuestas, pero cada hay vez más intenciones de destacarlas. Las alternativas en el campo, pese a que no se promocionan ni se publicitan masivamente, entretejen entre sí redes que las van haciendo más fuertes, más sólidas y más holísticas, por la realimentación en el intercambio.

Referencias

González, F. (2008). Subjetividad social, sujeto y representaciones sociales. Centro Universitario de Brasilia.

González, F. (2013). El sujeto y la subjetividad en la psicología social. Un enfoque histórico-cultural. Noveduc Editores.

Herrera, M., Infante, R., Pinilla, A. y Díaz, C. (2005). La construcción de cultura política en Colombia. Proyectos hegemónicos y resistencias culturales. Arfo Editores. Universidad Pedagógica.

Huergo, J. (2001). Comunicación/educación. Ámbitos, prácticas y perspectivas. Ediciones de Periodismo y Comunicación.

Llinás, R. (2000). El reto: educación, ciencia y tecnología. Tercer Mundo Editores.

Nussbaum, M. (2012). Crear capacidades: propuesta para el desarrollo humano. Paidós.

Nussbaum, M. (2014). Emociones políticas ¿Por qué el amor es importante para la justicia? Editorial Paidós.

Martínez, K. y Ruiz, K. (2019). Niños narrando, medios comunicando, país transformando [Tesis de maestría]. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. https://repository.udistrital.edu.co/bitstream/handle/11349/15239/KarenAndrea2019.pdf

Reguillo, R. (2012). Culturas juveniles: políticas del desencanto. Siglo xxi Editores.